40 veces más rico

Se ofreció, entonces, para postular al Senado por la quinta región Costa, en 2001, pero nuevamente tendría problemas. La UDI preparaba como su aspirante en esa circunscripción al Comandante en Jefe de la Armada de Chile, Jorge Arancibia, a quien Ricardo Lagos le pidió la renuncia inmediata. Una vez más, Piñera bajó su candidatura, a cambio de que Lavín apoyase a candidatos de RN durante la campaña parlamentaria.

En 2004 tuvo que renunciar a su cargo en la presidencia de RN luego de fuertes declaraciones entre él y Pablo Longueira, en ese entonces presidente de la Unión Demócrata Independiente.

El Caso Spiniak y las acusaciones contra el UDI Jovino Novoa colmaron la prensa y alarmaron a la opinión pública. Tras la debacle, Longueira y Piñera abandonaron sus cargos.

Las elecciones presidenciales posteriores encontraron a los partidos de la Alianza tan distanciados que presentaron a Lavín y a Piñera como contendores en primera vuelta, derrotando este último a su aliado, para posteriormente sucumbir ante Michelle Bachelet, en segunda vuelta.

LOS PRIMEROS 50 MIL

El camino de inversiones que llevó a Sebastián Piñera a ser uno de los más acaudalados empresarios de Chile, comenzó en 1976. Luego de recibirse de su doctorado en Harvard, fue contratado por Richard Musgrave, experto en Hacienda Pública y uno de sus profesores mientras realizaba sus estudios, del que se hizo muy amigo.

A Musgrave, se le encomendó la tarea de hacer una asesoría de cuentas nacionales en Bolivia y, como no dominaba el idioma español, contrató a Piñera para que estuviera a cargo de la jefatura de los ayudantes. Según confesó el propio Presidente electo en entrevistas posteriores, para ese trabajo recibió un sueldo de 50 mil dólares. Con ese dinero en los bolsillos –una fortuna para la época– regresó a Chile para dar comienzo a su prolífica vida de empresario.

En su retorno fundó su primera empresa dedicada al sector inmobiliario: la Constructora Toltén. Con la asociación de Antonio Krell, la empresa se dedicó a la compra de terrenos y la edificación de casas en las comunas de La Florida, Peñalolén y Macul. Durante este tiempo, y gracias a la solvencia de la constructora, Piñera logró amasar gran parte del capital que más adelante le ayudaría a formar otra serie de empresas, entre ellas, Bancard.

Sin embrago, cuando los precios de los terrenos subieron, Piñera y Krell, decidieron liquidar la constructora y repartir las utilidades. “Nunca había visto junta tanta plata, eran 2 millones de dólares”, confesó Piñera a la revista Qué Pasa en 1992.

Tras el cierre de Constructora Toltén, el empresario se vio tentado a reiniciar sus inversiones inmobiliarias, esta vez en Huechuraba, pero la crisis de 1982 frenó sus intenciones. Para aquel entonces, Piñera ya tenía una participación de 5 por ciento en Infinco, una empresa de asesorías financieras y evaluación de proyectos dirigida por Carlos Massad, donde participaban Antonio Krell, Joaquín Cordua y Eugenio Mandiola, entre otros.

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50 millones de dólares era el patrimonio de Piñera para 1988

En el negocio bancario, Piñera comenzó sus primeros movimientos en 1970, pero fue en el 79 cuando, a través de Infinco, participó en una asesoría al Banco de Talca, que buscaba la profesionalización del manejo del banco. Su trabajo en dicha asesoría le valió los contactos necesarios para posteriormente llegar a la gerencia general del banco, entre marzo de 1979 y septiembre de 1980. En ese periodo pasó de empleado a socio del Grupo Calaf-Danioni, dueño del banco, poseyendo al momento de retirarse un 1,8% de sus acciones.

Sobre su ingreso al negocio de las tarjetas de crédito, hay muchas versiones. Una de ellas, la que ha sido reiteradamente negada por Piñera, es que fue contratado por el empresario Ricardo Claro para viajar a Estados Unidos a informarse de sobre el funcionamiento del dinero plástico.

Piñera le habría recomendado a su entonces jefe, no ingresar a este negocio, mientras que él lo desarrollaba silenciosamente por su parte. Para muchos este fue el conflicto que generó la rivalidad que mantuvieron por años. Otra de las versiones, dice que habría sido enviado por Infinco, logrando la representación de MasterCard y Visa.

Lo que sí está claro es que Piñera fue desde un comienzo accionista minoritario de Bancard, la empresa que trajo las tarjetas de crédito a Chile. En la institución financiera Piñera poseía inicialmente el 2,94% de las acciones, aunque se haría con el control de la entidad para mediados de la década de 1980. Después de la crisis de 1982, Bancard comenzó un fuerte periodo de expansión, llegando en 1987 a controlar el 87 por ciento del mercado, que llegaba a casi medio millón de tarjetas.

Entre tanto, Piñera no sacaba su vista del negocio inmobiliario donde tenía participación, y junto con manejar sus inversiones se desempeñó en diferentes cargos. Según consta en sus antecedentes cuando fue senador, ubicados en el archivo de la Biblioteca Nacional, entre 1975 y 1978 fue consultor del Banco Mundial y entre 1974 y 1976, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo. Además, miembro del Comité Editorial de Cuadernos de Economía del Instituto de Economía de la Universidad Católica, en 1977. Asimismo, entre 1976 y 1978 se desempeñó como economista de la Comisión de esta área para América Latina (CEPAL), en el proyecto “Pobreza en América Latina”. Tras dejar la Gerencia General del Banco de Talca ejerció, desde 1980 hasta 1987, como Presidente y Gerente General de Citicorp Chile. Paralelamente, durante la década de los ochenta, fue Presidente de la Asociación Chilena de Agentes de Valores, de BANCARD S.A., de FINCARD S.A. de CMB S.A, de Inmobiliaria Las Américas S.A, de Editorial Los Andes S.A. y de Apple Chile S.A.

A fines de los 80 Sebastián Piñera ya había dado un gran salto en inversiones y pasaba a ser de ejecutivo a empresario, consiguiendo su gran objetivo de “no ser un empleado”, cosa que él mismo reconocería más tarde.

En 1989 vende la empresa Bancard a Transbank, entidad creada por siete financieras, en unos US$40 millones.

Para ese entonces, el patrimonio de Piñera se cuantificaba en una fortuna que bordeaba los 50 millones de dólares, los que hoy multiplicó por 40 llegando a los 2 mil millones y lo ubica entre los hombre más ricos de la Tierra.

Comenzaba así a cosechar los frutos de su carrera como empresario, aunque el grueso de su fortuna la haría cuando tenía puesto un pié en la política gracias a inversiones extremadamente audaces pero inteligentes, descartando casi siempre ser el administrador. Hoy, deberá hacerlo con el país. Su primera gran prueba y empresa.

5 Comentarios
  1. Santiago dice

    SERÁ CASI IMPOSIBLE LLEGAR A SABER CON CUÁNTOS MILLONES DE DÓLARES MÁS INCREMENTARÁ SU RIQUEZA CUANDO TERMINE LOS CUATRO AÑOS DE GOBIERNO, YA QUE HOY EN DÍA SÓLO SE SABE DE SUS PRINCIPALES INVERSIONES EN SOC. ANÓN. ABIERTAS, PERO NO DEL RESTO DE SUS INVERSIONES EN CHILE Y EN EL EXTRANJERO. POR ESTO SE ESTIMA UN PATRIMONIO TOTAL DE SOBRE 2.OOO MILLONES DE DÓLARES.
    OBVIAMENTE, SU GRAN NEGOCIO COMO PRESIDENTE DEL PAÍS NO LE REPORTARÁ PÉRDIDAS Y LAS GANANCIAS QUE OBTENDRÁ NO LLEGARÁN A CONOCERSE POR LOS MÚLTIPLES MECANISMOS LEGALES QUE -MANEJADOS MUY ASTUTAMENTE POR ÉL Y SUS ESPECIALISTAS ASESORES O SOCIOS- IMPEDIRÁN UN CONOCIMIENTO CLARO DEL AUMENTO DE SUS RIQUEZAS.

  2. René López Reyes dice

    Se supone que todo ese patrimonio lo forjó especulando con acciones. Sería interesante saber cuantos puestos reales de empleo ha creado al generar esas lucas. La impresión es que no muchos. Pocos con demasiadas lucas quizás pero puestos de trabajo para el grueso de la población, de clase media……….

  3. Pablo Sepulveda dice

    ¿Como un multimillonario puede dar ejemplo de austeridad e igualdad de oportunidades? O será que la apropiación, individualismo y el poder total son los valores a imponer….con los costos consabidos?

  4. marcela dice

    52% de chilenos lo eligio presidente sabiendo que era corrupto, sabiendo que trabajo codo a codo con asesinos, sabiendo que mintio, que se fugo de la justicia, que explota a sus trabajadores. Ahora esta informacion es necesaria para empezar la lucha contra sus intentos de destruir lo poco social y cultural que nos queda en Chile, porque no podemos ni de chiste transformarnos en una Italia o en una COlombia. No, jamas

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