Inauguran calle Mosqueto semipeatonal en el centro histórico de Santiago

A través de un proyecto consensuado con vecinos del sector, la Municipalidad de Santiago redujo el espacio para circulación de vehículos, destinándolo a peatones y demarcando la vereda en el piso con el diseño de un teclado de piano.

El Alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, junto a la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, y la concejala Verónica Castro, inauguró esta mañana la nueva calle Mosqueto semipeatonal, proyecto municipal de urbanismo táctico y prevención situacional en el centro histórico, que entrega mayor espacio a los peatones y restringe el espacio vehicular, promoviendo el distanciamiento social de residentes y transeúntes, en el inicio de la Fase 3 o Preparación del Plan Paso a Paso.

“Estamos transformando la ciudad en un Santiago caminable, a escala humana, hoy en la calle Mosqueto, junto a la ministra Hutt y con la participación de los vecinos. Lo que se suma al Paseo Bandera, a lo que hicimos en Agustinas, a los 15 kilómetros de ciclosendas en Yungay, porque la idea es ir ganándole espacio a los vehículos para entregárselo a los peatones y a los ciclos, y así seguir interviniendo cada uno de los barrios de Santiago, también con luminarias LED”, detalló el edil de Santiago.

Al respecto, la Ministra Hutt señaló que “la intervención de calle Mosqueto en Santiago Centro es un muy buen ejemplo de cómo con recursos acotados y en un corto periodo de tiempo se puede intervenir una calle para darle más espacio –con criterios de seguridad vial- a las personas. En esta vía, normalmente se estacionaban autos y hoy ese espacio se ha reasignado para el uso de peatones, muchos de los cuales salen o llegan desde la estación Bellas Artes del Metro”.

La vía intervenida se emplaza entre las calles Ismael Valdés Vergara (al norte) y Merced (al sur), con 250 metros de largo y fue ejecutada por la Dirección de Tránsito y diseñada por la Subdirección de Movilidad. Mosqueto es esencialmente residencial, sin embargo, su uso estaba destinado un 70% a los vehículos y 30% a los peatones, por lo que la Municipalidad de Santiago y vecinos impulsaron un proyecto de mejora que redujo la calzada desde 5.92 metros de ancho a una pista para vehículos de alrededor de 3,4 metros y una senda de peatones de 2.5 metros, que fue demarcada en el piso con la forma de un teclado de piano, con una segregación entre ambos con pintura e hitos delineadores.

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