Nueva etapa inédita en relación Marruecos-España

Discurso conmemorativo del Rey Mohammed VI del 20 de agosto donde repasa hechos y reafirmar orientaciones respecto las relaciones entre ambos países

Por Juvenal Urízar Alfaro, abogado, profesor de RRII y Presidente Acción Global Sur.

El rey Mohammed VI dedicó la primera parte de su discurso del 20 de agosto de 2021 a las elecciones del 8 de septiembre, destilando mensajes clave sobre los desafíos de las distintas elecciones.

El monarca insistió en el contexto, crucial para el futuro de Marruecos, en el que se están celebrando estas elecciones.

Recordó así que la celebración de la Revolución del Rey y el Pueblo, que tiene lugar unos días antes de las próximas elecciones, “coincide con el lanzamiento de una nueva generación de reformas y proyectos, previstos como parte de la puesta en marcha del Modelo de Desarrollo y el Pacto Nacional de Desarrollo”.

Este pacto, que trasciende las sensibilidades partidistas, será elaborado en base a las recomendaciones contenidas en el informe de la Comisión Especial sobre el Nuevo Modelo de Desarrollo, presentado al Rey Mohammed VI el 25 de mayo.

Así, como subrayó el soberano, estas elecciones tienen un alcance mucho mayor que la única lógica del enfrentamiento partidista: “las elecciones, lejos de ser un fin en sí mismas, constituyen una palanca para el establecimiento de ‘instituciones creíbles cuya vocación es servir al interés general, para defender causas nacionales”, señaló el monarca. «Ello viene a confirmar el arraigo del ejercicio democrático y la madurez del edificio político marroquí», agregó el soberano.

“De hecho, sostuvo, nuestra convicción es que el Estado saca su fuerza de sus instituciones, de la unidad y cohesión de sus componentes nacionales. Estos son precisamente los activos que utilizamos para defender a nuestro país ante la adversidad, las crisis y las amenazas. Este espíritu de cuerpo es palpable frente a los metódicos ataques de los que Marruecos ha sido recientemente blanco de ciertos países y organizaciones notoriamente hostiles a nuestra nación».

«Se han movilizado todo tipo de recursos, legítimos e ilegítimos, con un reparto de roles y el despliegue de impresionantes dispositivos de influencia, para precipitar a Marruecos en una espiral de problemas y conflictos con determinados países», señaló el Rey.

El rey Mohammed VI dijo el viernes -además- que «los artesanos del socavamiento han orquestado una vasta campaña de desprestigio contra las instituciones de seguridad de Marruecos, intentando así asestar un golpe a su alto nivel de dominio y su eficacia para preservar la seguridad y estabilidad del país».

«Marruecos también es un objetivo por su seguridad y estabilidad, estos bienes particularmente preciosos en estos tiempos de convulsiones y trastornos que sacuden al mundo», señaló.

El Rey también indicó que entre los países europeos, que no quieren que Marruecos siga siendo una nación libre, fuerte e influyente, hay europeos contados paradójicamente entre los socios tradicionales de Marruecos, que “temen por su intereses económicos, sus mercados y sus esferas de influencia en la región del Magreb”. Y añadió: «Estos europeos todavía están teñidos de un atraso que se resiste desesperadamente a los tiempos cambiantes”.

Marruecos, lo mismo que algunos países de la Unión del Magreb árabe, es objeto de una agresiva operación previamente planeada. El país está en el punto de mira porque es una nación con una arraigada historia que se remonta a más de doce siglos, amén de su larga trayectoria amazigh, cuyos destinos están en manos de una monarquía ciudadana desde hace más de cuatro siglos, en el seno de una sólida cohesión entre Trono y pueblo.

«Ahora bien, puede que no haya mal que por bien no venga; pues las conspiraciones de los enemigos de nuestra integridad territorial no hacen sino incrementar la fe y la tenacidad de los marroquíes para continuar en la defensa de su país y de sus intereses supremos», apuntó Mohammed VI.

Y agregó: «Efectivamente, Marruecos ha cambiado, pero no en el sentido que ellos quieren. Nuestro país no admite que se atente contra sus intereses supremos y al mismo tiempo procura establecer relaciones fuertes, constructivas y equilibradas, sobre todo con los países vecinos. Esta es la misma lógica que gobierna nuestra orientación actual con respecto a nuestras relaciones con la vecina España».

El rey Mohamed VI expresó también su voluntad de inaugurar una «nueva etapa» en las relaciones con España «sobre la base de la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos».  “Así pues, además de los tradicionales puntos constantes, que constituyen su zócalo, hoy velamos por consolidarlas mediante la comprensión conjunta de los intereses de los dos países vecinos”, aseguró.

“He seguido personalmente y de manera directa la marcha del diálogo y el desarrollo de las discusiones. Nuestro objetivo no consistió únicamente en salir de esta crisis, sino en hacer de la misma una ocasión para revisar los fundamentos y los determinantes que gobiernan estas relaciones”.

Y agregó: «Con toda sinceridad y confianza, aspiramos a seguir trabajando con el gobierno de España y con su presidente, Pedro Sánchez, con el fin de inaugurar una nueva etapa inédita en las relaciones entre los dos países, sobre la base de la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos. Se trata del mismo compromiso que se halla a la base de las relaciones de asociación y solidaridad entre Marruecos y Francia, con cuyo presidente, Emmanuel Macron, me unen sólidos lazos de amistad y mutua consideración», puntualizó el soberano marroquí.

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