La hidatidosis: El quiste del perro vuelve a ladrar

salud perroCon la invasión nacional de perros vagos han recrudecido los contagios del quiste hidatídico.

Por André Jouffé Louis

Para Manuel Fernández Puente, cirujano español avecindado en Chile desde los años sesenta, las exclamaciones de sorpresa de parte de los portadores del parásito, ya son comunes: “Con todas las farras que me he pegado, es el colmo que me operen del hígado por culpa de un perro”.

Fernández Puente, quien trabajó en hospitales de varios países mediterráneos, incluso Argel, donde el quiste hidatídico es pan de cada día y, en su tiempo, una de las causas de muerte más comunes en las áreas rurales, ha escrito varios trabajos sobre este mal que ha vuelto a retomar víctimas por culpa de los miles de perros vagos que deambulan en varias ciudades de Chile donde -en algunas- igualan a la cantidad de habitantes.

Señala el ex director de cirugía del Hospital Paula Jaraquemada: “Los lugares predilectos donde se aloja el quiste, que se contagia principalmente por contacto con los canes que portan el germen pero no lo sufren, es el hígado, corazón, pulmones y cerebro porque es en estos órganos donde se concentra mucha sangre. Para sembrarlo en el ser humano basta con que el animal pase la lengua por la mano de un niño y éste se meta un dedo en la boca”, asegura.

Fue en el año 2006, cuando autoridades chilenas y argentinas de los Ministerio de Salud y de Agricultura, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, iniciaron un programa binacional para toda la Isla de Tierra del Fuego, denominado “Control y Erradicación de la Equinococosis Quística”, (hidatidosis), el cual contemplaba diferentes acciones a corto, mediano y largo plazo, cuyo objetivo final es declarar a dicho territorio libre de este enfermedad que se transmite del animal al hombre, en algunos casos con consecuencias fatales”.

En estos últimos años, las regiones X, XI y XII han registrado un rebrote de la hidaditosis: “Lamentablemente a la enfermedad se nos suma otro problema que tenemos a nivel nacional, como es la tenencia irresponsable de perros. El control y erradicación de ambos males, sólo será posible si todos asumimos nuestras responsabilidades. Tenemos acciones como las del SAG, que durante 25 años ha implementado un programa para controlar la equinococosis quística en predios rurales, pero estos esfuerzos de nada sirven si no tomamos conciencia de lo que está pasando en las áreas urbanas. Como sociedad debemos ser responsables de la tenencia de animales, así en un futuro no muy lejano podemos demostrarle al mundo que tenemos predios libres de hidatidosis y una población canina controlada” apuntó el intendente de Magallanes, Mario Maturana Janman.

En tanto el encargado nacional de la Unidad de Zoonosis del Ministerio de Salud, Carlos Pavletic, manifestó que están preocupados por este tema ya que esto afecta a las personas, considerando que el perro es el principal reservorio de las equinococosis quística, por tal motivo dijo, se determinó iniciar el trabajo en conjunto con las autoridades argentinas y así definitivamente erradicar la enfermedad en un plazo que va entre los 5 a 10 años.

EN VALDIVIA

Recientemente se analizaron 60 niños portadores de quiste hidatídico pulmonar intervenidos quirúrgicamente en el Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Clínico Regional Valdivia en un período de 20 años. Las edades fluctuaron entre 2 años 9 meses y 14 años, 42 (70%) pacientes tenían procedencia rural, siendo los síntomas respiratorios el motivo principal de consulta. La radiografía de tórax y las pruebas serológicas permitieron el diagnóstico en la totalidad de ellos. La localización más frecuente de los quistes fue el lóbulo inferior del pulmón izquierdo (34,3%). Todos fueron tratados con técnica de quistectomía más capitonaje. Se presentaron complicaciones postoperatorias en 11 (18,3%) pacientes y 2 (3,3%) recidivas pulmonares a largo plazo.

La operación es complicada y hasta 1990, tenía una tasa de mortalidad de hasta el 9 por ciento. El problema principal consistía en que durante la operación, reventara la bolsa en que vive el parásito lo cual convergía inevitablemente en una septicemia. Hasta que apareció una vacuna que mata al bicho en su hábitat, facilitando su extracción.

La quisto yeyuno anastomosis es el sistema más recurrente y consiste en extraer la bolsa que contiene el parásito del órgano donde esta alojado, salinizar la zona y poner una especie de by-pass biliar.

En sus comienzos, la supervivencia de los pacientes operados era de un promedio de veinte años, ahora ya no tiene fecha límite (según le consta al autor de la crónica, operado en octubre de 1982).

Diagnóstico engañoso en Suiza

“Cuando llegaron a mi consulta un par de chilenos lo primero fue sorprenderme por el tamaño inimaginable de sus vesículas. Como la hidatidosis no se conoce en el norte de Europa, pensábamos cualquier otra causa”, reconoce Raoul de Preux, veterano médico de la Clinique d’Ouchy, en Lausanne, Suiza.

Al facultativo le tocó atender a algunos de los exiliados de zonas extremas chilenas.

A menudo la bolsa está escondida detrás de la vesícula y solo asoma como medialuna. Antes del descubrimiento de la ecotomografía, el único procedimiento para detectar el quiste era un examen de sangre. “De hecho, gente de campo convivió con el quiste sin saberlo falleciendo por otras causas”, recuerda Fernández Puente.

Alto costo

El costo para el Estado es oneroso. Rara vez un paciente es dado de alta antes de una semana, a lo que hay que sumar los exámenes previos y posteriores. El afectado generalmente retoma su vida normal al cabo de un mes. Sin Isapre, cotizamos intervenciones (incluida clínica y medicamentos) el valor oscila entre los tres y nueve millones de pesos.

Algunas Isapres suelen ser renuentes a asociar clientes con la operación en su ficha clínica o en su defecto, no asumir los costos derivados en el futuro de este mal pre existente. Aducen los posibles problemas con el asa desfuncionalizada o ulceraciones en las bocas; asimismo la posibilidades de existencia del parásito no detectado en otros órganos.

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