¿Es el fin de la crisis?
Por Tatiana Benavides
“La falta de oportunidades que los niños sufran hoy repercutirá en su desarrollo y en toda su vida”
El mundo respira aliviado porque estamos saliendo de la crisis, pero ¿quiénes están saliendo de ella? Los mismos que la provocaron, los bancos, instituciones financieras y los grandes capitales. Para los pobres, como siempre, la crisis es permanente y lo que les deja esta última recesión resulta alarmante.
Según la OCDE, en su informe Panorama Económico, publicado con motivo de la XIX cumbre Iberoamericana, la situación para los pobres de America Latina no es nada de alentadora, tras la crisis habrá 39 millones de personas en esta condición a fines de 2010, todos los progresos obtenidos en los cinco años anteriormente a la crisis se perderán.
Debido a que el PIB per cápita caerá en 2009 en mayor medida a lo que podrá crecer en el próximo año, habrá un aumento de la pobreza de casi 7 puntos a fines del 2010. La OCDE destaca que pese al buen manejo de las políticas económicas que han tenido algunos países latinoamericanos, los pronósticos para las familias más vulnerables son malos y la pobreza seguirá creciendo en los próximos años.
Como siempre, en tiempos de crisis, los más desfavorecidos son los niños. La falta de oportunidades que ellos sufran hoy repercutirá en su desarrollo y en toda su vida. El desafío para lograr superar la pobreza es crear las capacidades y competencias que permitan a los niños y familias más vulnerables sortear estos vaivenes económicos sin retroceder cinco años en su desarrollo como hoy plantea la OCDE.
En nuestra institución, hemos reconocido esta necesidad y estamos enfocando nuestro trabajo al desarrollo de habilidades personales, interpersonales, familiares y sociales que permitan a estos niños desarrollar su resiliencia y crearse condiciones de vida más estables para su futuro. El fortalecimiento de la autoestima, la mejoría en el rendimiento escolar, la tolerancia al interior de la familia y la formación de un ciudadano integral, son los objetivos que guían este nuevo rumbo en nuestro trabajo.
La idea es que las capacidades de sobreponerse, innovar, emprender y responsabilizarse sean la impronta de estos niños, de manera que puedan adaptarse, con mayores oportunidades, a una sociedad cada vez más compleja y demandante.