Presidente portugués: la Iglesia tiene «deber ético» de asumir abusos dentro la institución

En ese sentido, ha subrayado que es hora de que la Iglesia como institución revise su proceder para el futuro ya que si bien en "muchos casos" no tuvo noción de lo que estaba ocurriendo, en otras ocasiones sí y lo "infravaloró", creyendo que era "un fenómeno aislado sin gravedad algunas".

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha manifestado este martes que la Iglesia Católica tiene el «deber ético» de hacerse responsable de las 4.815 víctimas que sufrieron agresiones sexuales dentro de la institución, destacando que esta última cifra que se ha dado a conocer es «muy superior» a las anteriores.

Rebelo de Sousa ha valorado así las conclusiones publicadas por la comisión independiente encargada de investigar los abusos dentro del seno de la Iglesia Católica, que cifra «como mínimo» en 4.815 las víctimas de estos abusos.

«Que la Iglesia tiene un deber ético de responder, de hacerse responsable ya fue asumido ayer. Ese deber ético que abarca el apoyo psicológico, sigue siendo muy importante para muchas víctimas años y años después, sin duda», ha dicho.

Cuestionado sobre la posibilidad de que la Iglesia resarza económicamente a las víctimas, Rebelo de Sousa ha recordado que «varios países» ya lo han hecho, pero ha pedido esperar indemnizado a la postura que adopte la Iglesia portuguesa.

En declaraciones a la prensa desde el Palacio de Belém en Lisboa, Rebelo de Sousa ha reconocido que la última cifra dada por esta comisión independiente ha superado con creces las anteriores, «superando probablemente todo aquello que los portugueses pensaban» cuando comenzó la investigación, informa la agencia Lusa.

«Este número es muy superior al anterior», ha recordado Rebelo de Sousa en relación a las más de 400 que se cifraron en un principio. «Para el tiempo que dedicó la comisión, tal y como han reconocido algunos de sus miembros, puede ser todavía un fenómeno que continúa presente en la sociedad portuguesa», ha dicho.

En ese sentido, ha subrayado que es hora de que la Iglesia como institución revise su proceder para el futuro ya que si bien en «muchos casos» no tuvo noción de lo que estaba ocurriendo, en otras ocasiones sí y lo «infravaloró», creyendo que era «un fenómeno aislado sin gravedad algunas».

«En otros casos todavía tardó mucho en actuar, mientras que en otros todavía está intentando comprender que ha pasado», ha contado Rebelo de Sousa, quien ha lamentado que en Portugal la respuesta no haya sido más «determinante» y «rápida».

El informe, elaborado por un equipo de expertos dirigido por el psiquiatra infantil Pedro Strecht y entregado al presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, el obispo de Leiria-Fátima José Ornelas, recopila 512 testimonios, de los cuales 25 han sido remitidos a la Fiscalía.

Según el estudio, los agresores sexuales son en su mayoría hombres y el 77 por ciento eran sacerdotes. El mayor número de casos se produjo entre las décadas de 1960 y 1990, con «una cuarta parte del total denunciado entre 1991 y la actualidad».

En cuanto al lugar donde se cometieron, el documento apunta a seminarios, internados e instituciones de acogida de la Iglesia Católica, confesionarios, sacristías y la casa del párroco. La edad promedio de las víctimas era de 11 años, siendo la mayoría de ellos agredidos sexualmente más de una vez. (Europa Press)

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