Chile y Bolivia acuerdan hoja de ruta para recomponer relaciones diplomáticas
el canciller chileno sostuvo que se acordó trabajar en conjunto con el país altiplánico pese a las diferencias existentes respecto a la resolución de la Corte de La Haya respecto a la demanda marítima, y aquella que sigue pendiente por el río Silala.
Los gobiernos de Bolivia y Chile acordaron una «hoja de ruta» para recomponer las relaciones entre ambos países, dejando en suspenso la reivindicación boliviana de salida soberana al mar, según anunciaron en simultáneo los cancilleres Andrés Allamand y Rogelio Mayta.
«El Estado Plurinacional de Bolivia y la República de Chile hemos venido explorando diversas iniciativas de interés recíproco (…). En ese sentido acordamos avanzar una hoja de ruta para este 2021 que se va a desarrollar en las instancias establecidas bilateralmente», dijo en conferencia de prensa el ministro boliviano.
Añadió que Bolivia tomó esa decisión «manteniendo (su) posición histórica e irrenunciable por la reivindicación marítima pero también comprendiendo la necesidad de desarrollar un relacionamiento bilateral con (sus) vecinos y con la finalidad de iniciar un diálogo orientado a la construcción de confianza mutua».
En el mismo sentido, desde La Moneda, el canciller chileno sostuvo que se acordó trabajar en conjunto con el país altiplánico pese a las diferencias existentes respecto a la resolución de la Corte de La Haya respecto a la demanda marítima, y aquella que sigue pendiente por el río Silala.
Esos temas quedarán fuera de la agenda, dijo Andrés Allamand. «En el caso de la demanda que ya está resuelta favorablemente para Chile, es una materia cerrada para nuestro país (…) Y en relación al tema del Silala, la demanda fue interpuesta por Chile. Nosotros hemos dicho con mucha claridad cuáles la posición, pero ambos países han acordado esta etapa de normalización para tratar todos los temas que están presentes en la agenda bilateral», añadió.
Allamand detalló que se fijó una «hoja de ruta para el 2021 que permitirá abordar temas fronterizos, de libre tránsito, cultura, medio ambiente, turismo, educación, ciencia, cooperación bilateral, cooperación policial en materias de contrabando, tráfico de personas, recursos hídricos», entre otros.
«Es un compromiso recíproco de ambos países para dejar atrás una etapa conflictiva, cuyo punto más álgido fue la demanda rechazada por la Corte Internacional de Justicia e iniciar una etapa pensando en el futuro», puntualizó el canciller.