Privacidad en WhatsApp y los antecedentes del 2016

El intercambio de datos entre Facebook y WhatsApp comenzó en el 2016, dos años después de que fuera comprada por la empresa de Mark Zuckerberg por 22.000 millones de dólares, cuando la app de mensajería anunció su primer cambio en los Términos de Servicio y la Política de Privacidad, lo que marcaría el primer el antecedente de la nueva actualización de 2021.

«Y al conectar tu número con los sistemas de Facebook, este podrá ofrecerte mejores sugerencias de amistades y mostrarte anuncios que te resulten relevantes –si tienes una cuenta con ellos», explicó WhatsApp en su blog, al anunciar esta actualización el 25 de agosto de 2016.

Por esa modificación, que habilitaba que se compartieran datos entre ambas empresas, la Comisión Europea (CE) le aplicó en 2017 una multa de 120 millones de dólares a Facebook por haber proporcionado «información engañosa» cuando compró WhatsApp, ya que en ese entonces había prometido que no iba a intercambiar datos.

La historia vuelve a repetirse este año: los más de 2.000 millones de usuarios de WhatsApp en el mundo comenzaron a recibir en enero un aviso de actualización sobre las Condiciones y Políticas de Privacidad.

«Al tocar Aceptar, acepta los nuevos términos, que entrarán en vigor el 8 de febrero de 2021. Después de esta fecha, deberá aceptar los nuevos términos para seguir usando WhatsApp. También puede visitar el Centro de ayuda si prefiere eliminar su cuenta «, indicaba el aviso.

Tras este anuncio, hubo un incremento en las descargas de otras aplicaciones de mensajería: Telegram sumó 25 millones de usuarios en solo 72 horas, según confirmó su fundador Pável Dúrov, y Signal tuvo más de 7.5 millones de descargas.

En tanto, las de WhatsApp cayeron alrededor de un 11% durante la primera semana de enero (en comparación con la semana anterior), según el reporte de Sensor Tower.

Ante ese escenario, y la confusión generalizada, WhatsApp se encargó de reiterar en sus redes qué iba a cambiar y qué no con su reciente actualización, enfatizando en que ni esa app ni Facebook pueden ni podrán ver el contenido de los mensajes porque están protegidos por el cifrado de extremo a extremo.

Así llegó la postergación, que pasó del 8 de febrero al 15 de mayo: «Gracias a todos los que consultaron. Seguimos trabajando para aclarar cualquier confusión comunicándonos directamente con usuarios de @WhatsApp. A nadie se le suspenderá o eliminará su cuenta el 8 de febrero y trasladaremos nuestros planes comerciales hasta después de mayo», comunicó en sus redes.

Hasta finalmente llegar al 15 de mayo, cuando la app señaló una nueva forma de postergación: «Luego de haberles brindado más tiempo a todos para revisar esta información, seguimos recordándoles a aquellas personas que todavía no tuvieron la oportunidad de hacerlo para que la revisen y acepten los cambios. Después de varias semanas, el recordatorio pasará a ser persistente».

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