
Carolina de Mónaco dona a museo cubano retrato que le hizo Oswaldo Guayasamín
El cuadro es uno de los tantos retratos a personalidades realizados por Guayasamín, con su peculiar estilo; el artista se lo obsequió al padre de la princesa, el príncipe soberano, Raniero III de Mónaco.
La princesa de Mónaco, Carolina Grimaldi, donó a la Casa Museo Oswaldo Guayasamín, en Cuba, un cuadro que el relevante artista ecuatoriano le hizo a ella de joven.
La institución donde se honra y salvaguarda la memoria del llamado pintor de Iberoamérica, se encuentra emplazada en La Habana Vieja, y la también princesa de Hannover la descubrió hace 10 años, cuando paseaba por la zona más antigua de esta capital.
En aquel momento, vino a Cuba con Les Ballets de Monte-Carlo, una compañía que refundó y de la cual es benefactora. Una década después, el motivo se repite, dejando en evidencia su pasión por las artes, en particular, por la danza, que estudió en la juventud.
El cuadro es uno de los tantos retratos a personalidades realizados por Guayasamín, con su peculiar estilo; el artista se lo obsequió al padre de la princesa, el príncipe soberano, Raniero III de Mónaco.
Cuando el monarca falleció en 2005, la princesa lo heredó y, ante su nuevo viaje a Cuba, recordó la existencia aquí de la Casa Museo, con la cual decidió tener un gesto que la perpetuará en el corazón de la capital cubana.
El embajador de Ecuador en Cuba, José María Borja, asistió al acto de donación, durante el cual el actual presidente de la Fundación Guayasamín, Alfredo Che Vera Guayasamín, contó que el abuelo pintó a Carolina de Mónaco en solo dos días, por la gran belleza de la princesa.
La directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés, presidenta del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, asistió a la modesta ceremonia, con otros miembros del Comité Organizador del evento que invitó, en esta ocasión, a Les Ballets de Monte-Carlo a actuar aquí.
La compañía estrenó en Cuba la víspera el espectáculo Core meu (Mi corazón), con música en vivo de Antonio Castrignanò y Taranta Sounds, coreografía del francés Jean-Christophe Maillot, quien recién recibió el Premio Internacional Honorífico de Danza Josefina Méndez, otorgado por la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (Uneac).
Con Core meu, Les Ballets de Monte-Carlo y Maillot volvieron a deslumbrar al público cubano pues se trata de una puesta delirante y alegre, que sube al máximo el nivel de las propuestas de la Feria Internacional Cubadisco 2025. (Prensa Latina)