Emergencia nuclear en Japón por fallas en dos centrales

Fukushima Daiichi, central nuclear ubicada en el noreste de Japón y que fue afectada por el terremoto de 8,8 grados, registra un nivel de radiactividad mil veces superior a lo normal en su reactor número 1, según ha informado la agencia Kyodo y que cita a esta hora el diario español El Mundo. Una segunda central ha reconocido además problemas de refrigeración.

Más de 40 mil personas deberán ser evacuadas de las inmediaciones de la central nuclear y deberán ubicarse a 10 mil metros de la misma para evitar los efectos de la fuga radiactiva

Según las primeras informaciones, el riesgo de fuga radiactiva se produjo en el reactor número 1, obligando a una evacuación de sólo tres kilómetros que ahora fue ampliado por el Gobierno.

El primer ministro japonés, Naoto Kan, se dirige a la zona para supervisar la situación que, sin duda, puede convertirse en uno de los efectos más devastadores del terremoto ocurrido a las 15 hora local y que, hasta ahora, arroja más de mil muertos y una cifra indeterminada de desaparecidos

El «estado elevado de alerta», según informó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), fue declarado por el gobierno nipón hace algunas horas pero argumentando que la población no corría riesgo.

Un total de 11 reactores cesaron automáticamente su actividad durante el terremoto, según el ministerio de Industria.

Otra central nuclear, situada en la región de Fukushima, también reconoció problemas de refrigeración tras el violento sismo. “Tokyo Electric Power -gestora de ambas centrales- ha reconocido que es incapaz de controlar la presión de algunos reactores. Aunque la presión es estable en los reactores, está creciendo en los contenedores, según un portavoz, quien indicó que por el momento se desconoce si será necesario liberar presión en la planta, lo que implicaría liberar radiación”, informó El Mundo.

1 comentario
  1. Carola dice

    De cada situación por más difícil que ésta sea, se aprende.
    En este caso, frente a la tragedia de Japón, tenemos como país la oportunidad de reflexionar y entender que la geografía que nos acompaña y los peligros que las centrales nucleares conllevan en sí mismas, son una amenaza para los habitantes y la tierra donde ellas se encuentran.
    Considerar razones de seguridad, económicas, de salud, políticas y ambientales deben tener un espacio obligatorio en la discusión pública. La importancia de acceder a esta información en forma transparente, marcará la diferencia en relación a la decisión de considerar una posible construcción de plantas nucleares.
    La voluntad política frente a diversificar la matriz energética es una preocupación fundamental de cualquier estado, sin embargo, la fuerte experiencia que estamos presenciando en Japón, nos como indica como país, que la dirección correcta es focalizar esta preocupación en la producción de energías renovables, donde cada día la tecnología permite avanzar de manera segura y viable y no enfrascarse más en alternativas de tan alto riesgo como la nuclear.
    En esta ocasión, aprender es un deber.

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