Un fondo privatizador

El elemento clave del nuevo acuerdo consiste en que Bruselas propone a Grecia crear un fondo por un valor de 50.000 millones de euros al que Grecia transfiera sus activos privatizables y cuyos beneficios se utilicen para reducir la deuda. El instrumento será controlado por las autoridades griegas, no obstante, contará «con la supervisión de las instituciones europeas relevantes».

Pensiones y jubilaciones

Atenas tendrá que realizar ambicionas reformas de pensiones que extiendan la edad de retiro, así como implementar políticas específicas con el fin de compensar el impacto fiscal de la resolución de la Corte Constitucional sobre la reforma de pensiones de 2012 y lograr el déficit cero.

Flexibilización laboral

Entre las exigencias impuestas a Grecia se incluye un endurecimiento adicional de las leyes laborales que afectan: la negociación colectiva, la acción sindical y los despidos colectivos. Cualquier cambio tendrá que basarse en las mejores prácticas europeas e internacionales y evitar el retorno a las políticas anteriores.

Reforma impositiva 

Uno de los requisitos consiste en «racionalizar el sistema del IVA y ampliar la base impositiva con el fin de aumentar los ingresos»..

Reforma financiera 

En el sector financiero, el acuerda plantea «medidas decisivas» dirigidas a los préstamos improductivos, así como medidas para reforzar la gestión del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera (HFSC) y los bancos. En particular, se trata de eliminar cualquier posibilidad de interferencia política, sobre todo en procesos de nombramientos.