Licitaciones en el Sence: la "caja negra" de la Capacitación

Trama secreta con la que un grupo de “amigos y conocidos”, la mayoría cercanos al Partido Socialista, logra que al menos tres millonarias licitaciones para capacitación terminen en empresas con las cuales tienen vínculos.

Con dos días de diferencia, Gestión y Liderazgo S.A., se adjudicó con el SENCE dos proyectos, los que sumados, bordearon los doscientos millones de pesos.

¿Cómo llega una empresa –que nunca antes trabajó con este servicio– a este nivel de logro y eficacia?

El 23 de marzo del 2010, a solo 12 días de realizado el traspaso de mando presidencial entre Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), adjudicó a la empresa Gestión y Liderazgo S.A., representada por Rafael Panteón Salas, la propuesta pública identificada –en el sistema conocido como “Mercado público” (ex chilecompra)– con el ID 45-309-LP09, denominada “Desarrollo del programa escuelas de emprendimiento y negocios” por un monto total de noventa y nueve millones 400 mil pesos, trámite que consagra la resolución exenta Nº 2919 de ese día y que fue refrendada por el entonces Director Nacional (S) de esa repartición, Juan Manuel Castro Rebolledo, quien había asumido su cargo en diciembre en reemplazo de Fernando Rouliez.

Dos días después, el 25 de marzo, igual servicio público, con el mismo Director a la cabeza y mediante la resolución Nº 2995, adjudicó la licitación identificada con el ID 45-308-LP09, también por un monto de noventa y nueve millones 400 mil pesos a la misma empresa, para la ejecución de la propuesta “Desarrollo del programa Directorios colaborativos”, la que debía implementarse en las regiones de Arica-Parinacota; Tarapacá; O’Higgins; de Los Ríos y Metropolitana de Santiago; zonas también comprendidas en la propuesta 45-309-LP09.

Ambas licitaciones, sin embargo, hoy son objeto de sumarios administrativos en el Sence.

CHILE, ¿PAIS DE AMIGOS?

Los proyectos licitados fueron encargados por el departamento de capacitación en empresas del Sence, área que estaba (y sigue estándolo) bajo la jefatura de Carola Daniela Campero Fernández, la que –a esa fecha– contaba con el apoyo irrestricto de la ministra del ramo, Claudia Serrano y tenía, en su equipo de gestión, al joven sociólogo Damián Valdés Piñera, sobrino del –entonces candidato– Presidente de la República.

A éste, según informó el diario electrónico El Mostrador, le correspondió apenas dos semanas después del triunfo de su tío, (Damián es hijo de Magdalena Piñera) encargarse de la Unidad de Franquicia Tributaria. El Sence, posteriormente, aclaró que no fue un ascenso sino un reemplazo temporal.

La socióloga Campero Fernández, por su parte, llega a dicho cargo después de ganar el concurso público del Servicio Civil (Alta Dirección Pública) en abril de 2008 y percibiendo un sueldo de $2.766.614 este año. Tiene contrato hasta el 31 de marzo y durante 2010 sus ingresos fueron de $4.879.459 por mes

Carola es hija de Guillermo Campero, también sociólogo –fuertemente vinculado al mundo PS– y funcionario de la oficina regional (sede Chile) de la OIT y hermana de Tomás Campero Fernández, director de Chilecompra durante los gobiernos de Lagos y Bachelet, cargo que dejó el 14 de noviembre de 2008 para pasar al BID.

La funcionaria, hoy en el Sence, venía de prestar servicios en el Sercotec, donde ocupó el cargo de Gerente de Innovación entre junio de 2006 y hasta principios de 2008, fecha en la que sale producto de serias diferencias con el entonces gerente general, Mario Ossandón. Antes de eso, había sido parte del staff de dirección del programa Chilecalifica (Minecuc-Mintrab-Minecon) cuyo director ejecutivo era también militante socialista. Entre los años 2000 y 2004, Campero se había desempeñado en el departamento de empleo del mismo Sence.

En ese período (2004), funda –junto Rodrigo Lara y Jorge Cornejo– el Instituto ROI, empresa de asesoría en recursos humanos y que volverá a tener importancia en esta historia.

PROYECTO DE 200 MILLONES

Trescientas 20 personas debían ser capacitadas a través de estos proyectos y ambos tenían vinculación funcional (y geográfica), en otras palabras, son en el fondo uno solo que fue partido en dos para efectos de su proceso de licitación. Para ser más claros, las actividades corresponden a un proceso formativo para micro empresarios en 4 regiones y se separan en actividades presenciales (talleres/cursos de capacitación) y a distancia (plataforma electrónica). Tanto el perfil de los usuarios como los montos financiados, así como las comunas, son similares y los dos se adjudican por igual cifra (99.4 millones de pesos) y al mismo ejecutor (G&L).

“Se tomo la decisión de dividir en dos las licitaciones, ya que aunque eran bastante similares, sobre todo a nivel de población objetiva, existían ciertas diferencias que llevaron a pensar que podrían presentarse instituciones que tuvieran mayor experiencia para alguno de los dos programas, pero no para ambos al mismo tiempo”, señaló María Inés Corbacho García a El Periodista. Según la encargada de ambas licitaciones la división se hizo para, en caso de ser necesario, poder adjudicar a instituciones diferentes si las propuestas y evaluaciones lo determinaran. Ello porque, siempre según Corbacho, para “las escuelas de emprendimiento se buscaba la entrega de contenido teórico con un producto entregable al finalizar el programa, cosa que para los directorios no se solicitaba; lo mismo ocurría con la metodología, donde para los directorios se pedía una metodología particular totalmente enfocada en el aprender haciendo, aprendizaje en base a la experiencia grupal y colectiva, en el caso de las escuelas”. Consultado el Sence actual, sin embargo, no está muy claro si la división fue la correcta y están a la espera de lo que determine el sumario administrativo para “identificar si efectivamente se trataba de programas distintos o se tomó una medida administrativa para evitar controles”.

Aritmética simple nos arroja un costo unitario de 625 mil pesos por beneficiario lo que es a todas luces, un valor importante (alto) en el contexto de los montos que históricamente el Sence ha destinado para capacitar a micro y pequeños empresarios y que se escapa –con mucho– del promedio del costo por trabajador en el marco de la franquicia tributaria para capacitación, cifra que bordea anualmente los 80 mil pesos por persona.

Pero, más que analizar la naturaleza del encargo y los recursos, importa encontrar la trama que compone la historia que finalmente hace que una empresa sin trayectoria como ejecutor de proyectos de capacitación para el Sence, logre desplazar a oponentes de fuste, con vasta experiencia y alzarse con dos proyectos entrelazados y que sólo se entienden como un todo. Llama la atención a los expertos consultados que de los 17 oferentes que presentan propuestas (en ambas licitaciones) solo G&L participa en ambas, lo que los lleva a pensar, dicen, que no siempre quedó claro para “el mercado” que estas iniciativas eran entendibles en conjunto.

LA LICITACIÓN

La administración pública opera las licitaciones a través de la plataforma electrónica conocida como “mercado público” (ex chilecompra), la que requiere –entre otras muchas cuestiones– que se designe a un funcionario del servicio que licita, en calidad de “encargado” del proyecto. Esta persona debe administrar el procedimiento, es decir, redactar las bases técnicas, adecuar las bases administrativas, levantar el requerimiento (licitación), responder las consultas y aclaraciones, validar y evaluar las ofertas y finalmente, proponer la adjudicación y ciertamente, ser contraparte en la posterior ejecución. Quien decide finalmente es la jefatura del departamento y esa medida es avalada (o no) por el Director Nacional. Esta función (encargada) en el proyecto que ganó G&L, la cumplió la funcionaria del departamento de capacitación del Sence, María Inés Carbacho García, contratada el 11 de mayo de 2009 en la unidad de desarrollo productivo del departamento de capacitación, con un salario de $627.736, y su trabajo anterior lo había desempeñado en la Gerencia de innovación del Sercotec, cuya jefa era Carola Campero. 

Gestión y liderazgo gana estos dos proyectos, obteniendo una muy alta ponderación en su oferta.

En el proyecto 1 le gana a ofertas de las empresas Universidad de Talca; Serprocap; Soluciones globales y el Instituto de estudios Bancarios Guillermo Subercaseaux, siendo el factor “experiencia del consultor” el criterio que catapulta su puntaje muy por encima de los restantes oferentes.

En el proyecto 2, ocurre idéntica situación, estando el ponderador de experiencia de G&L muy por sobre los restantes oferentes entre los cuales destacan la española e-Logos; Universidad Arcis; CFT La Araucana; Universidad de Concepción, empresas de dilatada trayectoria y experiencia, entre otros. Hay que destacar, sin embargo, que respecto al programa escuelas de emprendimiento, de acuerdo a la versión de Corbacho, se propuso a la Universidad de Talca “ya que de acuerdo a las evaluaciones era quien debía adjudicarse” pero el Departamento Jurídico invalidó al oferente por “considerar que no contaba con el registro del representante legal al día”.

¿Por qué, es evaluada con tan buena nota la oferta de esta empresa?

CONFIANZA CIEGA

La evaluación que el departamento de capacitación realiza, incorpora otros elementos de juicio, adicionales a los criterios formales y que son –aparentemente– la “confianza” que les generaba la empresa seleccionada, por sobre las restantes y que les hace sobre valorar una experiencia de pocos años en un mercado distinto al del cliente Sence lo que determina que en definitiva G&L sea el adjudicado.

Lo que se acaba de afirmar tiene dos ejes de sustento. En primer lugar, consta que existiría una vinculación anterior a la licitación que nos ocupa, entre la jefa del departamento de capacitación, Carola Campero y el Gerente de la empresa Gestión y Liderazgo, Rafael Panteón. El 23 de junio de 2008, Panteón remite un correo electrónico a Campero en donde le adjunta un proyecto y el análisis de costos correspondientes. Ese mismo día, Campero reenvía el citado e-mail a su equipo de gestión y a partir de dichos antecedentes y propuesta el Sence construye las bases técnicas de las licitaciones que tiempo después ganará la misma empresa de Panteón.

Como guinda de la torta, las fotografías del matrimonio de Carbacho (en octubre de 2010) muestran en amena charla a Campero, con Panteón y Leonardo Maldonado, socio de la empresa G&L.

Podría establecerse entonces una ligazón personal –al menos– entre los dueños de la empresa G&L y la jefa del departamento de capacitación del Sence, vínculo que habría potenciado su puntaje a la hora de evaluar las ofertas recibidas.

Todos ellos, además, son amigos en facebook y se siguen mutuamente en twitter, a pesar que desde el 14 de febrero Carbacho dejó de trabajar en el Sence.

Consultadas Campero sobre esta situación, dijo que debía hacerse la consulta al Sence.

SOCIOS CON PODER

El sitio web de la empresa Gestión y Liderazgo consagra que entre sus socios fundadores, aparte de Maldonado y Panteón, aparecen dos conspicuos personajes. Uno es Alberto Barrera y el otro es José Sanfuentes, ex militante del PC y quien fuera vicerrector Académico de las Universidades Vicente Pérez Rosales y Arcis. Barrera, por su parte, ofició de asesor del ministro Osvaldo Andrade durante el ejercicio, del hoy diputado, como titular de Trabajo y Previsión Social entre los años 2006 y 2008. En este lapso correspondió al ministerio “autorizar” la contratación de las jefaturas de departamentos del Sence, provenientes de las ternas seleccionadas por el servicio civil y el propio Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, hablamos de que el gabinete del ministro del Trabajo tenía alta influencia en la decisión respecto de quienes ocupaban cargos de jefatura en el Sence. Barrera es militante del PS. José Sanfuentes, hoy Rector del IP Arcos, es socio junto a Leonardo Maldonado, Rafael Panteón y el ex presidente de BancoEstado y hoy titular del club deportivo de la UC, Jaime Estévez, en la empresa consultora Gulliver S.A. (RUT 76.609.870-3), que el 2008 se adjudicó con Sercotec un proyecto de similares características al licitado por Sence al año siguiente, denominado “Diseño e implementación de una comunidad virtual de trabajo colaborativo para emprendedores”. Este proyecto (ID 585-11039-LP08 en el mercado público), con un costo de 65 millones de pesos fue requerido por la Gerencia de innovación de Sercotec, cuya jefa hasta mediados de ese año fue Carola Campero. Uno de los evaluadores de las ofertas presentadas a Sercotec, fue Inés Carbacho, misma funcionaria que al año siguiente sería la encargada de evaluar las ofertas de un proyecto de gran similitud y que es adjudicado a la empresa Gestión y Liderazgo S.A., cuyos socios son los mismos que Gulliver S.A. En esta última además, actualmente es socio y director de proyectos Felipe Contreras Haye, quien fue pareja de Carbacho y discípulo de Fernando Flores, pero que renunció a su puesto en el ministerio de Economía para trabajar en la campaña de Eduardo Frei. “Actualmente también, junto a un gran profesor, amigo, y ahora compañero de ruta, emprendimos una empresa de Colaboración Virtual, Innovación Corporativa y Redes Sociales: Gulliver”, dice en su página www.felipecontreras.cl.

Consultada Corbacho por El Periodista si no hubo, en ese momento, conflicto de intereses, señaló a este medio que no existía problema alguno porque “Felipe y yo nos encontrábamos separados de hecho desde abril de ese año, no era socio de Gulliver, sino que solo trabajaba ahí y Sercotec se rige bajo normativa laboral de empresa privada”.

Resulta llamativo, por otra parte, que cuando Rafael Panteón le remite el proyecto a Campero, en junio de 2008, utiliza el mismo formato que había entregado a Sercotec meses antes, documento que, incluso, lleva el logo de dicha repartición pública, época en la que Campero era jefa de la Gerencia de Innovación.

La sorpresa se incrementa cuando se constata que el 14 de junio de 2009, el Sence contrata a la empresa Gulliver S.A. para la ejecución del proyecto “Diseño e implementación de una comunidad virtual de aprendizaje”, por un monto de 35 millones de pesos, licitación que también es operada a través de la plataforma “mercado público” y se reconoce con el ID 589-11359-LE08.

El mencionado proyecto es encargado por el departamento que dirige Carola Campero Fernández, claro que ahora el encargado de administrar el procedimiento es el psicólogo de esa área, Jaime Sáenz Salas, funcionario que también participa del diseño de los proyectos para Gestión y Liderazgo.

DIVIDIR PARA ADMINISTRAR

Los proyectos SENCE, adjudicados a Gestión y Liderazgo, muestran otro elemento especial y es que, finalmente, a pesar de ser dos contratos distintos, son asimilados como un solo proyecto y ejecutados de ese modo.

Lo primero que se debe consignar, según nuestras fuentes, es que la Ley de compras públicas obliga a quien licita por sobre las 5 mil UTM (en este caso, algo más de $ 184.000.000) a recurrir a la Contraloría General de la República para la “toma de razón”, tanto de la convocatoria (llamado a licitación) como del resultado del proceso, lo que permite asegurar que para montos altos habrá un ente contralor que resguarda la transparencia del procedimiento.

Ciertamente, esto ralentiza el proceso y obliga a mayor tramitación. La misma Ley es explícita en declarar que quien divide artificiosamente un proyecto solo a objeto de disminuir el monto total y no tener que recurrir a la toma de razón, cae en un ilícito y debe por tanto ser penalizado.

En la fase de ejecución aparece un tercer actor, el BancoEstado, quien tiene la responsabilidad de proveer los alumnos o beneficiarios y además contratar al Instituto ROI para que realice el acompañamiento y evaluación del impacto del proyecto, cuestión –esta última– que efectivamente ocurre y se constituye una ejecución que, financiada con recursos públicos del Sence, agrega a la empresa Gestión y Liderazgo (a cargo del proyecto) al Instituto ROI, que –como se dijo– tuvo en Campero Fernández a su socia fundadora y Gerente Comercial.

En pocas palabras, nos encontramos con una red de conocidos que desde posiciones privadas y públicas intervienen en una trama que ha significado licitar cuatro proyectos de similar naturaleza, al Sercotec y al Sence, por 300 millones de pesos, que ha logrado contratar a tres empresas en las cuales directa e indirectamente aparece vinculada la jefa del departamento que licita, y que sostienen varios denominadores comunes: una misma jefatura, avalada por personeros ligados al PS, Carola Campero Fernández, que se mueve por estos dos servicios, llevando a una misma evaluadora, Inés Carbacho García y que finalmente significa que un grupo empresarial (Gestión y Liderazgo S.A y Gulliver S.A) más el Instituto ROI resulten altamente beneficiados con esta gestión. 

Consultados los directores regionales del Sence en las regiones donde se ejecutaron los proyectos, todos declaran no haber participado de las distintas fases, es decir, la decisión de implementar un proyecto de capacitación de alto costo para micro empresarios de las regiones de Arica, de Tarapacá, de O’Higgins, de Los Ríos y de la Metropolitana, nunca consideró a las opiniones de los directores regionales respectivos y, por ende, tampoco participaron del proceso de licitación y menos de su evaluación; en definitiva, todo, desde el diseño hasta la contratación, fue decisión del departamento de capacitación en empresas, nivel central.

Pero eso no es todo, consultado en el Sence si los trabajos licitados por G&L se cumplieron a cabalidad, la respuesta fue que los mismos fueron supervisados por María Inés Corbacho y que, al evaluarse los resultados, éstos no calificaron por lo que se actuó en consecuencia: “se inició un sumario administrativo y se decidió reforzar la fiscalización para, en razón de sus conclusiones, tomar las medidas correspondientes. Además, se cobraron las boletas de garantía y se retuvieron los pagos pendientes”, fue la respuesta oficial del Sence.

1 comentario
  1. alvaro fischer dice

    Resulta increible , por decir lo menos, que el SENCE, servicio dependiente del ministerio del trabajo donde oficia de Ministra la ex senadora Evelyn Mattey, reconocida por su rectitud, haya prolongado el contrato de la señora Campero Fernandez a pesar de lo denunciado por El Periodista. ¿Como es posible que este gobierno que acuñó el eslogan de que solo trabajaría con los mejores y que despidió a más de 15 funcionarios, se quede con funcionarios reconocidamente corruptos?.

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