Boric propone en la ONU la tarea «urgente» de «cuidar la democracia» ante el «avance de la intolerancia» y los «totalitarismos»

El presidente de Chile, Gabriel Boric, aprovechó el espacio, además, para denunciar la situación de represión en Nicaragua y criticó las sanciones tanto a Cuba como a Venezuela.

El presidente Gabriel Boric recordó hoy ante la Asamblea General de la ONU el papel de Estados Unidos, entonces presidido por Richard Nixon, en la conspiración para derrocar a Salvador Allende en 1973.

Durante su intervención de 22 minutos en el máximo organismo internacional, el jefe de Estado señaló que el 11 de septiembre de ese año un golpe de Estado fracturó brutalmente la convivencia y llevó muerte, dolor, persecución y miseria a su patria.

En esa época, afirmó, había algunos países que estaban por la desestabilización de democracias frágiles, pero también hubo organismos, como la ONU, que jugaron un papel fundamental para defender a quienes sufrían, a los más desvalidos.

Aseguró el gobernante que por eso Chile tiene con esa entidad y con varios de los países presentes en este foro una enorme deuda de infinita gratitud.

A 50 años de esa tragedia asumimos nuestros dolores y sacamos lecciones de la historia, entre ellas que un golpe de Estado jamás es inevitable pues siempre existen otras alternativas donde no esté presente la violencia, agregó.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, aprovechó el espacio, además, para denunciar la situación de represión en Nicaragua y criticó las sanciones tanto a Cuba como a Venezuela.

«Denunciar ante esta Asamblea y el mundo la persecución que hoy día vive todo quien piensa distinto del gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo en Nicaragua, en donde no solo se prohíbe su participación en elecciones, sino que se les persigue, se les priva de nacionalidad, se les allana sus casas y se les priva de derechos políticos», ha criticado.

Asimismo, se refirió a las sanciones impuestas contra Venezuela, que no permiten «mejorar las condiciones de vida del pueblo venezolano», por lo que es «imperativo» que Washington las levante, al igual que en el caso de Cuba.

«Declarar que Cuba es un país que promueve el terrorismo no solo es falso, sino que nos violenta. Y por lo tanto, instamos a Estados Unidos a seguir la línea que en su momento tuvo el gobierno de Barack Obama, cuando lo sacó de esa infame lista», apuntó el mandatario.

De la misma forma, Boric instó a respetar el Derecho Internacional en el caso del conflicto palestino-israelí, mientras que también condenó de forma «clara y explícita» la invasión rusa en Ucrania.

Por otro lado, Boric propuso la tarea «urgente» de «cuidar la democracia» ante el «avance de la intolerancia» y los «totalitarismos». En este sentido, es necesario hacerse cargo de la desinformación y defender el derecho de las minorías, así como el respeto a los Derechos Humanos, señaló.

Durante su discurso, el presidente chileno también aprovechó para defender el multilateralismo y los mecanismos pacíficos de resolución de controversias.

«Aprendimos, a través de nuestra historia que la democracia es frágil y no está garantizada para siempre y que, por lo tanto, hay que cuidarla», dijo, agregando que «un golpe de Estado jamás es inevitable», como ya señaló durante su discurso de aniversario.

En su segundo discurso como presidente de Chile ante la Asamblea General, Boric planteó tres tareas que, a su juicio, son de urgente implementación en la arena internacional.

La primera es cuidar la democracia, detener el avance de la intolerancia, enfrentar decididamente la desinformación y proteger los derechos de las minorías y de las mujeres.

En tal sentido, planteó la necesidad de entregar resultados oportunos ante los desafíos de la corrupción, el crimen organizado, las desigualdades sociales y otros problemas con el fin de preservar la confianza de la gente en las instituciones.

Como segundo aspecto, mencionó la crisis del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, problemas donde las responsabilidades no recaen en todos de la misma manera.

“Los que menos contribuyen al calentamiento global, los que menos queman combustibles fósiles, son quienes más sufren”, dijo, y urgió a los países con mayor actividad industrial a ser, no sólo respetuosos con el medio ambiente, sino solidarios con quienes mayor daño reciben.

En tercer lugar, Gabriel Boric aludió al actual cambio tecnológico, al cual calificó como comparable con la revolución industrial del siglo XVIII, pues está modificando de forma drástica la forma de relacionarse entre las personas, de producir y de trabajar.

Recalcó la necesidad de dar un marco ético al desarrollo y uso de conocimientos, entre ellos la Inteligencia Artificial, incorporando la perspectiva de los derechos humanos y el resguardo de las libertades individuales y sociales y evitar que sean fuente de nuevas injusticias.

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