
Por primera vez en la historia del país, un organismo estatal —el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)— reconoció oficialmente que en Colonia Dignidad se cometieron violaciones sistemáticas de derechos humanos durante décadas. El informe fue aprobado por unanimidad.
En el documento de 206 páginas, el INDH calificó los abusos como “una de las más extensas y complejas tramas de violaciones sistemáticas conocidas en Chile”, y emplazó al Estado a asumir su responsabilidad institucional.
Desde su fundación en los años 60 por el alemán Paul Schäfer, Colonia Dignidad fue centro de trabajo forzado, tortura, abuso sexual, desapariciones forzadas y colaboración con la DINA durante la dictadura militar. El informe señala con dureza que “el Estado no intervino de manera inmediata ni eficaz” para detener estos crímenes.
Una deuda histórica
El texto lamenta que, salvo algunos casos ligados directamente al período dictatorial, nunca hubo un reconocimiento oficial de las víctimas como tales. Tampoco existió, hasta ahora, una política integral de memoria, justicia ni reparación.
“Pocas veces se ha observado en la historia del país un caso con tantas y diversas denuncias en un período tan extenso”, declaró la directora del INDH, Consuelo Contreras.
Propuestas del informe
El INDH propone:
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Crear una comisión oficial de investigación sobre las vulneraciones cometidas desde el origen de la colonia.
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Diseñar una política pública de memoria y reparación para las víctimas.
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Reconocer formalmente la calidad de víctimas a todos los afectados por el enclave, sin limitarlo al contexto dictatorial.
El documento recopila testimonios desgarradores, expone la complicidad del silencio estatal y exige enfrentar esta deuda pendiente con la verdad.
“Este informe representa no solo un legado institucional, sino una señal de lo que el país aún debe enfrentar”, concluyó Contreras.