El orden natural

Escribe Elicura Chihuailaf / Poeta

«La derecha fue gobierno dictatorial durante diecisiete años. Estoy pensando en la gente mapuche y chilena golpeada, perseguida, torturada, exiliada, encarcelada, asesinada en esos años. Estoy pensando en los mapuche asesinados y torturados estos últimos años y en lo presos políticos mapuche».

Kura ta ñi piwke welukechi zugun, pvchikeñma / kofimgeyem kimfalyenochi pelom mew: fey chi Pelom // El corazón de las piedras que habla confundido, brevísimo / cuando es abrazado por el enigma de su luz: la Luz / En lo visible e invisible / el orden que se desordena para ser el orden natural / Como nos lo están diciendo las estrellas / los pájaros, los bosques, las espigas / las flores, el agua, la sangre, el viento, los gritos, las canciones / las piedras reunidas en círculo en y por la Luz / que las despierta hacia su Sueño / Entretanto en las tinieblas o en la noluz aguardan las “otras”: / ¿calladas? ¿ajenas? ¿o en sordina? / En paisajes presididos siempre / por el hondo y esplendente Silencio del Azul ((Pu Kura, ñi Pewma mu / Las piedras, su Sueño). Así me está diciendo –otra vez– la memoria de mis Abuelos, de mis padres, de mis Antepasados

El orden natural se recompone siempre. La oligarquía / la aristocracia / la derecha “fundó” el Estado de Chile cuyo Bicentenario ahora –desde lo más oscuro de su corazón– celebra y no conmemora (que es lo que haría si no tuviera la arrogancia infinita que le es intrínseca), la derecha –digo– se ha hecho cargo otra vez del patronazgo explícito de su feudo. La causalidad nos señala que no podría ser de otra manera sino una “celebración” con ella a cargo del gobierno y de los Tribunales de Justicia y de los medios de comunicación. Un multimillonario comerciante oficiando de presidente de su nuevo negocio: Chile

La aristocracia, la derecha, se adueñó además –y desde un comienzo– de las riquezas del País llamado Chile, y para justificar la permanencia de dicha apropiación escribió y publicó la historia oficial de Chile, en la que hay sólo “padres de la patria”, no hay “madres de la patria”, convirtieron así a Chile en una “patria huacha” cuyos habitantes quedaron separados en “gente de la sociedad” y el “roterío” (con el que nos relacionamos).

Chile un país de “blancos” y hasta hoy sin gran preocupación por asumir su identidad, su hermosa morenidad. Mientras dicho problema fundamental persista seguirán sucediendo estas horas amargas a las que se refirió el gran estadista chileno Salvador Allende, horas antes de ser asesinado por la rabiosa derecha y en las que nos sumieron ahora los desvergonzados partidos politiqueros de la denominada Concertación por la “democracia”. Democracia de la que –en todo caso– nunca nos han hecho parte a nosotros como Pueblo Mapuche

Yo soy mapuche, mas –reitero– no puedo desentenderme de la chilenidad que también me habita: de mis amigas y amigos entrañables; de la memoria de las mujeres chilenas que alguna vez amé y me amaron; de las profesoras y profesores que me mostraron algunas clave para comprender la cultura chilena y, a través de ella, asomarme al entendimiento de la cultura universal, que redundó en la emoción de darme cuenta –más claramente aún– de la profundidad de mi propia cultura, la visión de mundo mapuche. El conocimiento y vivencia de la diversidad, que no avasalla, enriquece el colorido jardín que es el mundo. Esto me dice el diálogo entre mi espíritu y mi corazón. Por eso estoy conversando con Ustedes.

La derecha fue gobierno dictatorial durante diecisiete años. Estoy pensando en la gente mapuche y chilena golpeada, perseguida, torturada, exiliada, encarcelada, asesinada en esos años. Estoy pensando en los mapuche asesinados y torturados estos últimos años y en lo presos políticos mapuche. Veo en Youtube a Sebastián Piñera haciendo una encendida defensa de Pinochet. La derecha es populista (pan y circo) y vengativa. ¿Qué será de nosotros, qué será?