Fue portada de National Geographic en 1973: Historia de la desconocida mujer de la foto

issues-1887_foto_portada«NO SOY UN SÍMBOLO»

Retirada de los vuelos desde el 2001, ahora organiza charlas motivacionales para empresas junto a la sicóloga Pilar Sordo. Pero haga lo que haga, esa coqueta portada en Geographic se encarga de seguir apareciendo en su vida. Así y todo, Violeta, la cara visible de todo un país en una vieja edición de una de las revistas más importantes del mundo, no cree ser el símbolo de una época.

«No tuve un rol fundamental ni como joven ni como madre porque a mí no me tocó perder a nadie de mi familia. Te lo digo sinceramente. Creo que tuve un gran vacío al no ir a la universidad, lo que pudo incidir en que tuviera un rol político más activo en su momento. Ahora, si a mi hermano o un familiar cercano le hubieran hecho algo, yo te aseguro que hubiera sido peor que la Gladys Marín. El tema de los derechos humanos no tiene color político y como siempre le digo a mis hijas: la libertad para pensar y para expresarse es fundamental. Aún así, me veo en la portada de la revista y creo no representar nada porque a mi entorno no le pasó nada…».

Sin embargo, a pesar de su pasado y que reconoce que no supo de la magnitud de las violaciones a los DDHH, hasta entrados los 80, en octubre de 1988 le dijo No a Pinochet: «Para el plebiscito voté por el No, principalmente porque quería un cambio, quería probar algo diferente, porque prácticamente había hecho toda mi vida de la mano de la dictadura», asegura. Y sigue: «He tenido una vida demasiado feliz, sin contratiempos, sin penas grandes. Lo de la National Geographic es la foto de una joven chilena y punto. Una persona que haya sufrido alguna de las cosas graves que pasaron representaría más fielmente el verdadero sentido de los treinta y tantos años que han pasado desde el golpe».

Puede ser, pero los países no sólo se construyen en base de los que sufren. El símbolo de una época, el reflejo fiel de una mayoría silenciosa puede estar en la señora que amasa el pan, en el ejecutivo que toma la micro o en el jubilado que juega ajedrez en la plaza. Ciertamente, también puede estar en la mujer que sale en la portada de Nacional Geographic. Bienvenida a la historia.

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