Desempleo: no son tan buenas noticias

valenzuela_mario 1Analizando la evolución de las últimas cifras de desempleo, junto a indicadores como el de Producción Industrial de la SOFOFA o la Encuesta de Ocupación y Desocupación del Gran Santiago, se podría pensar que la economía ha tocado fondo y que ahora comienza a dinamizarse; no obstante más allá de estas cifras no hay razones de peso que muestren dicha mejoría.

Mario Valenzuela S., Vicedecano Facultad de Economía y Negocios Universidad San Sebastián

Si bien esta cifra puede ser considerada como una señal positiva para la economía, en términos de evidenciar un mayor dinamismo económico, no lo es tanto si consideramos que no se han producido cambios relevantes en la situación económica del país que confirmen a que hemos llegado al fin de la fase recesiva del actual ciclo económico.

Analizando la evolución de las últimas cifras de desempleo, junto a indicadores como el de Producción Industrial de la SOFOFA o la Encuesta de Ocupación y Desocupación del Gran Santiago, se podría pensar que la economía ha tocado fondo y que ahora comienza a dinamizarse; no obstante más allá de estas cifras no hay razones de peso que muestren dicha mejoría.

A mi juicio, aún se observa la misma crisis de confianza y de expectativas de los agentes económicos, el mismo panorama internacional complejo – si bien EEUU y Canadá experimentaron una leve mejoría, la Eurozona se está aproximando a un mayor riesgo de deflación y recesión – lo que se suma al menor precio del cobre, con un menor precio del crudo que puede ayudar algo. Ante tan incierto panorama se valora la cautela con que las autoridades han recibido estas cifras de desempleo.

El mejor escenario posible es que estuviéramos ante un punto de inflexión que abriera la posibilidad a un mayor crecimiento de la actividad económica, no obstante también nos enfrentamos a la posibilidad de seguir bajando o estabilizarnos en torno a situación de un nulo crecimiento económico.

Finalmente, el aumento del interés por ingresar por primera vez a la fuerza de trabajo y el aumento en la participación femenina, refleja el deterioro del ingreso familiar en los hogares chilenos, lo que evidencia de alguna manera que efectivamente la economía está atravesando por una crisis que aún no logra superar.

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