Asociación de sirios valora como "ejemplo al mundo" llegada de refugiados a Chile

La llegada de 14 familias refugiadas sirias a Chile es un ejemplo para otros países, dijo el director de la Sociedad de Beneficencia Siria, Adolfo Numi.

«Lo valoramos enormemente, es un gesto humanitario que debe servir de ejemplo a otras naciones y no solo con respecto a los sirios, sino con respecto a todos los otros pueblos que estén sufriendo crisis migratorias», comentó.

La presidenta Michelle Bachelet recibió el jueves a 14 familias sirias para darles refugio en el país, iniciativa gestionada tanto por autoridades chilenas como por organismos internacionales y que contempla un completo programa de apoyo y seguimiento durante dos años.

Numi, de nacionalidad chilena pero con ascendencia siria, explicó que su asociación trabajó en conjunto con las autoridades para gestionar la concreción de este programa, y que su labor principal será atender las necesidades básicas que los refugiados necesiten una vez asentados en Chile.

«Estamos orgullosos como chilenos de estar preocupándonos de los conflictos y tratando de resolver las crisis humanitarias con gestos y con mensajes simbólicos al resto de la comunidad internacional», afirmó.

Numi explicó que las 14 familias eligieron Chile porque el programa ofrecido por el Gobierno era «serio y bien estructurado», les dio «garantías para su permanencia en el país» y además se les pidieron «bajos requisitos» para inscribirse.

«Además, cuando uno está en una situación de desamparo y carencia como la que ellos tenían, cualquier alternativa medianamente razonable iba a ser aceptada», agregó.

SIRIOS EN CHILE

Numi aseguró que la adaptación de un sirio en Chile «no es fácil» y que puede llegar a ser «bastante lenta» en algunas oportunidades.

«En general, la gente que viene de Siria es más conservadora, la cultura chilena tiene a ser más libre, más liberal; ellos ven la autonomía de las mujeres acá, que salen a trabajar o el contacto entre hombres y mujeres, y para ellos es muy distinto», explicó.

Además, afirmó que el chileno se ha ido volviendo «particularmente racista», con los procesos de inmigración en el último tiempo, y señaló que eso «ha acentuado la discriminación».

«Esto se ve, por ejemplo, cuando los sirios buscan un arriendo; si bien ellos muchas veces tienen dinero para pagar, los chilenos no les quieren arrendar por su nacionalidad, y piensan que son terroristas», indicó.

Asimismo, señaló que las mujeres que usan velo para cubrirse el rostro son miradas «de manera extraña» en la calle, lo que les produce «incomodidad».

«Estos problemas se irán solucionando paulatinamente cuando comience a ser habitual ver a una persona siria en el espacio público», sostuvo.

En total son 66 los sirios que arribaron a Chile por este programa, gestionado por el Departamento de Extranjería de Chile, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones y la Vicaría para la Pastoral Social Caritas de Chile.

En el país viven actualmente unos 60.000 descendientes de inmigrantes sirios de primera, segunda y tercera generación y, desde que estalló la guerra civil en Siria, unos 300 refugiados e inmigrantes han sido acogidos, según cifras de la Asociación de Beneficencia Siria. (Sputnik)

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