Ricardo Núñez: El adiós al Senado

Algunos argumentan que debe ser la ciudadanía la que debe definir eso; en Francia, por ejemplo, la reelección del presidente es ilimitada.

Los países europeos, con una taza de envejecimiento muy rápido y con una estructura demográfica distinta a la nuestra, pueden darse esos lujos. En países como Chile, donde la juventud en general no se ha insertado en las instituciones democráticas ni en la vida política, eso es inviable.

¿Al PS y a su presidencia también le cierra la puerta?

Hay recambio, personas jóvenes que vienen detrás de nosotros, de mí y de Camilo Escalona, que puedo apostar harán un gran trabajo.

Pero sí lo vemos muy metido en el tema medioambiental. Viniendo de una región minera… ¿cómo se equilibra el crecimiento del sector con el respeto al medio ambiente?

Es el gran desafío que tiene Chile. No hay otra actividad que contamine más que la minería y no hay otra que produzca más bienes materiales y recursos económicos que ella.

¿Hay conciencia en los empresarios del sector?

Ellos dicen que no contaminan nada pero yo quiero decirles que sea Codelco, sea las empresas privadas, las pocas que refunden y refinan en Chile, contaminan.

También se quejan, como lo hacen los medioambientalistas, que la institucionalidad ambiental es muy política.

Lo es y creo que tiene que ser más exigente todavía, más rápida, porque a veces es muy burocrática. En eso tienen razón. La legislación tiene que ser más eficiente. El futuro ministerio del Medio Ambiente debe tener profesionales cada vez más calificados.

¿Y cuál es su opinión sobre el cambio climático y lo que estamos haciendo para aminorarlo?

Es una realidad que se impuso, está presente, no es producto de un gobierno o de dos gobiernos, si no que de la humanidad, del hombre, del ser humano, que viene contaminando el planeta incluso antes de que se utilizara el petróleo.

Está claro que el efecto invernadero está provocando el derretimiento de glaciares, situaciones como la que vimos en el Sur de EEUU y que también se perciben en Chile donde las lluvias han disminuido notablemente de Puerto Montt al sur, respecto a los promedios; también tenemos derretimiento de glaciares en el norte. El río Copiapó se secó, entonces el cambio climático es un hecho pero al mismo tiempo la humanidad está exigiendo más energía: quién la provee, cómo la utilizamos de manera tal de que no sigamos contaminando, esa es la gran ecuación que tiene la humanidad. En Chile vamos exponencialmente subiendo el consumo energético, por diversas y numerosas razones…

Usted es partidario de la energía nuclear…

Lo único que postulo, más allá que estoy convencido que de aquí a 40 años vamos a tener que contar con una planta de energía nuclear, no solamente para abastecer de energía, de electricidad, a la gente sino para el agua. El norte de Chile es desierto, no es semidesierto ni una estepa, es un desierto y se van a secar los cursos de agua y resulta que de ahí proviene la principal riqueza de Chile, el cobre. En esa zona hay seres humanos, compatriotas, que no quieren moverse de Antofagasta, ni de Copiapó ni de Iquique ni de Arica ni de La Serena. ¿Cómo hacemos para que accedan a agua limpia, para que no tengan dificultades de subsistencia? En el futuro no veo otra alternativa que la energía nuclear.

¿El problema es dónde?

En el norte, no sólo porque esté más desértico y cualquier accidente, como los que se han vivido, no afectaría tanto a los seres humanos…

¿Eso suena peligroso?

No, estoy convencido que los reactores de cuarta generación tienen una en un millón de posibilidades de fallar; cada vez fallan menos. Pero, independientemente de aquello, si nos seguimos demorando vamos a quedar atrasados y sufrir una desertificación que puede ser una tragedia nacional. Cuando se seca un río y se están derritiendo los glaciares que van desde la IV región al norte, de los pocos que hay; cuando hay una mayor demanda para producir cobre y oro, independiente de las políticas mineras o que tengamos en el país que no concuerdo con ellas, necesitamos los recursos de Codelco que están desde la VI hasta la II región del país, el agua va a ser un elemento fundamental, estratégico, no solamente para la supervivencia de los compatriotas si no que para la actividad económica y eso supone enfrentar el tema del agua y las soluciones posibles. Cuando se desaliniza el agua de la manera que la estamos haciendo hoy en el Norte, cuesta tanto; si lo hacemos con una planta nuclear, que además provoca energía y por lo tanto electricidad más barata, aseguramos el futuro de miles de familias. La única posibilidad, entonces, es la energía nuclear.