
Diputados RN acusan encubrimiento y reiteran existencia de un pacto de silencio en Caso Allende
Los parlamentarios calificaron como una burla institucional la respuesta del Presidente Boric, quien evitó responder en detalle las 53 preguntas de la instancia sin entregar nuevos antecedentes ni asumir responsabilidades políticas
En dos carillas y un día después de la última sesión de la comisión investigadora por la compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende, Gabriel Boric respondió a las 53 preguntas que la instancia le hizo llegar el 22 de abril. Y en ella afirma que “mi rol en el proceso de adquisición de la casa del presidente Allende fue acotado y se redujo a la decisión inicial y a la firma del decreto que autorizaba la compra”.
Al respecto el presidente de la investigadora, Andrés Longton, dijo que el Presidente Boric “lamentablemente, respondió poco y nada. Y lo que respondió es insuficiente del punto de vista de que habla primero de que todos los ministros y autoridades prestaron su colaboración en la Comisión Investigadora”. Algo que resulta “falso, porque muchos de quienes invitamos que tenían directa participación y responsabilidad fueron alejados de sus cargos (…) El ministro Elizalde faltó a la verdad (…) a propósito de la destinación de recursos que no iban para comprar una casa del expresidente Allende”.
El parlamentario recordó que la noche anterior en una entrevista televisiva, la ex ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, “dijo que a este gobierno le faltó tino y que hubo un descriterio en avanzar en esta compra a pesar de lo legal y éticamente reprochable que era esto”. Para agregar que el Presidente Boric en su respuesta, “dice que aún está haciendo investigaciones a través de sumarios. Han pasado varios meses y, como dijo la exministra, hubo 17 abogados que revisaron este decreto y esta operación, la mayoría de ellos continúa en sus cargos”. Incluyendo a la jefa jurídica de la Segpres, Francisca Moya, “su mano derecha, quien revisa los decretos para ponerlos en el escritorio del Presidente y además es su íntima amiga y probablemente por eso sigue en su cargo (…) o ella tenía que haber abandonado su cargo o si no lo abandonó es porque probablemente el Presidente sabía”.
Y es en esa línea que cree hay “un pacto de silencio al interior del gobierno para proteger a ciertas personas y que si no hubiera sido por las escuchas al señor Crispi, lamentablemente no hubiéramos tenido información valiosa respecto al involucramiento que tuvo la familia Allende en todo el proceso y probablemente también para cambiar el precio de la casa que llegó a casi los 930 millones de pesos”.
Por su parte la diputada Paula Labra, integrante de la comisión investigadora, calificó la respuesta del Presidente Boric como “inaceptable. No aporta ningún antecedente nuevo, no se hace cargo en particular de ninguna de las preguntas que contenía el cuestionario, y por si fuera poco, espera que la comisión concluya en sus sesiones para hacer llegar este oficio”.
Afirmando luego que el Presidente desaprovechó “una oportunidad formal para esclarecer lo que ocurrió con la fallida compra de la casa de Salvador Allende, ya que desde sus primeras intervenciones, hasta ahora, sigue un manto de duda que se ha logrado despejar. Hay eventualmente más responsabilidades que aún no se aclaran y todavía, a ciencia cierta, nadie se hace cargo de quién dentro del gobierno fue quien impulsó esta iniciativa, a pesar de los vicios constitucionales que evidentemente contenía”.