Capitalismo o barbarie: elecciones presidenciales en los EEUU y sus consecuencias

Jaime EnsigniaPara el mundo progresista, demócratas de izquierda, no es indiferente quién gane, Clinton o Trump, por ello se seguirá con mucha atención esta elección en la gran potencia.

Escribe Jaime Ensignia* 

Entre la primera y segunda década del siglo XX, el debate de la izquierda europea –finalizada la primera guerra, la abdicación del Zar Nicolás II, de la dinastía Romanov, en la Rusia medieval, las continuas y permanentes revueltas sociales en el continente europeo, algunas de las cuales finalizarían con el advenimiento del fascismo italiano y del nazismo alemán-, estaba en la disyuntiva “Socialismo o Barbarie”. Casi un siglo después, habiendo sido testigos privilegiados de la caída del Muro de Berlín, la disolución pacífica del socialismo “real” en la Unión Soviética y en los países del este europeo, la disyuntiva para muchos sectores políticos progresistas, liberales, de izquierda social demócrata y otras fuerzas de izquierda democrática, pareciera ser hoy: “Capitalismo o Barbarie”.

La primera potencia mundial, los EEUU esta ad portas de una compleja y singular elección presidencial. En menos de una semana, el 8 de noviembre, tendremos una presidenta o un presidente elegido. Barack Obama señalaba en su discurso en la Convención Nacional Demócrata de julio de este año que “esta no es la típica elección”, refiriéndose a lo que está en juego y todo lo malo que puede llegar a pasar si se convierte en presidente el candidato Donald Trump, el cual, según Obama, ha explotado el miedo y el cinismo de los estadounidenses.

Otros políticos, como el magnate y ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, añadían sobre Trump que “su mayor riqueza es la hipocresía”. En esa misma dirección lo han señalado analistas de la política norteamericana, que la soez, la difamación, acudiendo a todo tipo de falsedades y mentiras ha sido la tónica de la campaña del magnate, no tan solo en esta última fase, sino también en las primarias del Partido Republicano. Uno tras uno fueron cayendo los prepostulantes de esta colectividad frente la campaña “sucia”, pero muy efectiva del outsider Trump. Algo nos recuerda este tipo de campaña político comunicacional al Ministro de Propaganda de la Alemania nacional socialista, Goebbels, cuya máxima era “Miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”.

En los hechos, la sociedad norteamericana de las últimas décadas, no estaba acostumbrada a este tipo campañas políticas destempladas, principalmente por el estilo de las agresiones de este postulante a la Casa Blanca. Hubo enfrentamientos electorales por ganar la presidencia de este país, que fueron violentos, con espionaje político, deserciones, denuncias sobre los comportamientos en la esfera privada de los candidatos, sin embargo, la actual contienda ha revestido características inusuales como producto del discurso nacionalista, xenófobo, misógino y racista de parte de Trump, sobre todo hacia los inmigrantes mexicanos, salvadoreños y nicaragüenses, tratándolos de delincuentes, drogadictos y proponiendo levantar un Muro en la frontera mexicana estadounidense. De ahí, la consternación de la población mexicana y latina en los EEUU de la visita de Trump a México, supuestamente “invitado” por el presidente Peña Nieto y más aún, que este, no lo hubiera confrontado en relación a los dichos del candidato republicano hacia sus connacionales radicados en el país del norte. Otro hecho relevante en esta campaña del republicano Trump, ha sido la fobia hacia todo lo que huela a mundo musulmán.

Las implicancias de los resultados electorales de los EEUU y sus impactos tanto internos como externos, podría llevar a un escenario de “barbarie en ciernes” en las relaciones internacionales de ganar el candidato Trump. Más aún, de éste estrechar lazos, con la derecha francesa de Marine Le Pen, con el movimiento Alternativa para Alemania, liderada por la dirigente de la extrema derecha, Frauke Petry, o bien con otros movimientos ultra nacionalistas europeos y, lo sorprendente, establecer un nivel de alianza con Vladimir Putin, todo esto vendría a conformar la tormenta perfecta en el escenario internacional. En este sentido, para el mundo progresista, demócratas de izquierda, no es indiferente quien gane, Clinton o Trump, por ello se seguirá con mucha atención quién gobierne esta gran potencia.

Finalmente, temas como el día después de la jornada de la elección en los EEUU y de quién resulte elegido o elegida, el rol de China y la Unión Europea en este nuevo contexto mundial y el papel de América Latina en este incierto panorama internacional, deberán ser asuntos que el progresismo y la izquierda democrática de la región y, en especial en Chile, debatan y analicen con una mayor profundidad y dedicación.

*Sociólogo, director del Programa Internacional y de Relaciones Laborales de la Fundación Chile 21.

1 comentario
  1. WASHINGTON HERRERA dice

    Muy bien Dn. Jaime, estamos a pocos días de la elección en los EE.UU,el mundo esta preocupado por el resultado, no es para menos se enfrentan dos visiones para el futuro, aunque ambos representan la economía mas poderosa del planeta, tienen sus diferencia en varios aspectos para seguir implementando el modelo económico, que es el libre mercado, desde que asumió la conducción económica del planeta, implementando convenios y tratados con todos los países del mundo, en donde su moneda es la que permite realizar las transacciones en el mercado internacional, que decir de su presencia en el mundo de su política en defensa de sus intereses por ser la mayor potencia, los dos grandes bloques, Demócratas y Republicanos, velan por los intereses de la nación, en este caso los candidatos de ambos conglomerados no podrán en peligro el sistema, sino que podrán el acento como implementaran las medidas políticas para lo interno y externo de su gestión, los grandes intereses del país todo los conocemos y ellos señalan las hojas de ruta de esa gran nación, así se tendrá un resultado de acuerdo a los intereses que mas le conviene, ahora como a sido el comportamiento de ambos en esta campaña, no a sido toda galante, pero en política como se dice «todo vale», en esta elección se han sacado de todo y por lo tanto, la gente de muchos estados ya tiene su opinión.
    Esperar los resultados y quien gane sea lo mejor para todo el mundo y no seamos apocalípticos, su cultura es muy diferente a nosotros.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.