Grecia aprueba plan de austeridad en medio de intensas protestas

El parlamento griego aprobó, finalmente, el programa de recortes fiscales, alzas de impuestos y privatizaciones, exigidas por la UE y el FMI para desbloquear los recursos que permitirán a su país salvarse de la quiebra. La decisión se tomó en un ambiente de fuerte tensión por el rechazo ciudadano a estas medidas, reflejado en violentas protestas y un paro de 48 horas de diversos sectores productivos.

Este miércoles, el Parlamento griego aprobó el polémico “plan de austeridad” requerido por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para “salvar” a Grecia de la bancarrota. De esta forma, se espera que mañana jueves se prueben las leyes que permitirían aplicar esas medidas (como una especie de “segundo voto positivo”), de manera de desbloquear el tramo suspendido del préstamo (que consiste en 12 mil millones de euros) y así pueda llegar el dinero a mediados de julio a las arcas griegas.

Fueron 155 de los 300 parlamentarios los que dijeron que sí al plan de ajuste, mientras que 138 votaron en contra y 5 se abstuvieron. Esto ocurrió en medio del recrudecimiento de las protestas ciudadanas contra la medida, que incluye importantes recortes fiscales (llegando a unos 28 mil millones de euros ahorrados entre 2012 y 2015), alzas de impuestos, y un plan de privatizaciones por 50 mil millones de euros. Incluso, se llamó a un paro de 48 horas que tiene la adhesión de diversos sectores productivos y de servicios, como el transporte y la metalurgia. Las protestas más intensas se han registrado en la capital, Atenas, en especial en el perímetro del Ministerio de Finanzas, según informaron medios apostados en la ciudad.

La aprobación de este plan se produce luego de que la UE suspendiera el quinto tramo del préstamo por 110 mil millones de euros, aprobado el año pasado, acusando una “suavización” de las medidas de austeridad por parte del gobierno de Giorgos Papandreu, realizada para ganar algo de apoyo social y político.

 Por supuesto, la decisión del Parlamento griego fue celebrada por autoridades europeas, que indicaron en un comunicado que el país helénico ha dado “un paso atrás” importante alejándose de la quiebra. Recordemos que Grecia tiene una deuda equivalente a un 150% de su PIB y que, de darse su bancarrota, sería la primera de un socio del euro, por lo que la aprobación de este y futuros préstamos resulta indispensable tanto para dicho país como para toda la Eurozona.

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