Defensoría de la niñez oficia por tercera vez al Mineduc tras medidas anunciadas por COVID-19

Mediante un comunicado emiten una serie de recomendaciones para enfrentar crisis del coronavirus.

Con el fin de velar por el interés superior de los niños, niñas y adolescentes (NNA) del país, y la protección de todos sus derechos, la Defensoría de la Niñez emitió ayer una serie de recomendaciones, basadas en estándares internacionales de derechos humanos, para que el Ministerio de Educación adecúe las medidas anunciadas para enfrentar la crisis Covid-19, pensando en el bienestar integral de los estudiantes.

Esto, a raíz del anuncio realizado en marzo por el ministro Raúl Figueroa, sobre adelantar las vacaciones de invierno, para las dos últimas semanas de abril, y reanudar las clases presenciales el 27 del mismo mes y, además, en razón de la queja de muchos estudiantes y apoderados acerca de la falta de acceso a contenido educativo en algunos casos y, en otros, la sobrecarga de aprendizajes, tareas y evaluaciones que han impuesto muchos colegios, lo que ha generado un aumento del nivel de estrés en las familias que ya es alto durante un periodo de confinamiento.

“Resulta prioritario relevar la naturaleza indispensablemente interconexa de los derechos humanos, por lo que cada derecho no se puede entender cumplido de forma aislada. Por lo que es preciso adoptar medidas que cumplan con la obligación estatal de tener como consideración primordial el interés superior del niño, de forma que se prioricen las intervenciones que favorezcan la realización y efectivización de los derechos de los NNA”, señala el documento de las recomendaciones.

Es por eso que la institución concluye que “la medida de asimilar una situación de confinamiento obligatorio con las vacaciones escolares, no pondera debidamente los derechos a la educación, a la salud mental y al esparcimiento, juego y recreación de los niños, niñas y adolescentes”, agregando que ante los efectos negativos de la crisis sanitaria sobre el derecho a la educación, se debe adoptar la medida que mejor satisfaga todos los derechos, incluyendo su derecho al esparcimiento y a la integridad psíquica.

Recomendaciones concretas

La Defensoría de la Niñez afirma que “la educación, para ser concebida como derecho humano, se entiende más allá que la transmisión de contenidos”, y es por eso que hace seis recomendaciones precisas al Ministerio:

  1. Realizar una priorización o adecuación curricular, identificando contenidos y metodologías para que exista factibilidad de que los y las estudiantes puedan alcanzar el aprendizaje durante el nuevo escenario escolar, con el fin de permitir un pasaje lo más fluido posible a la educación presencial formal.
  2. Adecuar la jornada escolar. Equilibrar las horas que los NNA le dediquen al estudio durante el periodo de distanciamiento social, de tal forma que no se suspenda la continuidad del aprendizaje ni se genere un eventual estrés del confinamiento en los NNA en circunstancias extremas.
  3. Incorporar nuevos contenidos de aprendizaje, especialmente diseñados para atender las necesidades de los NNA en contexto de crisis. Se recomienda vincular tales contenidos con aprendizajes para la vida y la entrega de habilidades, no todo centrado en la visión academicista.
  4. De ser necesario, se tomen las medidas administrativas para adaptar el año académico, de tal forma que se respeten las vacaciones de invierno, considerando que se podría retrasar la salida de clases en diciembre.
  5. Dejar sin efecto el anuncio de entender como vacaciones el confinamiento obligatorio y evaluar la posibilidad de decretar un periodo de “reflexión/receso”, por un periodo menor de tiempo, de dos a cuatro días, en la fecha de inicio indicada, estableciendo que la finalidad de este periodo de receso es la adecuada evaluación y planificación de las acciones de las autoridades y comunidades escolares que se tomarán para garantizar todos los derechos de los NNA en su máxima posibilidad.
  6. Establecer instancias de evaluación constante de las medidas adoptadas en atención a la crisis sanitaria, incorporando las recomendaciones de organismos técnicos, como la Defensoría de la Niñez, y de representantes de todos los estamentos de las comunidades educativas, con prioritaria participación de los propios niños, niñas y adolescentes, con la finalidad de incorporar distintas visiones de una crisis completamente nueva para los Estados que actualmente enfrentan este desafío.
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