Lula se entregó a la policía brasileña

El Tribunal Supremo Federal de Brasil negó la mañana de este sábado un nuevo recurso de la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien decidió entregarse a la policía luego de un discurso en el sindicato de metalúrgicos.

El juez encargado de la Operación Lava Jato en el Supremo, Edson Fachin, negó el recurso de habeas corpus (petición para evaluar la legalidad de un arresto) presentada por los abogados de Lula.

El líder brasileño, quien seguía los hechos en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo (estado de São Paulo, sureste), decidió entonces entregarse a la policía para cumplir su condena: 12 años y un mes de cárcel por corrupción y blanqueo de dinero.

Con el recurso de habeas corpus los abogados del expresidente querían derribar la base legal de Moro para decretar la prisión de Lula.

Moro siguió la autorización del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF-4), que le había dado permiso para decretar la detención, pese a que aún estaba abierto el plazo para que esta corte contestara unos recursos a la defensa.

Ese plazo termina el día 10 de abril (en principio a partir de ese día Moro podría decretar la detención), pero el TRF-4 y Moro entendieron que esperar hasta entonces era opcional, porque la respuesta a esos recursos era un formalismo que no cambiaba la sentencia.

El viernes 6 la defensa de Lula presentó el mismo tipo de recurso en una instancia inferior, el Tribunal Superior de Justicia, que lo rechazó horas después.

Con la negativa del Supremo no quedan más instancias judiciales a las que recurrir para evitar la entrada en prisión del expresidente.

Lula tenía que haberse presentado ante la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba (estado de Paraná, sur) antes de las 17 horas horario local (20.00 GMT) del viernes, pero no se movió del sindicato.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) continúa allí rodeado de la cúpula de su partido, familiares, amigos y cientos de simpatizantes llegados de todo Brasil para mostrarle su apoyo.

El sábado por la mañana se celebra una misa en honor a su esposa y ex primera dama de Brasil, Marisa Letícia, que falleció el año pasado.

Algunas informaciones apuntan a que el expresidente podría entregarse a la policía poco después. (Sputnik)

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