Expertos en DDHH de ONU expresan alarma por presuntas extirpaciones de órganos en China

Al parecer, los resultados se registran en una base de datos con información sobre donantes de órganos vivos.

 La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) expresó este lunes en un comunicado la preocupación de los expertos en materia del organismo por la presunta extracción forzada de órganos de los practicantes de la corriente Falun Gong y de otras minorías, como los uigures, detenidas en China.

«Los expertos en derechos humanos de la ONU dijeron hoy que estaban extremadamente alarmados por los informes sobre la supuesta ‘extracción de órganos’ que se dirige a las minorías, incluidos los practicantes de Falun Gong, los uigures, los tibetanos, los musulmanes y los cristianos, detenidos en China», dice el texto.

Según el comunicado, los expertos disponen de información fidedigna que muestra que grupos minoritarios detenidos en China son obligados a someterse a radiografías y análisis de sangre de sus órganos, mientras que otros presos no son sometidos a tales exámenes.

Al parecer, los resultados se registran en una base de datos con información sobre donantes de órganos vivos.

«Los órganos más comunes que se extraen a los presos son, al parecer, corazones, riñones, hígados, córneas y, con menor frecuencia, partes de hígados», señalan los expertos en el comunicado.

Según el texto, los procedimientos de sustracción de órganos son facilitados por profesionales de la salud, como cirujanos, anestesistas y otros expertos.

Cuando en 2006 y 2007 la ONU solicitó a China información sobre las donaciones de órganos, las respuestas carecían de datos sobre su origen y el tiempo de espera para su asignación.

Actualmente, esa información sigue siendo inaccesible, mientras que a las familias de los presos fallecidos se les impide reclamar sus cuerpos, según los expertos.

En 2006, China fue acusada por primera vez de extracción sistemática de órganos, incluso de los miembros del perseguido movimiento religioso Falun Gong.

Ese mismo año, dos abogados canadienses, David Kilgour y David Matas, publicaron un informe basado en su investigación sobre las denuncias de extracción de órganos de los practicantes de Falun Gong en la República Popular de China.

Aunque a los autores se les denegó el visado chino, recopilaron información que estimaba que el origen de 41.000 trasplantes de órganos entre 2000 y 2005 eran inexplicables y que los presos de conciencia de Falun Gong eran la fuente más probable. (Sputnik)

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