El glamour del “sobre azul”

Vale la pena observar el derrotero 2010 del Mineduc y del Sernam, no por azar, sino por tratarse de carteras que se entrelazan estrechamente con una cierta opción de sociedad y, de la mano de ello, de socialización. En este contexto, las reformas educativas se han anunciado con bombos, platillos y una urgencia sospechosa, más aún cuando tantos actores sociales, académicos y políticos quedaron excluidos del proceso que impulsaría las publicitadas transformaciones.

Escribe Bet Gerber

Mucho se dice sobre las habilidades mediáticas del presidente Piñera. El balance de este primer año, sin embargo, no habla tanto de un mandatario a la altura de los tiempos que corren en materia de comunicación política, sino de una figura hipermediatizada. En ese sentido, el drama de los mineros atrapados no sólo fue una fiesta para las industrias del infoentretenimiento, sino una especie de droga irresistible para alguien que padece incontinencia mediática, palpable en el uso y abuso de los 33 como parte del marketing gubernamental.

La cuestión no es menor, ni mero tema de formas, sino de un fondo que se ve plasmado en la impronta de la nueva forma de gobernar. Ésta, a su vez, habla sobre el modelo de país y de sociedad que se va bosquejando. Así por ejemplo, desde las políticas sectoriales, el Gobierno fue dejando guijarros por un camino que, como en  “Hansel y Gretel”, sugieren un destino para algunos tan siniestro como el que aguardaba a los hermanitos del cuento.

Vale la pena observar el derrotero 2010 del Ministerio de Educación y del Sernam, no por azar, sino por tratarse de carteras que se entrelazan estrechamente con una cierta opción de sociedad y, de la mano de ello, de socialización. En este contexto, las reformas educativas se han anunciado con bombos, platillos y una urgencia sospechosa, más aún cuando tantos actores sociales, académicos y políticos quedaron excluidos del proceso que impulsaría las publicitadas transformaciones.

Mucha menos difusión han tenido algunos virajes dados en el Servicio Nacional de la Mujer. Desde el comienzo del actual gobierno, el foco de este organismo estuvo puesto en la incorporación de las mujeres al mercado laboral, una iniciativa positiva si no fuera porque, en muchos casos, se promueve el acceso de mujeres a puestos de trabajo sin resguardar las condiciones laborales, fomentando formas de flexibilización y precarización del empleo y sin contemplar la redistribución equitativa del trabajo doméstico y de cuidado.

En lo que respecta al tipo de construcción familiar valorada por el Gobierno, ya en el discurso del 21 de mayo Piñera había manifestado su consternación frente a la gran cantidad de hijos nacidos fuera del matrimonio. De la mano de esta peculiar preocupación presidencial y desde la gestión del Sernam, las jefas de hogar fueron cayendo en desgracia, presumiblemente, porque salen caras al Estado (y a sí mismas, ni te cuento) y  porque no corresponden a “los modelos de familias bien constituidas”. Así las cosas, la continuidad de los programas específicos está en jaque, mientras el Gobierno recuerda a la ciudadanía que es mejor tener una feliz pareja con quien compartir responsabilidades, que pelear sola el día a día, para colmo, en condiciones de pobreza. Y si no se tratara de una feliz pareja, quién mejor que Pilar Sordo –asesora del Sernam– para proveer un par de recetas que garanticen la rápida consecución de la dicha.

En todo caso, la puesta en práctica del concepto de eficiencia plantea enormes interrogantes si tomamos dos ámbitos clave como el manejo del presupuesto y de los recursos humanos. Durante el año 2010 y hasta mediados de diciembre, los recursos no gastados en el Sernam superan los 700 millones de pesos, lo que implica que no se ejecutaron acciones que debían beneficiar a miles de mujeres. Paralelamente, desde mitad de año han sido despedidas 107 trabajadoras, incluidas técnicas altamente capacitadas y  mujeres que se reincorporaban a la actividad laboral luego de su fuero maternal. Muchas de ellas son reemplazadas por profesionales que ingresan sin concurso.  

Siguiendo el sendero de guijarros, se atisba algo así como un precipicio al final del camino: el gobierno impulsa la creación del Ministerio de Desarrollo Social, lo que podría limitar las actuales atribuciones del Sernam al situarse bajo la égida de la futura cartera. Hasta ahora el Presidente asegura que no será así, pero hablamos de la misma persona que afirmó que no habría despidos masivos en el Estado –y van sólo 8 mil–.

El sello del nuevo gobierno y su toque fashion quedaron en evidencia en el Dìa de la Secretaria, cuando algunas privilegiadas recibieron como obsequio un curso de automaquillaje, herramienta imprescindible para la funcionaria pública de hoy. Un curso de este tipo sin duda puede resultar muy apreciado por muchas mujeres, la cuestión es el contexto; a quiénes, desde dónde, en qué circunstancias. En el mismo periodo en que repartía instrucciones sobre el adecuado uso del rouge, el actual Gobierno entregaba sobres azules a mujeres con fueros. ¿Será así el  glamour de la nueva derecha?

4 Comentarios
  1. andres j vial dice

    Si toda la gente viera las cosas así, no tendríamos a Piñera en La Moneda y el país sería mejor. Un aporte!

  2. Pedro dice

    El gobierno tiene un proyecto y especialmente ese se nota en Educación. La sonrisa de Lavín será recordada en la historia como la del gran mentiroso que embaucó a un país y puso al Opus Dei en las escuelas.

  3. Magdalena dice

    Estimada Bet, el Sernam no ha sido todo lo bueno como para defenderlo tanto. Tal vez el ministerio de Desarrollo social tenga una mirada más amplia. O usted cree que la Concertación lo hizo bien en el tema Mujer?

  4. Mónica Silva Monge dice

    A Magdalena: la creación de un Ministerio de Desarrollo Social o cualquier otro, no garantiza una mirada más amplia. Creo que este gobierno sólo nos puede garantizar una mirada más estrecha. Hay un permanente tira y afloja entre miradas Opus Dei, legionarias y católicas humanistas al interior del gobierno. Hasta aquí van ganando las dos primeras.

    La ley de Sernam permite que forme parte del gabinete presidencial. El proyecto MDS considera 1 ministerio del cual dependen 2 subsecretarías y el Sernam dependería de una de estas. Es decir, pasaría de rango de ministerio, a menos que subsecretaría… Menos que un paquete de cabritas. Todo apunta hacia allá, como bien lo explica Bet.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.