Fuerzas afganas buscan neutralizar embestida talibán en varias ciudades importantes

El gobierno de Afganistán cifró hoy en 455 los talibanes abatidos en enfrentamientos para rechazar el asedio sobre las principales ciudades del país de esas fuerzas, que intensificó sus ataques desde que se anunció la retirada de casi todas las tropas extranjeras este año.

Los insurgentes asaltaron al menos tres capitales de provincia durante la noche, Lashkar Gah, Kandahar y Herat, tras un fin de semana de intensos combates en los que miles de civiles huyeron del avance, informaron autoridades y residentes.

En Lashkar Gah, capital de la provincia sureña de Helmand, los talibanes lanzaron ataques coordinados contra el centro de la ciudad y su prisión, dijeron fuentes militares, informó la agencia de noticias AFP.

Los ataques llegaron apenas unas horas después de que el Gobierno anunciara el despliegue de cientos de comandos en la zona.

Ayer, dos cohetes dañaron la pista del aeropuerto de la sureña ciudad de Kandahar, cuna del movimiento talibán, lo que provocó la interrupción de todos los vuelos con esta ciudad sureña, la segunda mayor de Afganistán.

Esta instalación es vital para mantener la logística y el apoyo aéreo necesarios para evitar que los insurgentes invadan la ciudad, al tiempo que proporciona apoyo aéreo sobre grandes extensiones del sur de Afganistán, incluida la cercana Lashkar Gah.

Los enfrentamientos se intensificaron desde principios de mayo, cuando los insurgentes aprovecharon la fase final de la retirada de las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos después de casi 20 años de presencia.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, culpó hoy a la decisión estadounidense de retirar «abruptamente» sus tropas por el deterioro de la seguridad en su país.

«La razón de nuestra actual situación es que esta decisión fue tomada abruptamente», dijo Ghani al Parlamento, y agregó que había advertido a Washington de que una retirada tendría «consecuencias».

En el sur de Afganistán, los combates continuaron durante la noche en Lashkar Gah mientras las fuerzas afganas rechazaban un nuevo asalto de los talibanes.

«Las fuerzas afganas sobre el terreno y mediante ataques aéreos repelieron el ataque», dijo el ejército en Helmand.

«Hay combates, cortes de electricidad, enfermos en el hospital, las redes de telecomunicaciones no funcionan. No hay medicamentos y las farmacias están cerradas», dijo Hawa Malalai, una residente.

Durante años, Helmand fue el centro de la campaña militar de Estados Unidos y el Reino Unido en Afganistán.

La pérdida de Lashkar Gah supondría un golpe estratégico y psicológico para el Gobierno, que se comprometió a defender las capitales provinciales a toda costa tras perder gran parte de las zonas rurales a manos de los talibanes en las últimas semanas.

En el oeste, cientos de comandos también defendían Herat tras días de intensos combates.

«La amenaza es alta en estas tres provincias, pero estamos decididos a repeler sus ataques», dijo ayer a la prensa el portavoz de las fuerzas de seguridad afganas, Ajmal Omar Shinwari.

El Gobierno afgano desestimó los constantes avances de los insurgentes de las últimas semanas porque los que considera sin valor estratégico, pero no ha logrado revertirlos.

Ghani dijo que las autoridades habían elaborado un plan de seis meses contra los talibanes, pero reconoció que los insurgentes ya no eran un «movimiento disperso e inexperto».

«Nos enfrentamos a un mando y un liderazgo organizados, respaldados por una coalición impía del terrorismo internacional y sus círculos de apoyo», afirmó.

En este contexto, el Gobierno afirmó hoy que 455 talibanes fuero abatidos en los enfrentamientos durante las últimas 24 horas en varios puntos del país, entre ellos las provincias de Herat y Helmand, las más golpeadas por la violencia esta semana.

Las cifras del Gobierno de Kabul, que fueron negadas por los talibán, también contemplan más de 230 insurgentes heridos, señala la cadena de televisión Tolo News, que informa de que las últimas siete bajas del grupo armado se produjeron en la provincia de Helmand después de un ataque aéreo de Estados Unidos.

Por otro lado, también se informó hoy de la muerte de cinco agentes de las fuerzas de seguridad en ataques de talibanes en Charikar, en la provincia central de Parwan.

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha pedido este lunes a los parlamentarios que usen sus contactos para movilizar a la población frente a los talibán y reiteró que el grupo no querrá participar en unas conversaciones de paz si continúa logrando avances sobre el terreno.(Télam)

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