Dar examen

No aceptemos hacer más que nuestros compañeros para demostrar que somos capaces. No aceptemos la imposición de barreras. No aceptemos ser juzgadas por quienes somos, por cómo hablamos, nos vestimos o si decidimos no ser madres.

Por Beatriz Sanchez*

Las cifras hablan por sí solas. Las mujeres en la cámara de diputados, el senado, a la cabeza de municipios o en los concejos, son menos del 20 por ciento. No sólo allí. A la cabeza de universidades, como decanas, en directorios de empresas públicas y privadas, son muy pocas. Ya lo dijo esta misma semana la única mujer al interior del directorio de CODELCO, la ex ministra Laura Albornoz, “me siento el camarón de la palta” y explica que el estar incluida en el directorio lo hace parecer más inclusivo.

Curiosamente, pese a hoy tener una presidenta mujer -y en su segundo periodo- no ha cambiado dramáticamente la participación de la mujer chilena en puestos de poder o en lugares de primera línea en la política. Es innegable que ayuda a abrir ventanas a la participación, pero está claro que será un proceso largo.

El derecho de nosotras las mujeres, nuestra participación igualitaria, el fin de las jerarquías, siempre han sido temas de mi interés. Pero quizás nunca como ahora, que entré de lleno en la política y en la disputa del poder, que sentí tan directamente las diferencias.

Desde que anuncié mi candidatura presidencial y a través de todos estos meses, lo he vivido. Soy sometida a examen permanentemente. Tengo que demostrar todos los días que soy capaz. No sólo se habla de lo que digo sino también de cómo me visto y mi corte de pelo. En un programa de televisión, uno de los panelistas al hacerme una pregunta se adelantó a decirme “pero sé que no la vas a contestar”. Es un camino duro. Es un camino injusto también.

Durante estos meses me he preguntado cuántas veces antes he sido sometida a examen en el trabajo, en mi rol como periodista, en mi vida personal por las decisiones que he tomado. Y la verdad, esto me pasó muchas veces. Me ha pasado desde antes. Es un camino que enfrentamos las mujeres en Chile y no nos damos cuenta. Lo naturalizamos. Aprendemos a convivir con ello. Y es agotador.

Y es por eso que hice un compromiso conmigo misma. De ahora en adelante. Más allá de esta candidatura presidencial, pero empezando ahora mismo. No voy a permitir que se me tome examen nunca más. El único examen al que estoy dispuesta es el próximo 19 de noviembre frente a la ciudadanía, el día de las elecciones.

No lo aceptemos más. No aceptemos rendir examen. No aceptemos hacer más que nuestros compañeros para demostrar que somos capaces. No aceptemos la imposición de barreras. No aceptemos ser juzgadas por quienes somos, por cómo hablamos, nos vestimos o si decidimos no ser madres. Nunca más.

*Candidata Presidencial por el Frente Amplio

 

 

1 comentario
  1. WASHINGTON HERRERA dice

    Dña. Beatriz, los tiempos que vienen a futuro serán para el genero femenino de mayor libertad, por lo tanto a no desanimarse enfrente con valentía y sabiduría la gestación del cambio de cultura en nuestro país, basta leer nuestra historia y podrá informarse del papel de la mujer en nuestro Chile, dependiendo de nuestras clases sociales. La mujer en la independencia tenia bien clarito cual era su rol asignado en la familia y sus deberes como esposa y dueña de casa, en la ciudad en el campo y en los pueblos a lo largo del territorio, su rol era mas sacrificado, en donde debía atender el campo y animales para subsistir y que decir de los que vivían en el pueblo, dependiendo de su clase social era su destino y aspiraciones, esto no se cambia de una plumada, basta leer la literatura chilena de los diversos tiempos y el caso de la mujer es patético, abusada y marginada de las tomas de decisiones en la gran mayoría de los casos, y su tarea fundamental fue como el cuidado de los hijos, educación, salud, cuidado de la casa y la cocina y que decir de la clase baja, trabajar, cocinar y lavar ropa ajena.
    Así mi estimada candidata, las mujeres en nuestro país han ido posicionándose lentamente en nuestra sociedad machista, luchando por sus derechos y deberes y hacerle ver a sus adversarios del genero opuesto, que son tan capaces como ellos, en cualquier área de trabajo, tanto en lo profesional, como en lo laboral demostrado durante las dos grandes guerras mundiales en que tuvieron que reemplazar al hombre en las tareas que ellos desarrollaban.
    En relación de lo que pasa en Chile por la representación de Uds., las mujeres es que se debe tener respaldo capital, son muy pocas chilenas que pueden decir tengo detrás mío una familia que me apoya y comprende mis inquietudes y especialmente las sociales, para ello se debe tener cercanía y coraje para luchar dentro de los movimientos y partidos para ser tomada en cuenta y lograr el apoyo que necesita, sino basta preguntar cuanto cuesta una candidatura de elección en nuestro país y Ud. muy bien ya lo sabe, sino tiene patrimonio olvídese y es por eso se debe comprender a los políticos con experiencia sus yerros por sus decisiones que toman en las votaciones cuando deben pronunciarse.

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