Japón relajará controles fronterizos impuestos por pandemia a partir del próximo mes

El turismo se había convertido hasta la irrupción del coronavirus en una de las joyas de la corona de Japón, pues en apenas ocho años entre 2011 y 2019 se había quintuplicado el número de visitantes extranjeros a la isla.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha informado de que, a partir del próximo mes, la isla relajará los controles fronterizos, implantados hace ya más de dos años como medida para ponerle freno al avance de la pandemia de coronavirus.

Kishida se ha comprometido a que en un futuro próximo Japón sea igual de accesible que otras naciones del G7 en un momento en que desde Tokio se busca además aumentar el gasto de los consumidores para hacer frente a la desacelaración económica que azota el país.

«Relajaremos aún más los controles, para que en junio sea posible ingresar al país con la misma tranquilidad que otras naciones del G7», ha defendido Kishida poniendo junio como fecha límite, pues es cuando está prevista la próxima reunión del G7 en Alemania.

Esta medida sería bien recibida por la industria turística de Japón, que en los últimos tiempos ha estado llamando al Gobierno a que flexibilizase la entrada de extranjeros al país para aprovechar la posición de debilidad actual del yen, apunta la agencia Bloomberg.

El turismo se había convertido hasta la irrupción del coronavirus en una de las joyas de la corona de Japón, pues en apenas ocho años entre 2011 y 2019 se había quintuplicado el número de visitantes extranjeros a la isla.

Sin embargo, esta tendencia se vio drásticamente frenada con la irrupción del virus y unas estrictas medidas fronterizas que derivaron en que la cantidad de turistas se desplomase desde los 32 millones de personas registrados en 2019 a los poco más de 250.000 en 2021.

Otros países de la zona, como Corea del Sur o Nueva Zelanda, ha reabierto recientemente sus fronteras, si bien el ‘gigante asiático’, China, sigue inmersa en una política draconiana de erradicación de la enfermedad y sus fronteras permanecen cerradas. (Europa Press)

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