Los planes de Rodrigo Peñailillo para reforzar la Inteligencia

Rodrigo_PeñaililloFuturo ministro del Interior llegará con complicado proyecto de reorganización del control de las tareas de seguridad e inteligencia civil, incluyendo una mayor vigilancia de sectores sociales descontentos.

Por Pedro H. Rojas K.

En una nota publicada el 26 de febrero, el sitio de noticias sobre defensa y seguridad español Infodefensa consignó que la administración que encabezará la presidenta electa Michelle Bachelet planea crear un Centro Nacional de Mando, destinado a coordinar todas las actividades relacionadas con la seguridad interior del país, incluyendo tanto a la inteligencia como también a un área de creciente importancia como es la Ciberseguridad.

El proyecto, que sin duda generará preocupación en sectores de la ciudadanía, por la posible invasión de privacidad, es también reflejo de los problemas que tiene Nueva Mayoría para abordar temas de seguridad e inteligencia.

La nota pasó aparentemente desapercibida para el grueso de la audiencia local, aunque EP sabe que ella ha sido ampliamente leída y comentada en altos niveles, tanto del gobierno saliente como de la nueva administración que asumirá el próximo 11 de marzo. Ello a pesar de que EP había publicado poco antes una nota sobre el mismo tema, específicamente sobre la decisión de suspender el inicio de la implementación de un Centro de Ciberseguridad, proyecto que venía siendo gestionado por la Agencia Nacional de Inteligencia ANI.

Al respecto, Infodefensa entrega más información sobre esa decisión, precisando que ella fue tomada bajo exigencias del futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien se habría reunido a mediados de enero con el jefe actual de esa cartera, Andrés Chadwick, para plantearle que en cualquier caso ese proyecto sería cancelado por la próxima administración, que ya tenía elaborado otro sobre el particular. Ante el escenario planteado por Peñailillo, Chadwick adoptó la decisión más lógica -según observadores era la única opción posible- cancelando el proyectado inicio de la implementación del Centro de Ciberseguridad planificado por la ANI.

El primer pasó de ese proyecto de la ANI consideraba la compra inicial de equipamiento por valor de 3 millones de dólares, cuyo financiamiento ya estaba aprobado y que debía ejecutarse entre fines de enero pasado y las primeras semanas de febrero. De ahí la urgencia que llevó a Peñailillo a entrevistarse con Chadwick y exigir la suspensión del mismo porque, según la información publicada en España, el proyecto alternativo con que la administración Bachelet llegará a palacio ya tiene identificados otros equipos y otros proveedores, que no serían los mismos seleccionados por la agencia civil de inteligencia. La cifra que el nuevo gobierno planea invertir en el nuevo proyecto ascendería, según los informes, a 30 millones dólares. Lo preocupante del caso es que, según la información publicada por Infodefensa, el proyecto que el futuro gobierno llegará a implementar considera equipamiento, por el mencionado valor de 30 millones de dólares, que ya habría sido negociado con los respectivos proveedores.

Respecto a la situación planteada por la compra de equipamientos ya seleccionados y negociados, varios observadores consultados por EP señalaron que, de ser así, se trataría de un proceso de negociación muy irregular, porque habría tenido lugar fuera del sistema oficial de compras del Estado y llevado por personeros que aún no se constituían en autoridad. Pero, algunos plantearon su temor de que las negociaciones pudiesen haber tenido lugar en el marco de la recaudación financiera para la campaña presidencial de la Nueva Mayoría, que fue manejada por la ahora nominada subsecretaria de las FFAA, Carolina Echeverría, y donde se habrían recibido aportes de varias empresas proveedoras de equipo militar y de seguridad. Es una situación que, según coinciden los observadores, merecería ser investigada por instancias como la Cámara de Diputados e incluso la Contraloría General de la República.

Entre las cuerdas y el trompo

Según Infodefensa, el proyecto del Centro Nacional de Mando y Ciberseguridad habría sido elaborado bajo la supervisión de Rodrigo Peñailillo y el futuro subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. Sin embargo, muchos otros aspirantes a tener una posición en el sistema estarían también involucrados. Uno de ellos sería el ex subsecretario de Guerra y ex embajador Gabriel Gaspar (PS), quien ambicionaba regresar al Ministerio de Defensa, pero vio desvanecerse sus posibilidades. Gaspar, que es conocido como «Gato» entre los socialistas y en otros círculos, no es persona que se desanime fácilmente ni es de poner todos los huevos en un único canasto, por lo que también apostó a los planes de reorganización del sistema de seguridad interior que durante el 2013 se elaboró bajo el alero del futuro comando de Bachelet.

Según algunas fuentes, Gaspar sería uno de los proponentes y autor de la idea de coordinar todas las actividades de inteligencia interior desde el propio Ministerio del Interior, creando una nueva instancia para tal efecto, que sería el Centro Nacional de Mando. Sin embargo, el trabajo duro en la propuesta no habría sido elaborado por el mismo Gaspar, sino por uno de sus más cercanos colaboradores, Carlos Maldonado. Este último es funcionario de planta de la ANI, aunque debido a sus complicadas relaciones personales y profesionales con los jefes de esa agencia, que observadores atribuyen a su afición a usar los recursos de la organización para fines personales y a filtrar a la prensa información reservada, en ese periodo estuvo destinado en comisión de servicio en el Ministerio de Defensa. Allí se desempeñó entre los años 2000 y 2006 como asesor de Gabriel Gaspar en la Subsecretaría de Guerra, durante el gobierno de Ricardo Lagos, tras lo cual pasó a integrar el gabinete de asesores del ministro de Defensa, donde estuvo hasta el año 2011, cuando habría sido forzado a regresar a la ANI tras la llegada a Defensa del ex ministro Andrés Allamand.

Carlos Maldonado habría elaborado un proyecto que considera dotar al Centro de Mando Nacional de capacidades substanciales para la vigilancia de las comunicaciones telefónicas y mediante internet, las que quedarían camufladas bajo las actividades de Ciberseguridad del centro de mando. Aunque está por verse si semejante intervención en la privacidad de los chilenos sería legalmente aceptable, dichas capacidades no son el objetivo final del proyecto, sino uno de sus medios. Ellas serían complementadas con otras herramientas de la inteligencia, como los seguimientos y la infiltración de agentes encubiertos, permitirían al organismo monitorear las actividades e intenciones de los grupos, movimientos y sectores políticos que pudiesen amenazar con desestabilizar la segunda administración de Michelle Bachelet.

La lista de esas potenciales amenazas a vigilar es encabezada, como sería de esperar, por las organizaciones estudiantiles, pero también figuran grupos anarquistas, las grandes organizaciones sindicales y, sorpresa, los aliados circunstanciales de Nueva Mayoría en el Partido Comunista. Entre estos últimos la prioridad de vigilancia se focalizaría sobre los parlamentarios recientemente elegidos por el PC, donde hay algunos que mantienen estrechos lazos con las organizaciones estudiantiles, como Camila Vallejo y Karol Cariola.

Sin embargo, tanto Gabriel Gaspar como Carlos Maldonado estarían enfrentando hoy, según algunas fuentes, una fuerte competencia para formar parte de la dirección del nuevo organismo, debido a que Peñailillo y Aleuy favorecerían a otras figuras más jóvenes y de más bajo perfil para encabezarlo. Es por ello que Gaspar habría redirigido su interés hacia la propia ANI, ofreciéndose para dirigirla, alternativa que también sería favorable para Maldonado. Sin embargo, también hay otros candidatos a dirigir la ANI en el periodo 2014-2018. Entre ellas se contaría el anterior director de la ANI y de su predecesora DISPI, Gustavo Villalobos. Pero algunas fuentes señalan que Villalobos no está realmente interesado en volver a su antiguo empleo y que su candidatura virtual fue levantada en realidad por otros funcionarios y ex funcionarios de la agencia civil de inteligencia. Ellos serían encabezados por Iván Witker, que continúa desempeñándose en la ANI en paralelo con sus actividades académicas y de consultoría, aunque habría sido degradado en su autoridad en el 2010 por el actual director Gonzalo Yuseff. El grupo encabezado por Witker es gente que bajo la actual administración fue degradada o incluso marginada del organismo y que espera que Villalobos les restablezca en sus posiciones anteriores.

Pero Iván Witker es también un personaje complicado, que está enfrentando gran oposición entre los personeros de la nueva administración. Militante del PS en su juventud, estuvo exiliado en los años ochentas en Checoslovaquia, donde estudio periodismo en Praga. Regreso a Chile poco antes del restablecimiento de la democracia, y a partir de 1990 se desempeño como asesor del Senador Ricardo Núñez, a la sazón Presidente del Senado. En 1993 volvió a Praga, para seguir estudios de Doctorado en Ciencias de la Comunicación. A su regreso ingresó a laborar en la DISPI, mientras comenzaba también a abrirse espacio en el mundo académico, y pasó a integrar la planta de la ANI cuando esta última fue creada. Aunque Witker está, según fuentes, «muy lejos» de ser amigo de Carlos Maldonado, ambos comparten una similar mala fama dentro de la agencia, producto de su inclinación a usar los recursos del organismo para actividades personales o externas, y también de filtrar información a medios de prensa.

Sin embargo, el principal pecado de Iván Witker, y lo que le estaría complicando ahora en su intento de re-escalar dentro de la ANI, es su maniobra de vestirse con ropajes de hombre de Derecha a principios del 2010, cuando intentó ser nombrado director de esa organización por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Algunos observadores afirman que en realidad la situación es a la inversa, y que Witker se ha convertido realmente en un hombre de Derecha, aunque todavía pretende pasar por Izquierdista. Como sea, su intento estuvo a punto de alcanzar sus objetivos, porque algunos parlamentarios de RN cayeron en la argucia y lo recomendaron al entonces Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, aunque sin éxito. Pero el episodio no pasó desapercibido para la gente de la Centro-Izquierda, que hoy no se lo perdona.

Otro candidatos a dirigir la agencia sería Hugo Espinoza (PS), que anteriormente encabezó la «Oficina», antecesora de la DISPI y la ANI, creada originalmente para neutralizar al FPMR y otros grupos de extrema izquierda que permanecieron activos tras la restauración de la democracia. También se menciona el nombre de Alfonso Nespolo, un operador de gran perfil al interior del PS pero menos conocido en el exterior. Caracterizado por un interés de larga data en los temas de defensa y seguridad, Nespolo se ha desempeñado en varios cargos ligados a La Moneda en todas las administraciones de la Concertación y sería, según las fuentes, el candidato para dirigir la ANI del nominado Subsecretario del Interior Mahmud Aleuy. Otro nombre que circula es el del abogado Luis Correa Bluas, hijo del ministro de la Corte Suprema Luis Correa Bulo y director del Instituto Igualdad del PS, quien contaría con el apoyo del senador Camilo Escalona.

Según fuentes consultadas por EP, el nuevo director de la ANI será nominado está semana por la presidenta electa Michelle Bachelet, pero su nombre será revelado después del 11 de marzo.

La complicada pero necesaria ANI

La creación de la Agencia Nacional de Inteligencia obedeció a presiones de diferentes sectores, especialmente de la Derecha, que exigían la institucionalización de un organismo que desde los años noventas existía y funcionaba «de facto», a la sombra del Ministerio del Interior. La tramitación del proyecto de ley respectivo partió bien, orientado hacia la creación de un organismo que se encargaría de generar información clasificada y detallada para la toma de decisiones del gobierno en un amplio abanico de áreas del sector público, incluyendo seguridad interior, contra-inteligencia y política vecinal. Ello comprendería la capacidad de trabajar con los organismos de inteligencia policial y le daría autoridad para coordinar el trabajo de los organismos de inteligencia militar, en lo relativo a la información residual sobre las áreas mencionadas que, en el desarrollo de sus actividades, recogen dichos organismos castrenses.

La Ley 19.974, promulgada en el 2004 por el entonces Presidente Ricardo Lagos, finalmente creo la ANI, pero sin dotarla de las atribuciones y autoridad para cumplir el antes mencionado rol de coordinación de las tareas de inteligencia del Estado. Pero, el nuevo organismo carecía de toda autoridad para desarrollar sus propias actividades encubiertas de acopio de información, quedando limitada a recurrir a fuente abiertas, término que alude a publicaciones de prensa, documentos de acceso público y a lo que las personas quieran decir sobre un determinado tema. En lo referente a la relación con los organismos de inteligencia militar, se estipula que estos deben entregar la información residual sobre temas no militares relacionados con la seguridad a la ANI, pero no se dio a esta última la autoridad para exigir esa información. Sin embargo, tan grave y evidente falencia no fue corregida, como pudo haber sido fácilmente mediante decreto, por los gobiernos posteriores hasta la fecha.

La Ley 19.974 dotó a la ANI con un una planta de personal en torno 100 personas, cuatro vehículos y un presupuesto operativo anual de 7 millones de dólares, lo que fue calificado como «ridículo» por un observador extranjero especialista en servicios de inteligencia. Y aunque la planta ha sido reforzada con un pequeño número de gente a contrata o a honorarios, y los elementos materiales y financieros reciben ocasionalmente suplementos, la verdad es que los medios con que ha contado la agencia chilena desde su creación en el 2004 palidecen si se les compara con aquellos asignados por Brasil y Argentina a sus organismos equivalentes. Por ejemplo, el SIDE de Argentina, que tiene competencia y medios para desarrollar todo tipo de actividades encubiertas, incluyendo escuchas e intervención de correos electrónicos, y cuyos funcionarios pueden portar armas y hacer detenciones, tiene cerca de 4 mil funcionarios.

Distintos observadores coinciden en que la creación de la ANI no perseguía dotar a Chile de un verdadero y efectivo servicio de inteligencia civil, sino satisfacer exigencias de sectores externos o periféricos al mundo político nacional. «A los gobiernos de la Concertación, hoy mutada en Nueva Mayoría, no les gusta trabajar con organismos de esta naturaleza institucionalizados, con competencias definidas legalmente y respecto de cuyo uso La Moneda debe hacerse responsable. Ellos prefieren lo informal, sin trabas ni limitaciones, y donde la responsabilidad, cuando algo va mal o sale a la superficie, puede ser redirigida o negada”, señaló a EP un observador calificado.

Otro factor que ha pesado es que los temas de inteligencia son siempre abordados por la opinión pública, no siempre bien informada, con referencia a organismos de la represión del régimen militar, en particular la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) del General Manuel Contreras y su sucesora, la Central Nacional de Informaciones (CNI). Pero, aunque empleaban algunas herramientas del trabajo de inteligencia, esos eran organismos de represión política con un carácter militar, cuyo sistemático empleo de la tortura, el asesinato y la desaparición de personas fue claramente criminal. En cambio, la organización en que se pensó cuando se comenzó a estudiar la creación de la ANI era un organismo de inteligencia civil, destinado a proveer información para la toma de decisiones al más alto nivel, con competencias legalmente delimitadas y sometido a la supervisión de las autoridades de gobierno.

Aunque el organismo que finalmente se creó adolece de importantes limitaciones, la ANI ha sido capaz de proveer importantes servicios al país. «Considerando su tamaño, así como los limitados recursos y autoridad con que cuenta, la ANI es probablemente una de las reparticiones públicas más productivas en Chile hoy», subrayó un observador cercano a La Moneda. Explicó que «desde su creación, los gobiernos la han culpado de situaciones que en realidad han sido errores propios, y donde la agencia, por su propia naturaleza y subordinación, no ha podido defenderse de las acusaciones injustas». Y es que la relación entre los servicios de inteligencia civil y sus gobiernos es siempre complicada, porque las autoridades políticas no están obligadas a adoptar el curso de acción que el respectivo informe de inteligencia podría sugerir. Al contrario, las autoridades tienden a ignorar esos informes, especialmente cuando ellos contradicen sus creencias o no coinciden con sus visiones ideológicas. Es lo que ocurrió con el entonces Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, en el caso bombas y el caso del ciudadano paquistano Saif Khan, donde la autoridad desoyó las advertencias de la ANI respecto de que ambas casos estaban siendo mal llevados.

La reducción de facto de las competencias y actividades de la ANI, que al parecer forman parte del proyecto con que el Ministro del Interior Rodrigo Peñailillo asumirá su cargo, se perfila como un gran error, que no sólo afectará al gobierno sino también a los intereses del país en su más amplia concepción. Lo que correspondería es perfeccionar su organización y su estructura legal, dotándola de mejores medios y competencias, y al mismo tiempo introduciendo mejores y más seguros medios de supervisión de sus actividades, que garanticen en igual medida su subordinación a la autoridad y su eficacia. Un elemento fundamental a atender es su personal, corrigiendo para empezar la falta de continuidad laboral que afecta a sus funcionarios. No hay un escalafón, lo que se traduce en falta de incentivo para el buen desempeño, y en que los que quieren ascender o tener una mejor posición recurran a las relaciones políticas contingentes para obtenerlo.

Debe haber un escalafón ó carrera en la ANI, donde se valoren los meritos personales, con reglas claras de contratación, promoción y despido. Las decisiones sobre personal no deben seguir supeditadas exclusivamente a la opinión del director del organismo y de sus amos políticos, donde estos últimos repetidamente han ordenado la contratación de personas no calificadas como pago de favores. La corrección de esas deficiencias no sólo mejorará la eficiencia de la ANI, haciendo que los servicios de inteligencia de las FF.AA. tengan más confianza y mejor disposición a colaborar y trabajar con ella. De ello también depende la relación y la confianza hacia este organismo de sus similares de otros países, dentro y fuera de la región latinoamericana, que es también importante para el interés nacional.

12 Comentarios
  1. Javier dice

    El contenido de esta nota es tremendo. Los tironeos de los camaleones de la política, por asegurarse puestos donde cobrar bien por hacer poco o nada son secundarios. Lo que impresiona es que se hagan planes y negocios que involucran a organismos y fondos fiscales al margen de los mecanismos y procedimientos que para eso tiene el Estado.
    ¿Alguien recuerda lo que pasó con el satélite? Lagos quiso comprarlo, sin licitación, entre gallos y medianoche, en las últimas semanas de su gobierno, pero Contraloría no le dío el pase. Como al parecer los compromisos asumidos y probablemente ya cobrados eran muy fuertes, se quizo proceder con esa compra a tres meses de iniciado el primer gobierno de Bachelet. Se levantaron muchas voces cuestionandolo, y se hizo una licitación, de escasa transparencia, donde fue adjudicado el mismo fabricante. Lo único que cambió fué el precio, que subió.
    Y ahora estoy, de querer espiar a los movimientos sociales, a los sindicatos e incluso a los mismos aliados políticos. Parece que esta gente realmente quedó marcada, para mal, por la experiencia de haber vivido en la República Democrática Alemana (RDA)

  2. Antonio dice

    ¿Javier, y recién te das cuenta? No te enojes, es sólo una broma.
    Esto viene desde arriba, de quien dirige a toda esta gente, y se desgrana hacía abajo. Es como una corte, con su reina, sus príncipes, sus duques y toda esa gente. En general, gente que se tiene a sí misma en alta estima, que sistemáticamente intercambian alabanzas entre ellos, mientras miran para abajo o ignoran a los demás, y que hacen poco de provecho para el conjunto de la sociedad, aunque se llenan la boca hablando del «servicio público».
    ¿O será que les he escuchado mal y en realidad hablaban de «servirse del público»? Quizás ha sido eso.
    No, no lo creo.
    ¿Saben cómo es el protocolo que rige los contactos del público con la Reina Isabel II de Inglaterra?
    Es bien simple. La gente no puede iniciar la conversación con la soberana. Es ella la que se dirige a las personas, con comentarios y preguntas específicas, y las personas sólo pueden responderle, y sin salirse de los temas planteados por ella.
    Es más o menos lo mismo con la señora que asumirá en un par de días. Nunca se pronuncia sobre los temas que se le plantean, prefiere permanecer en distante silencio, y esquiva sistemáticamente las preguntas y el debate. Y es el modus que siguen todos los miembros de su corte. La gente no tiene derecho a preguntarles nada, ni ellos obligación de responder sobre temas que no sean de su elección.
    Si a alguien no le ha quedado claro, seamos más didácticos. Vayan a Youtube y busquen el video donde aparece la Sra. Bachelet en las dependencias de la Onemi en la madrugada del 27 de febrero del 2010. Ahí verán cuando su amiga y consejera María Angélica Álvarez, la «Jupi» para sus cortesanos, le dice que no puede informar a la gente del peligro de tsunami, y ella asume ese consejo circunspectamente, como lo más natural, y no de una situación en que peligra la vida de personas.
    Por todo eso, no debe sorprendernos lo que dice esta nota. Es más o menos coherente con la línea de esta gente.

  3. Enrique dice

    Lo que tiene mas sentido del articulo del periodista Rojas es la ultima parte en donde señala la necesidad de crear estímulos para aumentar la efectividad laboral. Me pregunto si el Rojas tiene buenas fuentes para «disparar» sin aviso contra la calidad profesional de algunos funcionarios que el menciona. Me parece que hay mala leche cuando se ataca a las personas sin que estas se puedan defender. Eso en nuestro país tiene un nombre bien claro que no lo voy a repetir. El Rojas escribe sobre los supuestos que para mi es pelambre y nada mas.

  4. Servando dice

    Otra situación oscura en que aparece Carolina Echeverría. Eso explica en buena medida la forma en que la han defendido. Buenos ejemplos lo del satélite y el video del 27F, dos episodios que retratan de cuerpo entero a estos «progresistas».
    La cosa huele muy mal. Ya se ve con claridad que van a fallarle a la gente de nuevo.
    ¿Alguien tomó nota de la salida que tuvo Bachelet hace poco? Dijo estar preocupada por que la gente ha crifrado muchas expectativas en su segundo gobierno. Y lo dijo en un tono como quien viene llegando del espacio exterior. Debió haberlo dicho antes de las elecciones. Eso habría sido honesto de su parte. Decirlo ahora es un insulto a aquellos que votaron por ella.

  5. Javier dice

    Enrique, basta revisar la ley que creó la ANI para ver que parte de sus falencias es la no creación de un escalafón ó carrera profesional, además de lo limitado de sus recursos humanos y materiales con que se le dota. Es una organización completamente en el aire, donde desde el director para abajo nadie tiene seguridad de nada respecto del futuro, lo que difícilmente es un aliciente al desempeño ó va a atraer a los mejores elementos. Salvo, por supuesto, algunas personas que tengan un interés realmente grande en trabajar en el área, aunque lo más probable es que dicho interés deba eventualmente ser sacrificado en beneficio de las demandas de estabilidad y bienestar de la familia y los hijos.
    Que las reparticiones públicas, dentro de las cuales está la ANI, son regularmente usadas para pagar favores políticos mediante retribuciones de orden laboral, es ya parte del paisaje de Chile. ¿Necesitamos discutir y rebatir lo que es evidente?
    Considerando que hasta los servicios de inteligencia de las instituciones castrenses de nuestro país, donde al menos hay escalafón, carrera y estabilidad; tienen a pesar de eso problemas para atraer y conservar profesionales civiles, que necesitan para cubrir algunas necesidades específicas. A partir de ese hecho, no se requiere de gran imaginación ó perspicacia para concluir que para la ANI debe ser mucho más difícil.
    La nota no dice que el conjunto de quienes laboran en la ANI no cumplen sus labores como es debido, sino que hay algunos de ellos que no lo hacen. Señala, en forma bien específica, que algunos de estos últimos estarían más dedicados a servirse de la organización para desarrollar otras actividades fuera de ella, sin duda en función de mayores ingresos. Más específicamente, ahí se menciona a un señor que tiene actividades académicas en más un centro de educación superior (fácil de averiguar con un buen motor de búsqueda). La gente que trabaja así inevitablemente termina comprometiendo o perjudicando su desempeño en una de sus actividades paralelas.
    Que en la ANI, y en las organizaciones no institucionalizadas que la precedieron, ha habido siempre elementos proclives a filtrar información a la prensa, lo que es una evidencia clara de poco profesionalismo, es un hecho conocido en círculos más cercanos a la defensa y la seguridad. De hecho, en esos círculos se ha citado ese hecho como la principal razón de la resistencia de los servicios de inteligencia militar a colaborar más con el organismo civil. Muchas veces la información reservada que esos servicios proveyeron fue después filtrada, comprometiendo el trabajo de esos servicios.
    Tu intento de descalificar esta nota colgándole el cartel de «pelambre» es superficial. La nota es mucho más que los alcances que hace a la ANI como organización. Ella se refiere a problemas graves en un sector del liderazgo político de nuestro país que se autocalifica de «progresista», que entre otras cosas se expresan en su poco democrático manejo de los organismos de seguridad, ANI incluida. Peor, se refiere a planes para usar esos organismos contra la oposición y la disidencia, que es aún menos democrático. Si con lo del «pelambre» apuntas a que las fuentes no son identificadas, lamentablemente esa es en muchos casos la única forma en que el periodismo puede acceder a la información y llevarla al público. Recuerda a Watergate y a otras situaciones similares reveladas por la prensa.

  6. Andy dice

    Quiero hacer un alcance al último comentario de Javier, que ha sido un gran aporte.
    Seguramente quienes leyeron la nota y estos comentarios se preguntarán porque se cuestionan tanto en la nota las filtraciones de información, que se dice habrían hechas por funcionarios de la ANI, en circunstancias de que la información que se publica sobre los problemas de ese organismo parece provenir, también, de filtraciones dese su interior o de personas cercanas a esa organización.
    Pero hay una gran diferencia en filtrar información de inteligencia sensible y clasificada, destinada a ayudar al proceso de toma de decisiones de la autoridad política, y obtenida por servicios militares ó policiales quizás mediante agentes o medios técnicos encubiertos. Eso es grave, porque junto con revelar el nivel de información del Estado sobre potenciales amenazas, hacer pública esa información permite también que los entes que representan tales amenazas, sean ellos estatales o no-estatales, se enteren de que están siendo monitoreados o infiltrados, y tomen medidas en contra que incluso podrían poner en peligro a agentes encubiertos.
    Nada de eso forma parte de la información obtenida y expuesta en esta nota. Ya sea obtenida mediantes contactos al interior de la ANI, o contactos fuera de ella, la información respecto de dicho organismo no es información sensible para el Estado y su seguridad. Es más bien una voz de alarma, una suerte de denuncia de los problemas que tiene esa agencia, y de los problemas que pueden generar las ideas con que llegará el nuevo gobierno respecto de los organismos de seguridad e inteligencia. Y dentro de eso se plantea abordar esos problemas y subsanarlos, para beneficio del país, dentro del marco de la ley y del sistema democrático, lo que yo creo que es muy correcto.
    En realidad, volviendo al tema de las fuentes y las «filtraciones», buena parte de la información que forma parte de esta nota parece provenir, más bien, de fuentes con acceso privilegiado dentro del PS y en el entorno de las próximas autoridades. Esa es la impresión que me ha dejado su lectura.

  7. Enrique dice

    Javier: agradezco tus comentarios sin embargo te planteo la siguiente pregunta. Por qué los medios masivos de comunicación como el Mercurio, La Tercera o los canales de televisión no le han dado cobertura a este supuesto plan? Cómo explicas que el ministro del interior tampoco ha hecho algún tiempo de comentarios al respecto? De ahí que sostengo que el autor no ha practicado un periodismo serio, el se baso en pelambres y no en fuentes fidedignas. Ademas cuestiono su intencionalidad cuando menciona nombres de personas que no se pueden defender. El parece conocer la reglamentación interna del ANI por lo tanto sabe que los funcionarios no pueden escribir ni aparecer en publico representando la oficina. En nuestro país donde los derechos laborales son restringidos como es que este tipo de organismos tiene en sus staff a personas que usan los dineros fiscales para sus beneficios personales. No sera que se esta usando este medio para ocultar falencias? Seamos serios y no nos dejemos meter en dedo en la boca.

  8. Alfredo B dice

    Peñailillo tiene que vigilar a las FFAA y a la Udi Rn y los empresarios. Esos son losque amenazan la estabilidad de la democracia, SIEMPRE.
    Seguramente perderán el tiempo y recursos plata del Estado, o sea de todos los chilenos, vigilando a los que queremos MAS DEMOCRACIA y TRANSPARENCIA.
    Vigilen a los que no quieren Fin al Binominal, que se oponen a la Nueva Constitucion, y a los que quieren criminaliazar a los Mapuche y estudiantes.

  9. Javier dice

    Buena pregunta, Enrique, pero creo que hay buenas respuestas que no requieren que nos desvelemos.
    ¿Porque tendría el ministro Chadwick que conocer en detalle los planes del próximo gobierno y su sucesor, más allá de que el nuevo gobierno va a revisar ciertos proyectos como el relativo a la ciberseguridad? No creo que Peñailillo haya ido a verle para entregarle todos los detalles. Más allá de que no era seguramente su intención, tampoco era necesario para los fines de su entrevista. Bastaba decirle a Chadwick que habrá un proyecto nuevo de ciberseguridad. A partir de eso, no creo que el todavía ministro tenga algún interés en decir algo, a estas alturas.
    Sobre las personas que no se pueden defender, no entiendo porque crees que es así. ¿Están maniatadas o amordazadas? No lo creo. Pueden responder, tienen derecho a hacerlo, pero no lo han hecho. Eso es todo. No olvides que esta gente, de la jefa para abajo, no es de dar explicaciones, como bien dice en su comentario, más arriba, Antonio.
    Sobre ocultar falencias, la nota más bien los revela, aunque, por supuesto, podrían haber más deficiencias en el sistema. Lo que tu mencionas sobre empleo de dineros no aparece mencionado específicamente en la nota. Allí se mencionan recursos, que pueden ser de toda índole, desde uso de computador e impresora, pasando por la tinta y el papel pagado por los contribuyentes, hasta el acceso a información clasificada.
    Estos servicios tienen accesos a ciertas bases de datos, que perfectamente se pueden usar para hacer trabajitos pagados por ahí. ¿Nadie tiene un amigo en la Dipolcar, al cual ha recurrido para conseguir la dirección y los teléfonos de algún pariente o amigo perdido de vista hace tiempo? Es el tipo de información que sería muy apreciada por una empresa de cobranzas. Lo digo a modo de ejemplo, porque he escuchado de casos así.
    Los derechos laborales de la gente que trabaja en los servicios de inteligencia como el de este caso, que es un servicio civil, no están tan restringidos, excepto en el derecho a asociación gremial y las huelgas.

  10. Andy dice

    Alfredo, tu preocupación es comprensible, pero no parece que las FF.AA. estén preparando un nuevo golpe de estado. Por lo menos, yo no diría que el momento ofrezca alguna justificación como la de 1973. Y si estuviesen preparando algo, creo que nadie estaría en condiciones de evitarlo, salvo sectores de las mismas fuerzas armadas, como ocurrió durante el Tacnazo y el Tancazo, donde los generales Schneider y Prats se jugaron por los gobiernos de turno, no porque fuesen realmente admiradores de Frei o de Allende, sino porque eran militares constitucionalistas.
    Sin que hubiera ANI ni nada parecido, el Presidente Allende y su entorno sabían que un golpe venía. El saberlo debió haber puesto a los cordones industriales y a otros elementos de la resistencia organizada en alerta, por ejemplo instruyendo a los trabajadores a quedarse en sus lugares de trabajo o reunión, pero todos siguieron como si nada, yéndose para la casa todas las tardes. Y al final, cuando la cosa se vino en serio, salvo los valientes que acompañaron a Allende a La Moneda y combatieron a su lado allí, el resto corrió a asilarse o a esconderse mientras encontraba una forma de escapar del país, como viles ratas.
    Sobre los otros sectores que dices que deberían ser vigilados, me parece que ellos tienen derechos, nos guste o no, y que hacer lo que dices sería ilegal y un atropello. Y en todo caso te faltó mencionar a los personeros de la Concertación ó Nueva Mayoría que tienen negocios con el empresariado y los grupos económicos, donde se incluyen aquellos oportunistas seudo-progresistas que sacan el tema de acabar con el bi-nominal sólo cuando saben que no se dan las condiciones y nada pasará.
    Y no olvides tampoco a quienes no quieren ni transparencia ni democracia plena. Por ejemplo, la presidenta y su sequito, que callan ante todos los temas importantes ni dan explicaciones ó la cara cuando cometen errores. Si todavía no estás claro, fíjate en que hará Bachelet respecto de la idea de reformar la Constitución para permitir plebiscitos. Ya verás como arruga. Y sobre la represión y los maltratos a los mapuches, no olvides quienes emviaron y promulgaron la ley antiterrorista que se les aplica.
    Es bueno que opines, y sigue haciéndolo, pero es importante que te informes bien para hacerlo.

  11. Juan Carlos dice

    Por momentos me sentí leyendo o viendo algo de Agenda Secreta, si la vigilancia de la ciudadanía es un tema muy delicado , cuando a quienes tienen que vigilar es a los dueños de bancos, mineras y familias poderosas que tienen poder para atraer con dinero y puestos directivos a funcionarios y políticos faltos de ética, debemos legislar sobre eso, y lamentablemente los poderes económicos hace rato tienen controlado gran parte del poder político y los establecidos no quieren soltar el poder , ni pueden porque se sabrían muchas cosas ilegales.Una nueva constitución con enfasis en los DDHH podría regular y controlar (con participación ciudadana ) estos dilemas.Hay muchos( en el parlamento)a los cuales la Democracia solo del interesa como discurso , no olvidemos que hasta la Ena es ahora parlamentaria y esta vinculada aMonsanto.

  12. Alonso dice

    Lo primero que debe hacer, si es un patriota, es desactivar las agendas extranjeras actuando en el territorio…

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