WhatsApp y las políticas de privacidad: ¿Por qué eliminarla no es la solución?

La compañía de seguridad Informática, ESET, analizó si es cierto lo que se dice respecto a los cambios de la red social. Además, comparte información para usuarios que por temor a ver afectada su privacidad, optan por mudarse a otra app de mensajería.

Desde que Facebook anunció que cambiarían los términos y condiciones para el uso de WhatsApp, miles de usuarios de la aplicación tomaron la decisión de cambiarse a otras apps de mensajería. Muchos eligieron esta opción por el temor de que se vea afectada la privacidad de su información a raíz de estos cambios, pero quizás sin estar muy al tanto realmente de por qué lo estaban haciendo.

Investigadores de ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, recibió consultas sobre si es realmente cierto lo que se dice respecto de los cambios. Es así que recolectó la siguiente información con el objetivo de complementar la visión que tienen muchos de los usuarios que aún siguen con esta preocupación y no saben qué decisión tomar.

Cuando aparecieron las notificaciones en la app indicando que había una fecha límite para aceptar los nuevos términos y condiciones, no tardaron en surgir las noticias falsas, memes y teorías conspirativas sobre los motivos que podría tener Facebook para realizar estos cambios. Lo más importante de aclarar según ESET es que estos cambios no implican que Facebook va a poder leer o acceder a los mensajes privados de los chats y/o grupos. La aplicación implementó hace un tiempo un algoritmo de cifrado de extremo a extremo en las conversaciones, esto significa que el mensaje se cifra antes de salir del dispositivo, con la clave única de cada usuario, y solamente se puede descifrar en el dispositivo del usuario destinatario del mensaje. Por lo tanto, si el mensaje es interceptado va a ser prácticamente imposible de descifrar.

Para comprender lo que implican las modificaciones es importante recordar que Facebook compró la aplicación de WhatsApp hace más de seis años y desde entonces, junto con la adquisición de otras aplicaciones, entre ellas Instagram, confeccionó un ecosistema de aplicaciones logrando integrar los datos de sus usuarios en un perfil único en el que se reúne información de las diferentes aplicaciones. El objetivo es poder acercarle a los usuarios productos, servicios y promociones asociados a los gustos de cada uno, lo que implica mayores ganancias para Facebook al hacer que sus campañas publicitarias sean más efectivas.

Teniendo esto claro, resulta más fácil entender la razón por la que Facebook desea añadir información relacionada con el uso de Whatsapp, como las cuentas con las que interactúa un usuario, esto sumado a información de perfiles de otras redes y aplicaciones como Instagram o Facebook, que permiten sin lugar a duda llevar a un nivel superior la segmentación y conocimiento de los usuarios.

Ecosistema en la red

Ante los cambios anunciados por Facebook en WhatsApp, muchos usuarios decidieron descargar otras aplicaciones de mensajería, siendo Telegram y Signal las más conocidas. “Si bien es cierto que aplicaciones como Signal fueron pensadas desde su diseño para ofrecer mayores niveles de privacidad a sus usuarios, el hecho de dejar de utilizar Whatsapp, pero seguir usando Instagram o Facebook implica que como usuarios seguimos compartiendo una gran cantidad de datos, y eso mencionando únicamente las aplicaciones más conocidas del ecosistema Facebook. Todo esto dejando de lado a empresas como Google o Microsoft, que también ofrecen una gran cantidad de servicios para facilitar la vida de millones de usuarios a cambio de sus datos y que son utilizadas por un alto porcentaje de usuarios que también utilizan productos del ecosistema Facebook”, aclara Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

En el caso de Telegram, por ejemplo, el cifrado de las conversaciones no viene por defecto en todas las conversaciones, sino únicamente en aquellas que el usuario decida hacerlo, mientras que Signal o Whatsapp lo tienen por defecto para todas las comunicaciones. Por otra parte, en el caso de Signal se trata de la única aplicación de código abierto y está patrocinada por una fundación sin fines de lucro que obtiene fondos de usuarios y de grandes empresas como Amazon, mientras que Telegram y Whatsapp tienen como fuente de financiamiento inversores privados.

“Teniendo en cuenta esta variedad de matices, y sin dejarse llevar por noticias sensacionalistas o información falsa que circula por Internet, podemos tomar una postura racional al respecto de qué queremos que ocurra con nuestros datos al momento de utilizar nuestros dispositivos. Quizá hay usuarios para los cuales los cambios que se implementarán en WhatsApp les resulten positivos y les interese que les acerquen contenidos alineados a sus gustos. O también hay otros usuarios que la idea de estar en un sistema en el cual tengan tanto conocimiento de sus gustos los haga sentirse observados y limitados en lo que pueden conocer», afirma Gutierrez.

Toda esta situación plantea riesgos al momento de usar la tecnología, ya que el sistema es susceptible a tener fallas y vulnerabilidades que pongan en riesgo la seguridad de los datos y privacidad, y es parte de la responsabilidad como usuarios conocer estos riesgos para tomar las medidas de protección adecuadas.

 

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