Monseñor Aós condena ataque a templos católicos de Santiago

El arzobispo envió un mensaje a través de Youtube donde señala que "la violencia es mala, y quien siembra violencia cosecha destrucción, dolor y muerte. Nunca justifiquemos ninguna violencia"

El arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, condenó hoy el ataque que sufrieron dos templos católicos y dijo que «la violencia es mala, y quien siembra violencia cosecha destrucción, dolor y muerte. Nunca justifiquemos ninguna violencia».

El sacerdote, quien dio a conocer su mensaje en YouTube, recordó que «hace un año sufrimos un estallido de violencia que nos causó tanto dolor personal, y tanta destrucción material que pensábamos habría sido una lección amarga y fuerte. Nos ha costado reconstruir las instalaciones, y ha exigido a los más empobrecidos sacrificios e incomodidades constantes; se les hizo la vida más penosa».

Dijo que «los pobres son los más perjudicados. Esperábamos que no se repitieran esas acciones y esas imágenes. Las acciones violentistas y las imágenes vandálicas las padecemos de nuevo hoy. Sentimos la destrucción de nuestros templos y otros bienes públicos; pero sentimos sobre todo el dolor de tantas personas chilenas de paz y generosidad. Esas imágenes no solo impactan y duelen en Chile, sino que impactan y duelen en otros países y otras gentes del mundo, especialmente hermanos cristianos».

Al referirse al incendio que afectó a la Parroquia de la Asunción de la Virgen y a la Iglesia institucional de Carabineros, Aós dijo que sabía del «dolor tremendo de los feligreses» de ambos lugares y los instó a que no perdieran la fe ni la esperanza. «Sepan y sientan que estamos unidos a ustedes: no perdamos la fe ni la esperanza: el amor es más fuerte, el amor es más fuerte», afirmó.

«A todos ustedes, queridos feligreses de Santiago, a todos ustedes queridos chilenos y gente de buena voluntad y amante de la paz, les suplico: basta, basta de violencia. No justifiquemos lo injustificable. Dios no quiere la violencia. Nos encontraremos para hacer como comunidad creyente actos de desagravio y de reparación. Ahora los invito a la oración, a purificar nuestro corazón para que no se nos meta ni el deseo de revancha, ni el rencor, ni el odio, ni la violencia. Hoy, con más fervor, junto a la Virgen del Carmen recemos “Haz de mí un instrumento de tu Paz…”, Benditos los que trabajan por la paz, benditos los que hoy pueden cerrar la jornada diciendo: he trabajado por un Chile mejor, he trabajado construyendo paz», finalizó Aós.

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