Murió actor Robin Williams

WilliamsEl popular actor fue hallado muerto en su residencia de California y, según se presume, se trató de un suicidio. Tenía 63 años y se encontraba realizando un tratamiento de desintoxicación.

El popular actor Robin Williams fue hallado muerto en su residencia de California y, según se presume, se trató de un suicidio. Tenía 63 años y se encontraba realizando un tratamiento de desintoxicación.

Hace algunas semanas, el representante del actor Robin Williams informó que éste tuvo una recaída en sus problemas de alcohol y cocaína y, como ya había hecho en 2006, y se internó voluntariamente. Según él mismo contó, su primera internación coincidió con la muerte de su amigo John Belushi (1982) y el nacimiento de su primer hijo (1983). Entre el susto y la desolación por lo de Belushi, que murió de abusos a sustancias varias, de la que la única legal parecía el alcohol, y la esperanza que un nacimiento puede despertar, Williams encaminó su vida. Al menos en lo que al cuidado de la salud refiere.

En lo que hace a su vida familiar, las cosas no fueron para mejor. Una amante lo acusó de contagiarle una enfermedad, herpes; tuvo que desembolsar una buena suma de dinero para un arreglo extra judicial. Su mujer le pidió el divorcio al año siguiente, como si le tuviera consideración y no le quisiera hacer caer todas las desgracias juntas.

Luego de esa recuperación, Williams comenzó a incursionar en el cine. Entre las primeras oportunidades que se le presentaron, apareció su consagración: ¡Buenos días, Vietnam! (1987, de Barry Levinson); hacía del locutor que conducía el programa de radio que entretenía a las tropas estadounidenses durante su ocupación de Vietnam. Su programa era levantado y él sacado de Vietnam ante sus editoriales en contra de la guerra. Actor del lugar común, el film le venía, según suele decirse, como anillo al dedo.

Las opiniones sobre sus participaciones cinematográficas enseguida se empezaron a dividir; al menos habría que reconocerle el mérito de no quedar en la intrascendencia: a otros se los olvida fácilmente. Hasta el benemérito Francis Ford Coppola cayó en la tentación de convocarlo a un protagónico. El resultado fue Jack (1996), una de las más flojas películas de un director que, por cierto, tiene un umbral muy alto. Sin embargo, al año siguiente, una mezcla de fortuna propia y necesidad ajena lo llevaría a protagonizar una película que le daría su único Oscar. Un guión de los debutantes (en el rubro) Matt Damon y Ben Affleck en las manos del fantástico Gus Van Sant, le dieron un papel secundario como maestro de matemática en una escuela en la que descubre el genio aritmético del personaje de Damon. Uno que baja se encuentra con otros que suben y salen todos ganando. La historia del cine reconoce numerosos casos.

Pero mientras el trío siguió haciendo de las suyas, y en su mayoría buenas, él pareció caer en la idea de que todo el mérito le correspondía. Y el derrape no se hizo esperar. Ahí está Patch Adams (1998). Dejado a su suerte (o sea, sin el la mano de firme del director, como había hecho Van Sant), la película terminó siendo un derroche de sobreactuaciones y mohines del actor, tanto que despertó los comentarios del bueno de Hunter Doherty (el verdadero Patch Adams): dijo que cuando la gente lo conoce dice que no se parece a Robin Williams, y él responde: “es Robin Williams quien no se parece a mí”.

Siguieron una buena cantidad de títulos sin buena repercusión, la actuación de Insomnia (2002), que cautivó a algunos, series sin audiencia sobresaliente, y la internación nuevamente en 2006. Luego, la muerte de su hermano por problemas cardíacos y un segundo divorcio en 2008. Algunos especulan que Williams, de 63 años, pudo haberse internado, ademas de por sus adicciones, por algún tema cardíaco del tipo que sufrió su hermano.

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