Museo Británico exhibe por primera vez 103 obras del japonés Katsushika Hokusai

"La gran ola de Kanagawa" y "Fuji en días claros" fueron las que aseguraron la fama de Hokusai, tanto dentro del Japón como en el extranjero

Una exposición en el Museo Británico reunirá por primera vez a nivel mundial 103 dibujos del pintor y grabador Katsushika Hokusai, uno de los artistas más célebres de Japón, conocido por su emblemático grabado «Bajo la ola de Kanagawa», popularmente llamado «La gran ola».

Los dibujos a pincel, realizados entre 1820 y 1840, para una enciclopedia ilustrada llamada The Great Picture Book of Everything, fueron recientemente adquiridos por el museo.

Por razones desconocidas, el libro nunca se publicó, lo que brinda la oportunidad de ver estas obras excepcionales que, de otro modo, habrían sido destruidas como parte del proceso de impresión en madera.

Las obras, que se podrán conocer ahora, remiten a escenas de la India budista, la antigua China y el mundo natural, lo que no sólo muestran el estilo y la habilidad inimitables de Hokusai, sino que también revelan una versión del Japón del siglo XIX mucho más intrigante por el resto del mundo de lo que se pensaba.

La muestra ofrece la oportunidad única de estudiar directamente la magistral pincelada de Hokusai y da a conocer el último capítulo de la carrera y la vida del artista, que deja al descubierto un talento inquieto en sus últimos años de vida, informó el diario británico The Guardian.

La gran ola es una de las obras exhibidas junto a objetos que permiten conocer mejor sus prácticas de trabajo y demuestran el intrincado proceso de creación de sus xilografías.

Hokusai (1760-1849) fue autor de una inmensa y variada obra, en la que muestra la vida diaria de su población, con una gran exactitud y sentido del humor. Realizó grabados de paisajes, así como las emblemáticas obras que tienen como tema sus vistas del monte Fuji.

«La gran ola de Kanagawa» y «Fuji en días claros» fueron las que aseguraron la fama de Hokusai, tanto dentro del Japón como en el extranjero, a tal punto que a mediados del siglo XIX sus grabados, así como los de otros artistas japoneses, llegaron a París.

Allí fueron coleccionados, especialmente por parte de artistas postimpresionistas de la talla de Vincent Van Gogh, Paul Gauguin y Henri de Toulouse-Lautrec, cuya obra denota una profunda influencia de los grabados del artista japonés. (Télam)

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