Militantes de Podemos decidirán futuro político de Irené Montero y Pablo Iglesias tras adquirir una casa en 600 mil euros

Un total de 487 mil 772 afiliados están llamados a votar desde hoy hasta el domingo en una consulta sobre la continuidad del secretario general del partido y de su número dos, después de que ambos se viesen envueltos en una polémica mediática por la compra de una vivienda.

«Se ha abierto un debate sobre nuestra credibilidad y sobre nuestra honestidad. Nosotros creemos que hemos actuado de forma coherente y honesta, pero son los inscritos y las inscritas quienes deben valorarlo», dijo Pablo Iglesias el pasado sábado en una rueda de prensa para anunciar la consulta.

La semana pasada, diversos medios de comunicación publicaron que Montero e Iglesias –que además de compañeros de partido son pareja sentimental– adquirieron una casa en el norte de Madrid por valor de 540.000 euros.

La compra de esta vivienda despertó un aluvión de críticas por parte de los adversarios políticos de Podemos, pero también desde sectores internos críticos con la dirección actual.

El reproche más generalizado tiene que ver con la supuesta incoherencia que supone la compra después de que Iglesias dijera en 2015 que uno de los síntomas de la crisis de representación en la democracia española es que los políticos tradicionales se «aíslan» viviendo en chalets fuera de las ciudades «sin saber lo que es coger el transporte público o el precio de un café en un bar».

Además, distintos medios de comunicación rescataron un tweet de Pablo Iglesias en 2012 –antes de la fundación de Podemos– en el que criticaba la compra de una vivienda por parte del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos.

«¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 euros en un ático de lujo?», preguntaba entonces Iglesias.

Tanto Iglesias como Montero, que se encuentra embarazada de mellizos, defendieron que su caso es diferente porque la compra de la casa no tiene fines especulativos, ya que, según dicen, es para uso meramente habitacional.

Además, ambos denunciaron la existencia de una campaña de «acoso y destrucción reputacional» por parte de medios de comunicación y rivales políticos.

Ante esta situación, el líder de Podemos decidió consultar a las bases del partido sobre si siguen confiando en él y en Montero –que entre otras cosas es portavoz de la formación en el Congreso– tras la polémica del chalet.

La pregunta a la que deberán responder las bases de la formación será la siguiente: ¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de Podemos?

«Si nos dicen que hemos de dimitir, dimitiremos», afirmó Iglesias en la rueda de prensa ofrecida el sábado. (Sputnik)

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