Jackson: de esperar «60 horas de un material deprimente» a encontrarse con unos «prolíficos» Beatles

El confinamiento por la pandemia de coronavirus fue el contexto ideal para que el realizador se sentara a revisar la totalidad del material.

Entusiasmado por su labor en «Jamás llegarán a viejos», su documental armado con material y sonido de ambiente sobre la Primera Guerra Mundial, los responsables la compañía Apple le ofrecieron a Peter Jackson la posibilidad de revisar las casi 60 horas de material inédito de Los Beatles registrado por Michael Lindsay-Hogg en 1969 para el proyecto «Let It Be», para que realice un nuevo corte en ese mismo estilo.

«En principio acepté hacerlo, pero les pregunté: `¿Podría mirar el metraje primero?´. Honestamente, todavía creía hasta ese momento que podrían llegar a ser 60 horas del metraje más deprimente del mundo. No sabía qué esperar», confesó el directo neozelandés ante la prensa, para luego reconocer que se encontró con un testimonio del que considera uno de los períodos «más prolífico y creativo» del grupo.

«Así que en vez de verlo como el triste momento de ruptura de Los Beatles, que tuvo como resultado malas grabaciones, en realidad es uno de los períodos más frenéticos de composición, ensayo y grabación que tuvieron, estoy seguro», ratificó.

El confinamiento por la pandemia de coronavirus fue el contexto ideal para que el realizador se sentara a revisar la totalidad del material, momento en que revirtió el prejuicio en torno a lo que iba a encontrar.

El entusiasmo de Jackson llevó a que este proyecto, que en principio iba a ser una película, se convirtiera en una serie de tres capítulos de más de dos horas y media cada uno.

Confeso fan de Los Beatles desde su niñez en Nueva Zelanda a partir de la adquisición de los famosos compilados de tapa roja y azul, según reconoció, el director se dio el lujo de mostrar en detalle el frenético mes en que Los Beatles se propuso componer, ensayar y grabar en una actuación en vivo un nuevo disco, y pasó del desconcierto de los primeros días al entusiasmo del tramo final, a partir de algunos factores que mejoraron el humor general.

La gran frutilla del postre a este exhaustivo documental es la posibilidad de ver en su totalidad el mítico concierto en la terraza, que se convertiría en la última presentación en vivo; además de diversas cámaras que captaron la reacción del público en la calle y el accionar de la policía en su intento por detener la actuación por exaltación del orden público.

Otro de los grandes atractivos de «Get Back» es que su banda sonora estuvo a cargo de Giles Martin, hijo del imprescindible productor George Martin, lo que le brinda una fidelidad incuestionable.

Al igual que los recordados discos y serie documental «Anthology» pareció dejar todos los espacios cubiertos en lo referentes al material disponible de Los Beatles; «Get Back» es un gran apéndice que no se había tenido en cuenta y ahora sale a la luz.(Télam)

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