Cero tolerancia a la intolerancia

El domingo pasado fue entrevistado en Tolerancia Cero el doctor Humberto Maturana. En actitud de tremenda humildad el biólogo expuso su postura frente a los hechos de violencia y propuso una vía de solución. La contraparte, los entrevistadores, mostraron una profunda superficialidad (cosa que muestran en el día a día).

Por Daniel Gatica Andonie

Uno a uno dejaron en evidencia sus rigideces. Parecía que ninguno podía dialogar, tan solo combatir y esbozar teorías light. Cada panelista, entonces, intentaba guiar la conversación (desde su express teoría amarilla). Mientras, el doctor permanecía en una postura de escucha.

Lamentablemente los partidarios e integrantes del sistema político actual comparten la misma manera de discutir o reprimir, “yo aquí traigo mi verdad y te gano” “yo antepongo mis preconceptos y mis prejuicios y no te escucho, oigo, veo, ni siento. Esto me lleva a una profunda insatisfacción, pues vivo en el desamor”.

No hay escucha en el mundo político, en el real y profundo sentido de esta palabra, (a excepción del denigrante, escucha, escucha ándate a la…) y lo que es peor, no hay solidaridad, pues cada uno vela por sus intereses egoístas.

A pesar de hablar de bien común, no saben qué es ¿De qué democracia estamos hablando? ¿Esclavitud camuflada? Y ¿Qué tipo de gobierno estamos teniendo? ¿El de las cifras, los presupuestos y los gastos de los poderosos o el de la solidaridad, la humildad y la dignidad de la gente sencilla?

El mundo está como está por la falta de diálogo, respeto, humildad, fraternidad; Y estas palabras que son solo palabras en los discursos de sofistas, politiqueros y gobernantes, solo palabras para la gente que habita en su ego, en las mazmorras de la mezquindad, en la separación de los demás, palabras para la gente que vive en su mentes gente De-Mente, son realidades para las personas de corazón, para las personas que sienten y viven la vida desde la sensibilidad, desde su conexión con la naturaleza.

Compañerismo, solidaridad, apoyo, elevación, son nacidas espontáneamente de ese Ser.

Redondeando un poco, el mundo político está podrido por la falta de sensibilidad natural, y esta falta de sensibilidad es debida a un modelo histórico patriarcal que impone el antropocentrismo: el abuso de la naturaleza, la propiedad privada, la sumisión del pueblo y la supervivencia de la oligarquía. ¿Qué nos queda por hacer? ¿Quedarnos de brazos cruzados?

Las generaciones venideras son la verdadera esperanza y éstas deben comenzar a optar por una calidad de vida nacida de la observación de las leyes naturales y su puesta en práctica. Es claro que la confusión es general y que las heridas que se generaron en nuestra tortuosa domesticación al sistema anti natural son evidentes y cuesta sanar, pero es momento de actuar y basta de llorar o patalear. Basta de pedirle al sistema lo que un sistema podrido y corrupto jamás nos va a ofrecer. Nosotros debemos ser la Respuesta. Nosotros la Solución.

¿Qué pasará con nosotros, las nuevas generaciones?

¿Lograremos ir más allá de las oposiciones, falsas dualidades, que nos ofrece el sistema? ¿Seremos capaces de descubrir una nueva manera de vivir? ¿Seremos capaces de descubrir lo que llevamos adentro y ser lo que realmente somos?

Y en definitiva ¿ Co-crearemos un nuevo mundo o seremos victimas del antiguo mundo que nos precede?

Estas son preguntas para debatir cuestionarse y reflexionar, pero sobre todo, como dijo el doctor Maturana a quien respeto y admiro, como también a su fallecido compañero y poco valorado en Chile, pero trascendental para la humanidad toda por sus aportes en filosofía, biología y neurociencias, Francisco Varela, “ El camino es a dialogar, a respetar la validez del otro, a escuchar y tener tiempo para dialogar. Porque los problemas no se solucionan en un segundo”.

Y es en la medida en que nos permitimos ser “tocados” y agradecemos el autoexamen que el otro gatilla en mí, que solucionamos los problemas del mundo. Pues ser mejores personas y menos de la masa, mediáticamente conducida, es la única solución real. No del tipo de las soluciones parche o la mejora de la educación, que aunque llegue a permitirse el acceso a las masas, seguirá siendo un plan de condicionamientos para cerrar las mentes y los corazones y generar engranajes de la suciedad patriarcal, explotadora y dominante.

Mis reconocimientos doctor Humberto Maturana. Ha mostrado al país que la esfera política aún no está receptiva a una conciencia pacífica y meditativa y su ejemplo muestra que sí habemos quienes intentamos mantener una actitud respetuosa, abierta y de entrega. Gracias, pues ha sido un valioso aporte para nuestro país, región, zona y planeta Tierra, Biósfera, Gaia.