Investigadores U. chile revelan cómo estadios combatieron la desigualdad urbana en Chile y Brasil

Una investigación liderada por especialistas analizó cómo la construcción de estadios en Chile y Brasil en los años 60 y 70 ayudó a reducir la desigualdad urbana y fomentar la cohesión social.

¿Puede la construcción de estadios reducir la desigualdad urbana? La pregunta que podría sonar simple tiene implicaciones profundas para la planificación de las ciudades y el bienestar social. Una investigación reciente publicada en la revista EURE, desarrollada por los historiadores Óscar Riquelme y Daniel Briones, ambos investigadores del Doctorado en Historia de la Universidad de Chile, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Humanidades, analiza precisamente este tema en los casos de Chile y Brasil durante las décadas del 60 y 70.

El estudio, titulado «Construcción de estadios para las masas: experiencias de infraestructura deportiva en Chile y Brasil (1962-1975)», explora cómo ambos países impulsaron proyectos de estadios en sectores periféricos, como una estrategia de modernización urbana y promoción de la integración social. Según Óscar Riquelme, investigador de postgrado del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, esta investigación «llena un espacio historiográfico al conectar la historia institucional y económica urbana con la dimensión cultural del deporte».

Uno de los hallazgos destacados es que hasta 1970 el deporte no fue considerado una política pública en Chile, y la inversión deportiva dependía más de la voluntad política y el voluntarismo local que de un plan estructurado. Daniel Briones explica que esto invita a reflexionar sobre la actualidad, pues aún existe «una carencia absoluta de políticas públicas reales en deporte, a pesar del discurso político y eventos como los Panamericanos».

«La construcción de estadios tuvo un fuerte componente de inclusión popular», afirma Riquelme. Los investigadores resaltan cómo proyectos como el Estadio Chile y el estadio de Arica implicaron no solo una considerable inversión pública, sino también la creación de espacios comunitarios que fomentaron identidad y cohesión social. En Brasil, la experiencia fue similar, con grandes recintos deportivos acompañando el proceso de expansión urbana en São Paulo.

«La infraestructura deportiva en estos años generó una notable integración urbana y promovió el desarrollo de sectores periféricos», detalla Briones. No obstante, advierte que tras las reformas privatizadoras posteriores a 1976, Chile enfrentó una creciente marginalización y segregación urbana, problemática que aún no se resuelve completamente.

Riquelme añade que “la planificación urbana debe acompañarse de políticas integradoras, no solo económicas, sino también espaciales y morfológicas, para no repetir los errores del pasado”. Ambos investigadores concluyen que incorporar la perspectiva histórica a las políticas públicas permitiría aprovechar aprendizajes anteriores y evitar que cada gobierno parta desde cero.

El estudio, que combina un análisis profundo de fuentes históricas como revistas deportivas, documentos gubernamentales y periódicos de la época, ayuda a entender cómo la infraestructura deportiva puede mejorar la calidad de vida y enfrentar las desigualdades, aún vigentes en muchas ciudades latinoamericanas.

Aunque los estadios construidos en las décadas del 60 y 70 promovieron inicialmente cohesión social y desarrollo urbano, hoy enfrentan nuevos desafíos, como la violencia que afecta a estos espacios y sus alrededores. «La violencia en torno a los estadios evidencia la ausencia de políticas urbanas integrales y continuas. Es urgente recuperar su rol original como espacios comunitarios seguros», advierten los investigadores.

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