
Belfast y The John Hewitt: cerveza, poesía y jazz en el corazón de la ciudad
Belfast es una ciudad que sorprende. A primera vista, su aire industrial y su pasado convulso pueden parecer fríos, pero basta caminar unas pocas cuadras por el centro para descubrir su pulso vibrante, su gente cálida y una escena cultural tan viva como inesperada.
Entre los tantos rincones con historia que ofrece la capital de Irlanda del Norte, The John Hewitt destaca por derecho propio.
Este bar —ubicado en Donegall Street, pleno centro histórico y escasos metros de la Catedral de Belfast— rinde homenaje a John Hewitt, poeta, socialista y regionalista, considerado una figura clave en la identidad cultural del Ulster.
El local lleva su nombre porque fue en este mismo barrio donde Hewitt vivió por casi dos décadas, y donde plasmó parte de su obra que hoy es orgullo local.
Más que un homenaje, The John Hewitt es un proyecto social con alma cervecera.
Inaugurado en diciembre de 1999, es el primer bar de empresa social en Belfast y pertenece al Belfast Unemployed Resource Centre, una organización dedicada a apoyar a personas desempleadas y marginadas.
Curiosamente, fue el propio John Hewitt quien inauguró ese centro en 1983, y su legado vive hoy entre paredes que respiran compromiso social, arte y comunidad.
El bar busca “consolidar el legado de Hewitt como un centro cervecero con conciencia social, basado en la comunidad y centrado en la cultura en Belfast, ofreciendo una hospitalidad de primera clase”, según se lee en su sitio web. Y lo logra con creces. Con 16 cervezas de grifo —incluida la ineludible Guinness— y un ambiente relajado y amistoso, es punto de encuentro habitual de locales y turistas.
Nuestra visita fue un viernes por la noche, y no pudo ser más oportuna: un trío de jazz en vivo llenaba el salón con melodías íntimas, mientras el público —diverso y entusiasta— disfrutaba cada nota con una pinta en la mano.
Así, después de una jornada de visita por la ciudad, recorriendo sus murales que dan cuenta de su pasado violento, el museo del Titanic, el edificio del ayuntamiento, los pintorescos «entries» y el gran pez o Salmón del Conocimiento, nos decidimos a ingresar a este bar donde la música en vivo es parte esencial de su propuesta, al igual que el apoyo constante a las artes.
Como muestra, en sus muros se aprecia una hermosa ilustración de la artista Danielle Morgan, disponible también como impresión.
A futuro, planean sumar un food truck en el exterior, completando una oferta que ya hoy es imperdible.
The John Hewitt no es solo un bar, es una declaración de principios. Es cultura, memoria, música, solidaridad y cerveza en el corazón de una ciudad que sigue reescribiendo su historia con orgullo y dignidad.