Zoológico Nacional protege a Anfibios Nativos de Chile en peligro de extinción

Centro de conservación busca resguardar y reproducir a estas especies centinela que se encuentran en serio riesgo de desaparecer.

El rol de los anfibios en el mundo es cada vez más importante y a su vez está cada vez más amenazado. Son especies centinelas; muy sensibles a cualquier cambio en el ambiente, y por esa razón son considerados como indicadores biológicos sobre cambios negativos que permiten alertar a la población humana de lo que está ocurriendo. Al respecto, la directora del Zoológico Nacional, Alejandra Montalba, afirma que “los anfibios son muy importantes para el ecosistema, siendo predadores de, por ejemplo, insectos que transmiten enfermedades al ser humano, además de ser indicadores de lo que está pasando en el ambiente. Si los anfibios empiezan a desaparecer eso quiere decir que hay algo en el ecosistema que está muy mal”.

Actualmente los anfibios están en crisis, los impactos negativos en el ambiente, como la contaminación, introducción de especies invasoras y el cambio climático, están disminuyendo drásticamente las poblaciones de anfibios a nivel global. Los pronósticos indican que dentro de este siglo podríamos presenciar la extinción de la mitad de las especies de anfibios que existen hoy en día. Esta pérdida no sólo sería una tragedia para el mundo animal, sino que también para nosotros.

Centro de Reproducción de Anfibios Nativos de Chile Amenazados (CRANCA)

Por todo ello, el Zoo Nacional ya trabaja en proteger a estas especies amenazadas; “los anfibios, hoy día, tienen numerosas amenazas en la naturaleza, no solo por destrucción de hábitat y sequía debido al cambio climático, sino que además hay enfermedades que han llevado a la disminución de más del 40 % de todos los anfibios del mundo como es el hongo quítrido, que está presente en nuestro país, y por lo tanto es muy importante cuidarlos”, señala la directora del Zoológico Nacional y agrega que “hay una serie de amenazas provocadas por el ser humano y es el minuto de empezar a revertirlas y poner en valor a los anfibios por la importancia que tienen”.

En el año 2008 el Zoológico Nacional comenzó los trabajos de conservación ex situ con anfibios nativos amenazados de Chile. La primera especie en la que se enfocaron fue la Ranita de Darwin. Para ello se generaron alianzas con el Jardín Botánico de Atlanta y el San Antonio Zoo de Estados Unidos, quienes apoyaron con financiamiento durante los inicios del actual Centro de Reproducción de Anfibios Nativos de Chile Amenazados (CRANCA). Con este Centro, el Zoo Nacional pretende contribuir a la conservación de estas especies mediante la reproducción bajo cuidado humano e investigaciones científicas en terreno.

Osvaldo Cabeza, supervisor de Herpetología del Zoo y encargado del CRANCA, asevera que “aproximadamente el 60% de los anfibios nativos de Chile viven exclusivamente en nuestro país. Es por eso que en 2008 el Zoológico Nacional comenzó con este plan y una estrategia de conservación ex situ”. Asimismo, Cabeza asegura que “debemos entender la importancia de los anfibios y la importancia de la biodiversidad en general, ya que si se ve afectada también nos vamos a ver afectados nosotros”.

El Centro de Reproducción de Anfibios Nativos de Chile Amenazados del Zoológico Nacional está enfocado en especies emblemáticas dentro de las 63 especies de anfibios de Chile, incluyendo la Ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), que ha declinado su presencia en los últimos 20 años, el Sapo Hermoso (Telmatobufo venustus) que solo se la encuentra en tres localidades: de las VII y VIII regiones, y la altamente amenazada Rana del Loa (Telmatobius dankoi).

Las últimas Ranitas del Loa

La Rana del Loa o Telmatobius dankoi es un anfibio microendémico, solo conocido en el sector de Las Vertientes de Calama, en la Región de Antofagasta. Se ubica en la categoría “en Peligro Crítico de Extinción” por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, y es el vertebrado con mayor riesgo de extinción en Chile, y uno de los anfibios más amenazados del mundo.

En agosto de 2019 se rescataron las últimas catorce ranitas del Loa que quedaban en el planeta. Unas semanas antes, especialistas constataron que el arroyo donde habitaba la única población conocida de esta especie en el mundo se encontraba totalmente seco, producto de la desecación de la vertiente que lo nutría de agua, debido al constante desvío de los canales para riego y uso ilegal del agua, entre otros impactos. Los individuos fueron rescatados y llevados hasta el Zoológico Nacional, para comenzar un programa de rehabilitación y crianza que las ayudara a recuperar su salud, manteniéndolas en acuarios especialmente acondicionados para ellas, con agua purificada reconstituida con diversas fórmulas especializadas, gracias al apoyo de investigadores especialistas chilenos y del extranjero. Además, se les ha ofrecido una variada dieta consistente en invertebrados acuáticos y terrestres, algunos criados por el Zoológico y otros donados por especialistas en acuarismo.

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