UAV: los asesinos aéreos de la CIA
(París) La Agencia Central de Inteligencia de los EEUU, mejor conocida por su sigla CIA (del Inglés Central Intelligence Agency), se ha transformado progresivamente en una fuerza paramilitar, dotada de importantes medios materiales y humanos que le permiten emprender operaciones ofensivas a lo largo del mundo.
Por Marco Ficieri (Especial para EP)
Aunque la CIA tenía capacidades de esta naturaleza antes, ellas experimentaron un marcado proceso de expansión tras los ataques del 11 de septiembre del 2001. Un aspecto de esta transformación ha sido la adquisición de una flota de aeronaves no tripuladas o UAV (del inglés Unmanned Air Vehicle). Es así como en la actualidad el organismo de inteligencia estadounidense dispondría de cerca de treinta de estos aparatos, incluyendo tanto MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper de ataque armados con misiles; así como RQ-170 Sentinel para reconocimiento a gran altura.
Aunque la flota de UAV de la CIA es pequeña, si se la compara con el número de aeronaves del mismo tipo que poseen las FFAA estadounidenses -estimada hoy en cerca de 250 aparatos- ella cumple un rol clave en las tareas de detección del paradero los líderes de Al-Qaeda y otras organizaciones terroristas, así como en su consecuente eliminación mediante ataques. Por ejemplo, los UAV jugaron un rol esencial en la identificación y vigilancia de la residencia de Osama Bin Laden, antes de que un ataque de fuerzas especiales de la marina estadounidense le diera muerte. Más recientemente, en la cacería y asesinato en Yemen de Anwar al-Aulaqi, un clérigo musulmán de origen yemeni nacido en EEUU y afiliado a Al-Qaeda, los UAV desplegados inicialmente por la CIA resultaron insuficientes, debiendo ser reforzados mediante la traída de otros aparatos del mismo tipo que estaban basados en Paquistán.
Finalmente al-Aulaqi perdió la vida en septiembre del 2011, cuando su refugio en el norte de Yemen fue atacado por dos UAV MQ-1 Predator de la CIA armados con misiles Hellfire.
El foco de las actividades de los UAV de la CIA está en Paquistán, con vuelos que parten desde bases situadas en territorio afgano cercano a la frontera con este país; y en la Península Arábiga, donde operan desde bases secretas establecidas en Yemen y otras naciones de la zona.
El Director de la CIA, general (r.) David Petraeus, está pidiendo al Presidente Obama la compra de diez UAV adicionales para su organismo, anticipando la necesidad de basar aeronaves de este tipo en Libia y Siria, áreas donde se prevé un aumento de la inestabilidad política y la actividad terrorista.
Desde el año 2001 cerca de 2 mil personas han muerto, en su mayoría en áreas tribales de Paquistán fronterizas con Afganistán, como resultado de ataques con UAV armados realizados por las fuerzas armadas estadounidenses o la CIA. Un porcentaje importante de las víctimas de los ataques no eran militantes sino civiles.