ONU denuncia escasez de medicamentos, agua potable y cortes de electricidad en Gaza

"Cada vez que hay un conflicto en Gaza, intensos bombardeos aéreos pulverizan infraestructura básica, casas, hospitales y fábricas", denunció la vocera de Unrwa, Tamara al Rifai.

A las secuelas de la destrucción por los bombardeos israelíes y los más de 65.000 desplazados que perdieron sus casas en la Franja de Gaza, la agencia de la ONU para refugiados palestinos, la Unrwa, agregó hoy la escasez de medicamentos, de agua potable y cortes prolongados de electricidad que provoca el bloqueo militar y que hace aún más difícil la reconstrucción de la que hoy todos hablan.

«El bloqueo sobre Gaza que ya lleva más de 14 años causa una constante falta de medicamentos y ayuda, mientras que el distanciamiento físico para prevenir la transmisión de la Covid-19 sigue siendo casi imposible en medio de los actuales desplazamientos internos provocados por los últimos bombardeos», denunció en Twitter la agencia de la ONU en referencia al pequeño y sobrepoblado territorio de dos millones de habitantes.

«Crece la preocupación alrededor de la situación que empeora para los residentes de Gaza, donde la electricidad solo existe de seis a ocho horas por día. Esto interrumpió el servicio de salud y otros servicios básicos, como el agua, la higiene y la sanitización», agregó la agencia, haciendo hincapié en elementos centrales en la prevención de la pandemia.

La Unrwa informó, además, en un comunicado publicado en su página web que actualmente, tras la tregua aceptada ayer por Israel y el movimiento palestino Hamas, existen 65.000 personas que tuvieron que huir de sus casas, muchas destruidas, y solo encontraron un techo en uno de los 59 refugios que gestiona en el pequeño territorio.

Asimismo, advirtió que el combustible está por terminarse en la franja -un elemento vital durante los cortes de electricidad- y estimó que alrededor de 800.000 no tienen acceso a agua potable hoy.

«Cada vez que hay un conflicto en Gaza, intensos bombardeos aéreos pulverizan infraestructura básica, casas, hospitales y fábricas», denunció la vocera de Unrwa, Tamara al Rifai.

«Luego, le toma a Unrwa y otras agencias humanitarias varios años rehabilitar sus estructuras y muchas casas y trabajos de los gazatíes nunca se recuperan», agregó.

Ante este sombrío panorama, Unrwa lanzó un pedido especial de ayuda para Gaza y Cisjordania, otro territorio palestino ocupado, de unos 38 millones de dólares para proveer de inmediato comida, ayuda médica, psicológica, agua y suministros para la higiene y la sanitización de las casas y los espacios comunes.

Desde 2007, tras la victoria electoral de Hamas, un movimiento islamista al que Israel -al igual que sus aliados Estados Unidos y la Unión Europea- considera una organización terrorista, el ejército mantiene un bloqueo total por aire, tierra y mar de la pequeña franja de territorio, una medida que el vecino Egipto no confronta al mantener la mayor cantidad de tiempo su frontera también cerrada.

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