A los 95 años falleció el destacado artista Claudio di Girolamo, figura fundamental del teatro, las artes visuales y la gestión cultural en Chile.
Nacido en Roma en 1929 y nacionalizado chileno, di Girolamo desarrolló una prolífica carrera que abarcó más de siete décadas, dejando una profunda huella como creador visual, director teatral, escenógrafo, dramaturgo y promotor cultural.
Según informó la periodista Isabel Tolosa a Radio ADN, el artista se mantuvo lúcido y activo hasta el final de su vida.
Di Girolamo llegó a Chile a los 19 años, y fue uno de los fundadores del emblemático Teatro Ictus. También dirigió el recordado programa de televisión La Manivela, que marcó a generaciones por su mirada crítica y creativa de la sociedad chilena.
Este año, en marzo, inauguró la exposición De lo humano y lo divino en el Museo Taller, donde reunió más de un centenar de obras que abarcan pinturas, esculturas, dibujos, maquetas y bocetos. La muestra, curada junto a su hijo Francesco, repasa su trayectoria visual desde una mirada íntima, abordando la migración, la memoria familiar y el arte como espacio de reflexión.
“El arte no es solamente la belleza. Es un instrumento para entender lo que es la trascendencia, para la educación, para una calidad de vida”, expresó en una entrevista a ADN en 2016.
En la misma conversación agregó: “El arte se puede hacer en la medida que se puede armonizar acción con reflexión, o si no no se llega a ninguna parte”.
En el ámbito público, Claudio di Girolamo fue jefe de la División de Cultura del Ministerio de Educación durante los gobiernos de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y en dos ocasiones bajo la presidencia de Michelle Bachelet, desempeñando un papel clave en la formulación de políticas culturales en el país.
Su legado artístico continúa a través de su hija, la actriz Claudia di Girolamo, y sus nietos Pedro, Rafaella y Antonio, todos ellos ligados al mundo del arte en distintas disciplinas.
Claudio di Girolamo deja una marca imborrable en la cultura chilena, con una vida dedicada a crear, enseñar y promover el arte como herramienta de transformación social.
