“Así enfrenté la pandemia… y salí adelante”: Luis Quintrel de Café Yungay

Luis Quintrel Biondi, Ingeniero comercial de la Universidad de Santiago, se hizo cargo de la administración del Café Yungay, un sitio que releva el tema patrimonial y se destaca por su ambiente histórico, apenas un mes antes que apareciera el primer caso de coronavirus en el país.

El lugar, que ya había resistido con éxito el estallido y convertido en centro de debates y reflexivas tertulias, se aprestaba a jugar un rol clave en el nuevo tiempo, constituyente, que se iniciaba en Chile.

“Nosotros comenzamos la administración a fines de febrero de 2020, con la expectativa de darle mayor movimiento y vida a este proyecto que comenzaron unos amigos nuestros, que por sus trabajos, no podían dedicarle el tiempo necesario para consolidar la cafetería como un punto de encuentro importante dentro del barrio”, rememora Luis.

La idea, entonces, era que uno de los socios se dedicaría tiempo completo a la cafetería y él estaría apoyando en la administración financiera del café.

“A mediados de 2020 comienza la pandemia y empieza las restricciones, en el momento en que ya teníamos definido un horario continuo y comenzábamos a tener clientes que venían con frecuencia. Con el paso de las semanas y el avance de la pandemia, las restricciones se fueron haciendo mayores al punto de no poder atender público dentro de la cafetería, únicamente podíamos vender para llevar”, señala.

Y agrega: “Dada esta situación, y viendo que las restricciones se extendían en el tiempo, empezamos a buscar alternativas de productos que nos permitieran hacer algo de caja. Fue así como incorporamos la venta de frutos secos en el mes de junio aproximadamente. Esta venta nos permitió lograr algunos ingresos y tenía la ventaja de ser un producto más duradero que todo lo que es pastelería, uno de los puntos fuertes de nuestra cafetería.

No se trató, dice, de una reconversión, sino que ampliaron la oferta y complementaron el funcionamiento de la cafetería a puertas cerradas, porque no estaban generando los ingresos necesarios para cubrir los gastos de arriendo y el sueldo de la persona que trabaja con ellos.

“Una ayuda importante ha sido nuestra red de contactos y amigos que nos ayudan constantemente a promocionar nuestros productos, así como el hecho de haber potenciado nuestro uso de redes sociales para dar a conocer la forma en que estábamos funcionando y los productos que podíamos despachar” señala Luis cuando se le consulta quienes los ayudaron en esta etapa.

Ahora, ya en un escenario casi sin restricciones, el Café mantiene aquellas cosas que incorporaron durante la pandemia, como los frutos secos, pero con el foco puesto en lo que los motivó a emprender, potenciando la cafetería y lograr que ella sea considerada un referente en el barrio.

“Si bien despachamos algunos productos, creemos que lo que nos diferencia es ofrecer un lugar muy tranquilo y agradable para disfrutar de un exquisito café, un delicioso pastel y la mejor de la conversaciones con amigos. Por lo tanto nuestro foco sigue siendo la atención presencial y dedicada de cada uno de nosotros hacia nuestros clientes”, señala Luis.

Señala que a ellos los salvó la fe que tenían en el emprendimiento. “En lo personal, creo que lo principal es creer en su proyecto, saber el potencial que tiene y de esta manera poder buscar los aliados necesarios y ser capaces de entusiasmarlos con la idea de crecimiento que tienes en mente. En nuestro caso, que somos parte de Espacio 330 (un centro cultural que cuenta con 3 locales y diversas exposiciones), y por ende pagamos arriendo, fue fundamental hacer notar que Café Yungay es quien hoy le da vida al espacio, que lo mantiene vivo y hace que la gente conozca el lugar. Con esa base logramos llegar a un acuerdo que nos permitió bajar el arriendo en los meses en que la venta se fue casi a cero. Otro punto muy importante creo que es comprometer a las personas que uno tiene contratada, de esa manera uno sabe que darán lo mejor de sí para superar cualquier crisis. Nosotros tenemos una persona contratada, hicimos lo posible por no suspender su contrato, cuando solo se podía vender para llevar por ejemplo, le redujimos el horario (sin reducir su renta), teniendo en cuenta el poco movimiento que había, cosa que fue bastante valorada por ella, ya que le permitía hacer otras cosas y quizás generar algún ingreso extra”, responde cuando le pedimos un consejo para salir adelante.

Respecto al futuro y luego de confesar que afortunadamente no ha contraído el Covid, Luis señala que hoy ve con más optimismo el momentos que estaos viviendo y el futuro del café Yungay.

“Cada vez vemos como logramos una clientela estable, que vuelve semana a semana, por el lugar, la atención, el café y nuestros pasteles. Sentimos que esta crisis nos ha fortalecido y haber mantenido abierto nuestro local nos ha ayudado en los primeros pasos en la búsqueda de consolidar a Café Yungay (Maipú 330, Santiago) como un ícono dentro del barrio, lo que nos invita y desafía a seguir creciendo y dar lo mejor de nosotros”.

Este reportaje, que integra una serie de entrevistas que El Periodista publicará durante octubre, cuenta con el apoyo del Fondo de Medios de Comunicación Social 2021 del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago y el Ministerio Secretaría General de Gobierno