
Administración Trump prohíbe a Universidad de Harvard matricular a estudiantes extranjeros
Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó", ha anunciado la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, a través de su perfil en la red social X.
El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, en inglés) anunció este jueves que revocó la potestad de la Universidad de Harvard para admitir estudiantes extranjeros.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, envió una carta a la institución informando que «con efecto inmediato, la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio de la Universidad de Harvard queda revocada».
La funcionaria señaló que el Gobierno considera un privilegio matricular a estudiantes extranjeros, así como emplear a extranjeros en el campus.
«Como resultado de su negativa a cumplir con las múltiples solicitudes de proporcionar información pertinente al DHS, mientras perpetúa un ambiente inseguro en el campus que es hostil a los estudiantes judíos, promueve simpatías pro-Hamás, y emplea políticas racistas de ‘diversidad, equidad e inclusión’, han perdido este privilegio», añadió Noem en su misiva enviada a la universidad.
En abril, Noem amenazó a Harvard con la revocación del programa de intercambio si la universidad no accedía a compartir «información relevante» sobre todos los alumnos internacionales que estén en el país con visa de estudiante y se hayan visto involucrados en actividades «peligrosas» o «ilegales».
La revocación significa que Harvard no puede admitir extranjeros para el curso académico 2025-2026 y que cualquiera de estas personas que estudie actualmente en la institución deberá trasladarse a otra institución para mantener su estatus, explicó la funcionaria.
Otras medidas
La semana pasada, el Gobierno informó que «debido al continuo fracaso de la Universidad de Harvard en abordar el acoso antisemita y la discriminación racial, el Departamento de Salud y Servicios Humanos está cancelando múltiples subvenciones de varios años, por un total de aproximadamente 60 millones de dólares».
La Casa Blanca comenzó en marzo a exigir que las universidades estadounidenses protegieran a los estudiantes judíos y amenazó con recortar la financiación en medio de las protestas antiisraelíes en los campus, desencadenadas por la escalada del conflicto entre el Estado hebreo y el movimiento palestino Hamás.
En abril, el Departamento de Educación desfinanció a la Universidad de Harvard por 2.200 millones de dólares tras rechazar la exigencia de contratación y reformas educativas del Gobierno.
A principios de mayo, el presidente Donald Trump confirmó que planeaba despojar a la Universidad de Harvard de su estatus de exención de impuestos.
Poco antes, la universidad presentó una demanda para invalidar las recientes medidas del Gobierno.
La institución argumentó que las acciones del Gobierno «amenazan la independencia académica de Harvard y ponen en riesgo la investigación crucial, vital e innovadora que se lleva a cabo en su campus».
«Además, forman parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno para castigar a Harvard por proteger sus derechos constitucionales», consta en el texto de la demanda.
En su demanda, el centro de estudios rechazó las acusaciones de antisemitismo.