Se profundiza la crisis de Gobierno en Israel y crece el temor a nuevas elecciones

En medio de una escalada verbal, el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazó hoy el pedido de su principal socio, Benny Gantz, de darle un día más para alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto, pese a que el exjefe del ejército advirtió que la ruptura del Ejecutivo y unas nuevas elecciones significarían "una guerra civil". (Télam)

«Retire la amenaza de elecciones de la agenda pública y, en lugar de hacer que la población entre en pánico, dele la certeza, la seguridad y la confianza que se merece», rogó Gantz en un mensaje dirigido a su socio de coalición y pronunciado ante su alianza, en el que le pidió al premier 24 horas más para llegar a un acuerdo.

Gantz advirtió que si se rompe la coalición, cae el Gobierno y el país se ve obligado a llamar a nuevas elecciones, la crisis política actual se podría convertir en «una guerra civil», según el diario Haaretz.

Frente a este ruego, Netanyahu dio hoy un guiño para que avance en el parlamento el proyecto de ley que permitiría extender el presupuesto y retrasar el plazo para aprobar un nueva ley presupuestaria, del 25 de agosto a noviembre.

El texto podría llegar al pleno para una votación el miércoles. Sin embargo, tanto Gantz como la oposición aclararon que el premier sigue sin comprometerse a aprobarla.

Si la coalición de Gobierno no consigue acordar los presupuestos o enmendar la ley israelí como último recurso, el parlamento será disuelto e Israel estará abocado, por cuarta vez en menos de dos años, a celebrar elecciones.

Netanyahu no solo no dio hoy un apoyo claro, sino que volvió a desafiar a Gantz, quien propone aprobar un presupuesto de dos años, en vez de uno, para evitar un nuevo debate polarizante el año próximo.

«No hacen falta 24 horas. Tenemos un presupuesto anual preparado», respondió Netanyahu, quien, sin embargo, llamó a su partido, el Likud, a darle «otra oportunidad» al Gobierno de coalición que incluye no solo a sus tradicionales aliados nacionalistas y ultraortodoxos, sino también y por primera vez, a la alianza centrista dirigida por Gantz.

La tensión escaló tanto hoy que legisladores de la bancada que responde a Gantz amenazaron con aprobar el proyecto de ley de la oposición conocido como «Ley anti Bibi» (el apodo de Netanyahu) que busca prohibir que dirigentes imputados por delitos graves -como la corrupción-puedan formar Gobierno, según informó el diario The Jerusalem Post.

En medio de esta posible ruptura de la coalición de Gobierno, las protestas semanas contra Netanyahu siguen creciendo en el país.

Ayer decenas de miles de personas, 15.000 de ellas solo en Jerusalén, salieron a las calles otra vez para pedir su renuncia y llamaron por terminar con la corrupción estatal.

A todo esto se suma, además, que la pandemia sigue creciendo.

El país, que atraviesa una segunda ola de contagios que obligó a volver a imponer cierres y restricciones, ya registra más de 83.500 casos confirmados y más de 600 muertos.

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