A dos meses del crimen, comenzaron audiencias judiciales por magnicidio en Haití

La causa tiene 44 detenidos, entre ellas 18 colombianos, dos estadounidenses de origen haitiano y 12 policías.

Las audiencias judiciales por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, comenzaron ayer a puertas cerradas con la declaración del responsable de la seguridad de la vivienda donde se cometió el crimen hace casi dos meses, informaron hoy medios locales.

El proceso está liderado por el juez Gary Orelien, quien se hizo cargo de la investigación después de la renuncia del magistrado anteriormente encargado del caso, Mathieu Chanlatte, por preocupaciones por su seguridad.

Las audiencias comenzaron con una declaración a puerta cerrada del exjefe de seguridad del presidente, de la que no trascendieron detalles, indicó la agencia de noticias Europa Press.

Se trata de un testimonio relevante ya que, según una investigación reciente de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos de Haití, Moise fue «entregado» por sus responsables de seguridad que debían cuidarlo en la vivienda personal en la que fue asesinado a mano de mercenarios colombianos el 7 de julio pasado.

Por otro lado, según el medio Haiti24, varias figuras públicas del país caribeño mostraron su descontento con la elección de Orelien como juez, a quien acusan de «inexperto» para hacerse cargo de una causa tan relevante.

La renuncia el 13 de agosto de Chanlatte, nombrado para instruir el caso, dio un golpe de gracia al expediente por el cual permanecen detenidos más de 40 personas y otras seis se encuentras prófugas de la justicia, entre ellas la antigua jueza del Tribunal Supremo, Wendelle Coq, y el exsenador John Joel Joseph.

Horas antes de confirmarse su renuncia, la prensa local alertó que el juez no tenía asignado un guardia que garantizara su seguridad y la de sus familiares, después de que varios de los jueces y empleados implicados en el caso tuvieron que esconderse tras recibir amenazas.

El día previo a su dimisión se conoció la muerte en circunstancias aún por determinar del secretario judicial que debía asistirlo en la investigación, y mientras que la Asociación de Registradores Haitianos calificó el hecho de asesinato, varias personalidades señalaron que el fallecimiento constituía una forma de intimidación.

Chanlatte no fue el primer juez que renuncia tras ser designado para instruir el caso del magnicidio de Moise; también lo hicieron Clément Noel tras denunciar amenazas de muerte, y Carl Henri Destin, quien redactó el primer reporte tras el asesinato.

La causa tiene 44 detenidos, entre ellas 18 colombianos, dos estadounidenses de origen haitiano y 12 policías.

Entre ellos está el presunto autor intelectual, un médico haitiano con residencia en Florida, Estados Unidos, llamado Emmanuel Sanon y quien supuestamente organizó la operación para jurar como presidente.

Sin embargo, todavía continúan muchas interrogantes sin respuesta, entre ellas por qué el comando armado no escapó del país, cuáles eran los planes de Sanon para llegar al poder, y cómo un grupo de extranjeros pudo llegar sin resistencia a la habitación de uno de los hombres más custodiados de la nación.

Moise fue baleado en su residencia el 7 de julio pasado y profundizó el vacío institucional del país, que desde enero de 2020 carece de Parlamento, y perdió al presidente del Tribunal de Casación como consecuencia del coronavirus.

La Policía aún no liberó las imágenes de la cámara de vigilancia de la residencia presidencial, el Gobierno solicitó ayuda de Naciones Unidas y Caricom, el bloque que reúne a los países del Caribe, puso en duda que entre los arrestados se encuentren los verdaderos autores intelectuales.(Télam)

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