Candidata opositora Bielorrusa pide a la ONU enviar una misión de observación

Svetlana Tijanovskaya, la dirigente opositora de Bielorrusia que compitió contra el presidente en las últimas elecciones y se exilió tras denunciar fraude, pidió hoy a Naciones Unidas enviar una misión de observación internacional a su país, tras casi un mes de protestas masivas y represión. (Télam)

«Nosotros, el pueblo bielorruso, necesitamos la ayuda de Naciones Unidas para detener las flagrantes violaciones de Derechos Humanos y la cínica falta de respeto de la dignidad humana en medio de Europa», aseguró la dirigente opositora en una intervención virtual ante el Consejo de Seguridad de la ONU, según la agencia de noticias DPA.

Sin embargo, existe dos potenciales obstáculos para el pedido de Tijanovskaya: Primero, el consejo de la ONU solo puede autorizar el envío de una misión con el apoyo del Gobierno del país, en este caso del presidente bielorruso Alexandr Lukansenko, y, segundo, su aliado, Rusia, tiene poder de veto para frenar esa o cualquier otra resolución que moleste a Minsk.

Las elecciones del 9 de agosto desataron una crisis política inédita en Bielorrusia luego que el presidente Lukashenko fue reelecto otra vez con más del 80% de los votos, un resultado que la principal candidata opositor Tijanovskaya, hoy en el exilio, rechazó al igual que cientos de miles de personas que desde entonces salen a las calles de Minsk, la capital, para reclamar nuevos comicios y hasta la renuncia del mandatario.

Hasta el día de hoy, la escalada de las protestas y la represión gubernamental ya provocaron dos muertes, cientos de heridos y miles de detenidos, muchos de ellos ya liberados por la presión popular.

Mientras más crece la tensión en el país, más se afianza la alianza entre Lukashenko, en el poder hace 26 años, y su par ruso, Vladimir Putin, quien ya prometió enviar policías «si la situación sale de control» y quien hoy mandó al primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, a Minsk, en una visita preparatoria a su encuentro bilateral con Lukashenko.

La candidata opositora bielorrusa también le pidió a la ONU una condena firme contra Minsk y hasta sanciones.

«Pedimos a Naciones Unidas que condene el uso excesivo de la fuerza por parte de los servicios de seguridad bielorrusos contra los manifestantes», aseguró, pese a que el veto de Rusia es casi seguro para cualquier resolución que intente imponer sanciones.

Varios países europeos, sin embargo, ya impusieron sanciones contra Bielorrusia y actualmente la Unión Europea discute la posibilidad de tomar una medida conjunta, mientras el Gobierno Estados Unidos mantiene un discurso moderado sobre el tema, que la oposición demócrata interpretó como una evidencia de su presunta alianza secreta con Putin.

En paralelo, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, advirtió que su país, lindante con Bielorrusia, debe prepararse para una potencial llegada masiva de refugiados.

«En resumen, estamos hablando sobre una ola migratoria», alertó el Gobierno que ya había mantenido una política migratoria dura y restrictiva con respecto a los migrantes y refugiados de Africa y Medio Oriente en el Mar Mediterráneo.

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