Industria de videojuegos bate nuevo récord: la revolución de las tragaperras en nuestro siglo

Hoy por hoy todos tenemos acceso a los videojuegos. Y es que ya no hace falta hacerse con la consola de última generación para disfrutarla, sino que cualquiera puede conseguirse una de segunda mano, incluso hasta que aquellas que ya llevan mucho tiempo en el mercado. Pero es que incluso hasta los teléfonos móviles se han convertido en centros de juego en potencia.

La gran mayoría de los juegos que se descargan no están completos. O bien son demo, o bien hay que comprar una serie de extras (los llamados DLC) para desbloquearlos por completo. Las estadísticas proporcionadas por Tragaperrasweb confirman que “las mujeres realizan una inversión de 48 euros mensualmente para conseguir el videojuego “full”. Por su parte, los hombres gastan mensualmente un promedio mayor a 65 euros”.

El sector de los videojuegos no deja de cambiar día a día. Este cambio empezaría a lo largo de la década de los ‘90, aunque por aquel entonces se podían comprar los títulos completos. Es decir, que no había ni gastos extras, ni juegos seccionados, ni bonus ni nada de esto. Cuando el jugador decidía comprar un nuevo juego, lo tenía completo.

Ahora tiene que comprar estos fragmentos de forma adicional, lo que, según los expertos, comparte algunas características con las máquinas tragaperras de toda la vida.

Según los datos que maneja la AEVI (Asociación Española de Videojuegos), la industria del videojuego cerró 2016 con unos beneficios de mil 163 millones de euros. Aunque todavía no tenemos los datos referidos a 2017, todo parece indicar que se ha batido un nuevo récord. Los jugadores tienen una edad que suele oscilar entre los 16 y 35 años, aunque este intervalo no para de hacerse más y más grande.

Al mismo tiempo, las cifras referidas al formato de las tragaperras tradicionales no hacen otra cosa que descender. El jugador actual prefiere decantarse por el estilo de juego que le proponen los videojuegos.

Aunque esta tendencia es mundial, en ciertos países, como en Chile, las máquinas tragaperras todavía se consideran como uno de los principales recursos de ocio. Las mejores ciudades en las que se encuentran las mejores máquinas tragaperras de Chile son Santiago, Viña del mar y Antofagasta.

Aunque si bien es cierto que hay muchas quejas de jugadores que no quieren seguir pagando por desbloquear funciones, es innegable decir que el formato funciona. El usuario no siempre tiene que desembolsar el costo del juego por completo; las funcionalidades suelen estar reservadas para aquellos usuarios que llegan al final del título, o a una determinada parte del mismo. Si ni tan siquiera llegan hasta allí (porque consideran que el juego no es para ellos), se habrá ahorrado una interesante cantidad de dinero.

En definitiva, todo parece indicar que esta nueva forma de jugar se terminará consolidando y que cada vez será más difícil hacer la compra de un juego al que no le falten partes.

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