Aseguran que inteligencia rusa estuvo implicada en envenenamiento del opositor Navalny

Una unidad clandestina especializada en sustancias tóxicas de los servicios de Inteligencia rusos (FSB, antigua KGB) estuvo directamente implicada en el envenenamiento del líder opositor ruso Alexey Navalny con un agente nervioso de la familia Novichok, asegura una investigación realizada por el portal especializado Bellingcat en colaboración con varios medios internacionales.(Télam)

Las indagaciones de Bellingcat, en la que colaboraron The Insider, la revista alemana Der Spiegel y la cadena CNN, concluyen que Navalny fue sometido a vigilancia y seguimiento por parte de esta unidad clandestina desde poco después de que en 2017 anunciara su intención de presentarse como candidato a las próximas elecciones presidenciales.

Según la versión de Bellingcat, reproducida por la agencia de noticias Europa Press, durante todo el año 2017, en 2019 y en 2020, agentes de esta unidad secreta estuvieron siguiendo al líder opositor en sus desplazamientos por territorio ruso, llegando a tomar 30 «vuelos a los mismos destinos» que Navalny.

«Es también posible que hubiera intentos anteriores de envenenar al activista, incluido en la ciudad de Kaliningrado, en el oeste de Rusia, solo un mes antes del casi fatal envenenamiento con Novichok en Siberia».

Bellingcat es un portal especializado en investigaciones con fuentes abiertas y datos de redes sociales que anteriormente develó la participación de militares rusos en la guerra en el este de Ucrania.

La investigación conjunta sobre el envenenamiento de Navalny identifica a tres agentes de la unidad clandestina que viajaron siguiendo solapadamente al opositor ruso hasta la localidad de Novosibirsk y, desde allí, hasta Tomsk, donde fue envenenado.

El portal señala que los agentes que viajaron siguiendo a Navalny hasta Siberia fueron Alexey Alexandrov e Ivan Osipov -ambos médicos- además de Vladimir Paniaev.

Todos ellos operaron con el apoyo y supervisión de «al menos» otros cinco agentes del FSB, algunos de los cuales viajaron a Omsk, donde se encuentra el hospital ruso en el que el opositor quedó internado en coma tras sufrir un colapso en pleno vuelo desde Tomsk a Moscú el 20 de agosto.

Las comunicaciones entre los agentes del FSB que seguían a Navalny registraron «varios picos» justo antes del envenenamiento y cuando el dirigente opositor ruso salió de su hotel para dirigirse al aeropuerto de Tomsk, donde tomó el avión que finalmente tuvo que desviarse para evacuarlo de emergencia y llevarlo a un hospital.

Bellingcat destacó que su investigación develó «datos» que apuntan a la «existencia de un programa clandestino de armas químicas gestionado por el FSB».

«Tanto los registros de datos telefónicos como los registros de empleo muestran que este programa lo desarrolla de forma encubierta una unidad del FSB que oficialmente tiene el cometido de realizar investigaciones forenses de actos terroristas y prevención de delitos de alta tecnología», indican la conclusiones de la investigación.

Además, el portal especializado asegura que sus indagaciones pusieron al descubierto «telecomunicaciones y datos de viajes que sugieren encarecidamente que el intento de envenenar a Navalny fue ordenado en los más altos niveles del Kremlin».

Bellgincat hizo hincapié en que su investigación es «particularmente importante» porque ningún país abrió hasta ahora una investigación para aclarar el envenenamiento de Navalny, a excepción de Rusia, a la que sitúa como «el país implicado en el intento de asesinato» del dirigente opositor.

El opositor ruso también apunta al FSB como responsable del envenenamiento, presuntamente ordenado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, según sus palabras.

Además, detalló que el FSB tenía que ser cuidadoso porque una muerte instantánea habría sido muy fácil de investigar.

Para apoyar estas aseveraciones, Navalny aludió a registros telefónicos y de pasajeros de la aerolínea en la que viajaba.

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